CAPÍTULO 21

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Llegamos a casa de el hermano de Evan, saludamos y yo fui a la cocina, ahí estaban Jen y Grace.

–Hola. – les sonreí.

–Hola. – contestaron.

–¿Necesitan ayuda?

–Sí, por favor nos podrías ayudar a llevar el refractario. – dijo Jen.

–Claro que sí.

Las tres tomamos un refractario y fuimos a el patio, llevamos todo afuera, Jen fue con Ethan, Grace se acercó a mí.

–Eres mucho más linda de lo que Evan decía. – le sonreí,

–Gracias, usted también es muy linda. – me sonrió.

–Gracias, ven vamos a sentarnos para hablar, quiero conocer a mi nuera. – nos sentamos en una pequeña sala que estaba en el patio. – Conocí a tus padres hace algunos años en una gala.

–Yo nunca los había visto a ustedes o a Evan, hasta el día que fue a la empresa de mi padre a cerrar el negocio con mi padre.

–Mi esposo y yo nos fuimos por nuestro viaje de bodas, Evan se ofreció a ir en su lugar y al parecer fue una buena idea.

–Sí, así pude conocer a Evan. – sonreí y lo miré, estaba jugando con Emily.

–¿Cuánto tiempo llevan de novios?

–Justamente ayer me lo preguntó.

–¿Solo llevan un día?

–Así es, hemos estado saliendo juntos desde el primer día que nos vimos.

–Evan tiene sus encantos.

–Es verdad, sabe como robarse el corazón de una chica. – reímos.

–Cuando los conocí, tenían cinco años, eran unos niños preciosos y no tardaron nada en robarse mi corazón, eran muy lindos y se portaban como todos unos caballeros.

–Cuando Evan me dijo que usted no era su mamá biológica, no lo pude creer, la forma en que se tratan y hay algunas acciones que hacen igual que usted.

–Desde que los conocí me prometí amarlos y cuidarlos como una madre lo hace con sus hijos. – le sonreí.

–Es usted una gran mujer. – me sonrió y me abrazó.

–Gracias por haber entrado a la vida de mi hijo, ahora ambos conocerán el amor y deseo que sean muy felices.

–Yo agradezco que él haya entrado en la mía, desde que lo hizo mi vida cambió y nunca había sido tan feliz como lo estoy siendo ahora.

–Dijo Evan que trabajas ¿Qué es lo que haces?

–Trabajo en la empresa de mi familia, soy gerente de finanzas.

–Ellie está estudiando finanzas.

–¿En serio?

–Sí.

–Eso es genial.

–Nunca creí que los hijos crecieran tan rápido y mira, ya tengo dos nueras preciosas – le sonreí – y una pequeña nieta preciosa.

–¿Cómo era Evan de pequeño? – Grace me miró con una sonrisa y mis mejillas se tiñeron de rojo.

–Un niño hermoso, muy inteligente, desde pequeñito se sentaba a leer cuando no tenía nada que hacer, jugaba mucho con su hermano y siempre estaban juntos, se defendían el uno al otro, era todo un caballero. – su rostro se llenó de orgullo y felicidad mientras recordaba esos momentos y miró a Evan quien nos sonrió.

–Que lindo.

–Tienes que visitarnos un día en nuestra casa, podré enseñarte fotos para que lo veas.

–Eso sería grandioso.

–Creo que mi marido tiene algunas fotos en su celular. Adam, mi amor. – Lo llamó Grace y Adam se acercó con una sonrisa a su esposa, depositó un beso en sus labios.

–¿Qué pasa mi amor?

–¿Me prestas tu celular?

–Claro. – Sacó su celular de su bolsillo y se lo dio a su esposa. – Espero que mi esposa no te esté agobiando mucho con preguntas. – Grace le arrugó la nariz.

–Claro que no, al contrario, creo que yo soy la que la agobia con tantas preguntas. – reímos.

–No puedes culparme, quiero conocer a nuestra nuera. – dijo Grace.

–Entonces las dejo, iré con Ethan para ayudarlo.

–Está bien. – dijo Grace y su esposo se fue, comenzó a buscar fotos y encontró una con los pequeños, estaban haciendo galletas. – Mira, él es Evan. – apuntó a uno de los pequeños, era tan lindo, estaba sonriendo, era tan tierno, por un momento me imagine que nuestros hijos se parecieran a él, serían tan lindos.

–Era súper lindo.

–Lo sé, eran unos pequeños preciosos y ahora que están grandes son unos hombres guapos como su padre. Creo que recuerdo haberte visto cuando eras más pequeña, pero no lo sé.

–¿En serio?

–Sí, en una gala que vi a tus padres, no lo recuerdo muy bien pero casi estoy segura de que eras tú.

–Puede ser que sí.

–¿Tienes hermanos?

–Solo un hermano menor, se llama Andrew.

–¿Y tus papás saben de tu relación con Evan?

–No se los hemos dicho de frente pero estoy segura de que pudieron darse cuenta ayer que me acompaño a la gala de la empresa. Mañana iremos a cenar con ellos.

–Estoy segura de que todo saldrá bien.

–Eso espero porque dejar a su hijo y a mi padre juntos en una misma sala, no es tan buena idea.

–No me digas, déjame adivinar, eres la princesa de papá.

–Así es. – nos reímos.

–Te entiendo, Ellie tampoco ha presentado ningún novio ni nada por culpa de mi marido y también podemos culpar a los gemelos.

–Solo espero que puedan llevarse bien, son los dos hombres que más amo en el mundo, – sonrió –  los más importantes y no me gustaría que siempre estuvieran peleando.

–Así será, ya lo verás. – Llegó Jen y se sentó a mi lado.

–Las dejo para que se conozcan, estoy segura de que se harán muy buenas amigas. – dijo Grace y se fue.

–¿Te la estás pasando bien? – preguntó Jen.

–Sí, muchas gracias.

–Estás conociendo a tu nueva familia.

–Así es ¿Cuántos años llevas con Ethan?

–Unos meses. – la miré. – Ethan no es el padre biológico de Emily.

–Es su papá, solo la forma en que se miran, no hay necesidad de un lazo de sangre.

–Lo sé. – sonrió. – ¿cuéntame sobre ti?

–Soy gerente de finanzas en la empresa de mi familia y… – digo lo que en realidad me gusta ¿o aún no? Mejor digamos otra cosa.

–Se escucha interesante.

–Lo es. – sonreí no muy convencida. – sabes, tengo un nuevo miedo.

–Déjame adivinar.

–Equivocarme de gemelo. – dijimos al mismo tiempo y nos reímos.

–Se parecen demasiado. – dije.

–Son iguales, si no es porque vienen vestidos diferentes, no sabría distinguirlos.

–Evan me dijo que tenía un gemelo, pero no creí que fuera tan parecido, son iguales.

–Lo único que los hace diferentes son sus personalidades.

–Sí. – miramos a Emily jugando con Evan.

–Emily ama a sus tíos.

–Es una niña hermosa.

–Gracias ¿Te gustan los niños? – me miró.

–¿Se nota mucho? – me reí.

–Un poquito.

–Me gustan mucho pero no he estado cerca de un niño pequeño desde mi hermano.

–No te preocupes por eso, ahora tienes una sobrina con muchísima energía.

–No se cansa de correr.

–Nunca, pero cuando tengas tus hijos, te darás cuenta que todos los niños son así, juegan y juegan y podrían jugar si no los mandas a dormir.

Mis hijos, claro que me encantaría tener hijos, no me importa que no se cansen y quedar exhausta, ser madre es uno de mis sueños más grandes y a veces tengo miedo de no poder cumplirlo. Emily llegó corriendo a nosotros.

–Mami. – abrazó a su mamá.

–Hola amorcito ¿te estas divirtiendo?

–Muchísimo. Tía Alisa ¿Quieres jugar con mi tío y conmigo?

–Claro que sí. – le dije y tomó mi mano, le dio un beso a su mamá y corrimos a su tío, quien me dio una sonrisa coqueta, me acerqué a él y puso sus manos en mi cintura pegándome a su cuerpo.

–Hola mi amor. – dijo.

–Hola cariño. – depositó un beso suave en mis labios.

–Juguemos fútbol. – dijo Emily.

–Nos falta una jugadora. – dijo Evan.

–¡Tía Ellie! – gritó y corrió hacia Ellie, seguí abrazada a Evan y recargué mi cabeza en su pecho.

–¿Cómo estás? – preguntó.

–Muy bien, gracias, conociendo a todos.

–Lo ves, no tenías que estar nerviosa.

–Tu mamá me enseñó una foto tuya de pequeño.

–¿Y qué te pareció?

–Que quiero hijos que se parezcan a ti.

–¿Ah sí?

–Sí.

–Yo estoy más que listo para hacer un mini Evan o una mini Alisa. – me reí, Ellie llegó corriendo junto a Emily.

–Listo, ya somos cuatro – dijo Emily – la tía Ellie es de mi equipo, tío Evan y tía Alisa, ustedes son juntos.

–Perfecto, te vamos a ganar. – dijo Evan.

–Nosotras ganaremos. – dijo Emily poniendo sus manitas en su cintura y arrugando la nariz, nos reímos, comenzamos a jugar, no había llegado a la mitad de el juego cuando no podía más, me agaché y puse mis manos en mis rodillas, Ellie se acercó a mí igual de cansada.

–Ya no puedo más. – dijo sin aliento, Evan y Emily seguían corriendo como si nada.

–Yo tampoco.

–Tías, ¿no van a jugar?

–Necesitamos un descanso. – dijo Ellie.

–Tranquila Emily, yo jugaré contigo, tus tías están viejitas.

–Está me la cobro Hoult.

–¿Yo qué hice?

Alguien tiene fiebre de bebés. Amo a Grace con sus nueras y la pequeña Emily está muy feliz de conocer a su tía. Evan y Alisa tienen una tensión sexual increíble.

NUESTRO PEQUEÑO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora