Un mundo frágil Fake_Links: Parte 9

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Okinawa, Okinawa, Japón.

Cerca de la costa, en una cafetería al aire libre, algunas personas mundialmente conocidas por ser terroristas estaban reunidas. La verdad es que a la gente común, que no entendía mucho de magia y ESP, no le interesaba mucho su supuesto terrorismo que en realidad no dejaba víctimas.

Una mujer más bien ordinaria, la dueña del lugar, llevó un plato de pollo frito a su mesa. Un hombre pelirrojo como de treinta años no dudó en comenzar a comer.

—Entonces, Hamazura, ¿cuál es tu idea? —Dijo mientras masticaba su comida—. No pasará mucho tiempo hasta que Tertium y ese chico Accelerator muevan fichas.

—¿¡Y por qué me preguntas a mí!? —Comía frenéticamente un emparedado—. ¡Todo lo que sé es que necesitamos la mano derecha del Jefe!

Esos eran, supuestamente, los líderes de Ala Rubra y ITEM respectivamente, pero Shiage no tenía nada que lo hiciera pensar que realmente era el líder.

—¡Yo, Dion Fortune, la Maga Dorada del amor y la fortuna podría iluminar un poco sus pobres existencias! —Le movió a una taza de té con una cuchara delgada y le dio un sorbo—. Aunque, por supuesto, tendrán que pagar con algo de humillación.

Los dos le dieron una mirada exasperada a la mujercita pelirroja hecha con cartas de tarot. Era claro que ninguno de los dos estaba de humor para sus bromas; claro, el problema era que ella no estaba bromeando.

—Mira, Fortune, es una fortuna que ahora pueda entenderte, pero hay que tomárnoslo en serio.

—¡Yo estoy hablando en serio, de verdad quiero ayudarlos!

Nagi levantó su mano y acarició el cabello rojizo de esa mujer.

—¡Son unos chiquillos adorables!

—¿¡A quién le dices mocosa impertinente y estúpida!?

—¡Él no dijo eso!

El bache en el camino de Dion Fortune para convertirse en la gran maga que ansiaba ser era el orgullo, pero probablemente al perderlo, se daría cuenta de que después de todo no ser un gran mago no era tan malo y que ya era lo suficientemente buena como para llamarse una de las mejores.

En fin, el líder de Ala Rubra, Nagi Springfield, era un hombre pelirrojo con una voz celestial y gruesa; salvo eso, simplemente era una versión crecida y estúpida de su hijo Negi Springfield. Claro, él, siendo del tipo romántico, llevaba puesta una gran gabardina-capa color arena que lo hacía ver como un verdadero mago antiguo, pero en medio del siglo XXI.

Dion Fortune, una de las últimas Magas Doradas, usaba un vestido blanco ligeramente distinto al que estaba acostumbrada: tenía encajes y dobladillos por todos lados y algunas campanillas rosadas que no sonaban realmente. De alguna manera, parecía más una novia de aspecto moderno que una maga de principios del siglo XX. En su cabeza había un adorno de flores que parecía tener realmente el velo de una novia. Y sus pies, en vez de tener aquellas sandalias de suela enorme, llevaban zapatos blancos de tacón de unos 5 cm de alto.

Nuestro delincuencial amigo, Hamazura Shiage, llevaba lo de siempre: una sudadera y un pantalón de mezclilla. Eran de diseño distinto a los que solía utilizar, pero su aspecto no cambiaría demasiado incluso en ese otro mundo.

—Bueno, pensándolo bien, no podemos discutir mucho si sólo estamos reunidos tres idiotas... —se rascó la cabeza y siguió atacando su pollo frito—. Esperemos a que Al y la gatita regresen.

—Tienes razón, tres IDIOTAS no podrán con algo tan complicado.

Una vena se saltó en la cabeza de la Maga Dorada del amor, la fortuna, la camaradería y los mensajes electrónicos.

To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary TomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora