Uniendo corazones Dragon's_Seed: Parte 7

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—¿Están seguros de que pueden pelear conmigo? —Una ligera sonrisa apareció en sus labios—. Siempre puedo esperar a que Nicole regrese.

Takemichi no hizo caso a aquella burla. Sólo atacó porque así es como se suponía que debía tratar a un enemigo. El cañón de su mano hizo presencia al menos treinta veces. Ni Saten, ni Noukan ni Touma pudieron apreciar aquella demostración de fuerza al completo. Para ellos pareció un haz continuo de luz blanca.

Pero Gafas de la Muerte no causó daño alguno. La mujer dorada de amables ojos naranja espectral permaneció ahí, flotando en medio de la oscuridad del espacio.

—Magia y poder físico, ¿eh? —Ella no conocía el concepto de ki—. Me recuerdas a esa niña...

No tenían ni idea de qué diablos hablaba, pero lo que sí entendían era que su poder estaba muy por encima de lo que habrían esperado.

Las armas de Noukan se activaron a máxima potencia. Misiles, rayos y muchas más armas anti magia y anti thelesma intentaron impactar a la mujer, pero sólo bastó para ella silbar para detener aquellos ataques con una pared de oscuridad que pareció aparecer de la nada.

—Eso podría funcionar con Arleth que no puede cambiar las propiedades de su poder, pero todo lo que imagine será realidad sin importar qué...

Takahata y Noukan se vieron el uno al otro sorprendidos. Luego vieron a Kamijou en los brazos de Saten, más específicamente: a su mano derecha.

—El Imagine Breaker...

—Aleister, puede que todo tu esfuerzo valiera la pena sólo por el día de hoy...

—¡Asuna-kun! ¡Debemos abrir un camino para Kamijou-kun!

Asuna, muy seria, asintió. Entonces la capa hecha con Blanco de Marte combinado con su ki pareció aletear y ella avanzó como un proyectil en dirección de aquella mujer.

La espada blanca y la flauta chocaron.

Esta vez se vio hacer una mueca a la mujer.

—El poder de borrar lo espiritual, ¿eh? —A su alrededor comenzó a correr un viento que no debería estar ahí por ser la mitad del espacio—. A ti tendré que tomarte más en serio.

La flauta comenzó a emitir sonidos debido al viento. Entonces el cuerpo de la mujer se hinchó y sus cabellos se erizaron. Empujó su flauta con aún más poder y Asuna fue enviada hacia atrás. Sin embargo, en ese mismo instante, Saten ya se había posicionado detrás de ella. Kamijou Touma estaba en posición de bajar su mano derecha con todas sus fuerzas.

Una columna de fuego tremendamente caliente y gruesa fue expulsada de la espalda de la mujer tras un sonido ligeramente grave por parte de la flauta. Si el muchacho no hubiera tenido su mano ahí, en ese preciso momento, tanto Saten como él habrían muerto abrasados.

Había una condición más que los había salvado.

«¡Si Armando no me hubiera ayudado a acostumbrarme a este "wapar"...!»

Los misiles de Noukan fueron apuntados contra la mujer una vez más. Ella simplemente esquivó moviéndose en la dirección en que apuntaba su propia cabeza. Con eso hecho, los misiles debían impactar directamente contra el chico, pero éstos cambiaron trayectoria y la siguieron sin dar margen a otro movimiento.

«Direccionados... Qué molesto.»

La flauta sonó una vez más, esta vez se trataba de dos notas. Entonces la mujer desapareció entre destellos relampagueantes. Apareció detrás de Takahata. Un golpe de rayos fue dirigido hacia la espalda de aquella celebridad de Mundus Magicus, pero su siempre perfecto iai fue capaz de detener el impacto. Por su puesto, su puño no salió intacto: la diferencia de potencias era simplemente demasiada; lo mismo sucedió con  Kamijou momentos atrás: su puño fue ligeramente chamuscado por la columna de fuego.

Un segundo y luego un tercer impacto le siguieron al primero. Takamichi fue despedido hacia su espalda al final de ese pequeño intercambio.

—Veo que tus primeros golpes no iban en serio —sonrió de nuevo de esa forma burlona que no quedaba para nada con sus amables y amorosos ojos—. Aunque no tiene caso si tienes tanta potencia que no puedes seguir luchando.

—¡Deja de molestar a Takahata-sensei!

Asuna se abalanzó contra Helena. Las armas volvieron a chocar. Esta vez aparecieron garras rojas de luz en la mano libre de la mujer.

—Nunca impactes sin un plan B, niña.

Las garras bajaron sin piedad, rebanarían a asuna en seis pedazos muy desagradables. Pero el imagine Breaker se interpuso entre la pelirroja y aquel ataque.

—¡Asuna-san!

—¡Lo tengo!

La espada se volvió más grande y la flauta se agrietó ligeramente. Algo como un llanto resonó en el espacio y partículas negras como de hollín salieron del instrumento. Saten cubrió de inmediato la nariz de Touma y dejó de respirar, pero la Princesa del Crepúsculo, estando tan cerca de aquello, no fue capaz de reaccionar. Perdió fuerza de forma considerable y tuvo que retroceder de inmediato. Saten la siguió de inmediato.

La flauta se reparó a sí misma tras brillar ligeramente en un color amarillo parecido a las líneas de emisión del sodio. Helena, por primera vez en un rato, mostró un ceño fruncido.

Asuna tosía sin un final aparente y su piel perdió todo el brillo. Era como si se estuviera marchitando en cámara rápida. Para esa chica, que técnicamente era inmortal o extraordinariamente más longeva que la mayoría de humanos... aquel ataque se sintió como una violación fragrante a su sola existencia.

—Respiraste la partícula 84... Nunca me ha pasado. Dime qué se siente.

—¡Desgraciada...! —Apretó con aún más fuerza su mano derecha—. ¿¡Por qué haces esto!?

—Yo sólo vine por un niño que se nos escapó hace algunos ayeres —sonrió de nuevo—. Ustedes parecen apreciarlo, así que les di la oportunidad de defenderlo —la sonrisa en su rostro desapareció y volteó hacia la batalla de Armando contra las paradojas—. Aunque podrían matármelo si no me apresuro. Las paradojas siempre han sido un fastidio.

Mientras ella se «distrajo», Rubí, que tenía la misión de proteger a la gente de la nave junto al resto, subió hasta Asuna y comenzó a darle tratamiento con su ki especial. El resplandor del mismo color de su nombre y su cabello hizo que la condición de Asuna mejorara considerablemente.

—¡Oh! ¡Ese poder físico es realmente extraño! ¡Es la primera vez que veo a alguien como tú!

Los ojos de la mujer dejaron de parecer maternales por un instante, se figuraba más a una pequeña niña curiosa. Pero pronto tuvo que despedirse de esa linda expresión.

—Parece que no podría mantenerte lejos por mucho tiempo...

Las alas del fénix azul se extendieron a la espalda de Helena. La cimitarra transparente cubierta de fuego azul y relámpagos apuntaba a su espalda.

—¡Nosotras la mantendremos ocupada! ¡Ustedes encárguense de que Touma o Asuna asesten un buen golpe! ¡Rubi, encárgate de mantenerlos a todos sanos y no dejes que te roce ni un ataque!

Nicolle y Touma intercambiaron miradas. Ya habían luchado juntos una vez, podían saber más o menos cómo debían hacerlo mutuamente.

—Bien, sigamos con esto... —suspiró.

To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary TomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora