Dos personas caminaban por las calles de aquella ciudad estudiantil que tanto se parecía a Praga. Aunque eso no era lo más interesante, ciertamente lo mejor de todo era la vista del enorme árbol que se elevaba como el rey del lugar y punto clave de las líneas ley de la zona.
Una era más bien bajita y el otro relativamente alto y corpulento. La pequeña era pelirroja y él tenía una cabellera negra y explosiva atada en una cola de caballo. Sus pieles eran de colores completamente distintos: ella era pálida como la luz de la luna y él, moreno como el chocolate. Tal vez lo único que tenían en común, por lo menos físicamente, era el color de sus ojos, negros como la noche.
-Me gustaría tener el cabello como tú...
-¿Para ir a juego con Nicolle? -Se rio entre dientes-. El encanto de las hermanas es que sean diferentes y se peleen por ello.
-¿Tú no querías ser como tu hermano?
Aquel hombre se cruzó de brazos y ladeó la cabeza.
-No lo sé... Lo admiraba mucho, pero así como querer ser igual que él... Siempre tuvimos personalidades, cuerpos y visiones muy distintas...
-Entiendo...
Los demás peatones pasaban a su lado y los veían con curiosidad, tal vez asombro, a lo mejor hasta envidia. ¿Por qué? Sencillo: era diciembre en el norte de Tokio, la nieve no se había hecho esperar, y la gente apenas y aguantaba con la ropa térmica, pero esos dos no usaban más que playeras delgadas y pantalones como de militar negros.
-Es por aquí, ven...
Ignorando las miradas curiosas, dio vuelta en la esquina y se metió en la primera puerta que halló. Dentro hacía mucho menos frío.
La luz era amarillenta y las mesas de madera tenían espacio como para ocho personas cada una. Los adornos navideños en las paredes hacían más clara la fecha que era.
-Bienvenidos -una camarera en traje de Santa Claus saltó a su encuentro-. Disculpen, tenemos una reunión de un grupo bastante ruidoso, en caso de que no les guste, pod...
Él puso su mano frente a ella para decirle que estaba bien.
Los gritos de júbilo y festejo se escuchaban hasta la puerta. En su mayoría eran gritos de mujeres, chicas jóvenes para ser más precisos.
-Ya casi es Navidad, señorita, estaría decepcionado si no hubiera ese ambiente al menos.
La camarera quedó en blanco, pero se forzó a sonreír rápidamente.
-¿En serio? -Realmente no le importaba-. Entonces, por aquí...
Señaló hacia dentro; él asintió y la siguió sin decir cosa alguna. Entonces pudo ver al grupo ruidoso.
-¡Vamos, Nodoka, bebe!
-¡Haruna, esp-!
-¡Hey, Paru, Honnya-chan se está poniendo morada, detente!
-¡Ka ka ka ka! -Era una risa peculiar-. ¡Ése es el espíritu, sigan así, mocosas idiotas!
Muchos otros comentarios y gritos salían de las bocas de esas señoritas. Eran como quince, pero tomando en cuenta que Fate, Kotarou y Negi también estaban, parecía un grupo casi al completo.
-Aquí está bien, señorita -señaló a una mesa solitaria con una persona-, me están esperando por allá.
La camarera le dio un vistazo a la niña que iba con ese sujeto, luego a la mujer sentada sola en la mesa, por último lo vio a él de nuevo.
-Es mucha pieza para ti, más si traes a tu hija -estaba demasiado seria para que fuera una broma-. Si te retiras ahora, podrías evitar un episodio trágico.
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To aru Majutsu no Kodomo Kyoushi: Imaginary Tome
FanfictionCrossover de To Aru Majutsu no Index y Mahou Sensei Negima. En un mundo donde la división entre la magia y la ciencia no existe hay una ciudad escolar con más de 5 millones de habitantes que se encuentra ubicada al norte de Tokio: Ciudad Academia Ma...