–Que gracioso. – le dije y comencé a caminar junto a Ellie para ir a sentarnos.
–No sé cómo es posible tener tanta energía. – dijo Ellie.
–Ni yo, nunca he sido amante de los deportes.
–Ni yo.
–Tu mamá me dijo que estas estudiando finanzas.
–Sí, me encanta, amo trabajar con números, me imagino en mi propia oficina, trabajando en mi computadora, revisando riesgos, gráficas, haciendo reportes, siempre ha sido mi sueño. – sonrió mientras pensaba en su sueño, ahí comprendí algo, Ellie si amaba su carrera, yo estudié finanzas y jamás me vi igual de emocionada que ella, imaginando, al contrario, yo me imaginaba en mi estudio, escribiendo en mi computadora bebiendo café y creando historias desde el corazón y mi imaginación.
–¿Te gustan mucho las finanzas verdad?
–Son mi vida. – le sonreí. Tú también estudiaste finanzas ¿cierto?
–Sí, a eso me dedico.
–No puedo esperar para comenzar a trabajar en lo que amo.
–Estoy segura de que te irá muy bien.
–Gracias.
Nos llamaron para ir a comer, el celular de Ellie sonó y se fue a contestar, me levanté y cuando comencé a caminar, sentí los brazos de Ethan rodearme por la espalda y puso su cabeza en mi hombro, estaba todo sudado le arrugué la nariz y me reí.
–Estás todo sudado Evan.
–¿Y te da asco? – ¿asco? Cariño me estoy imaginando como te verías sin camisa en este momento y todo lo que podríamos hacer si estuviéramos a solas.
–No, me hace pensar cosas que no debería pensar. – le susurré y se rió.
–Anda vamos a comer.
Fuimos a la mesa, nos sentamos todos juntos a comer, pasamos el resto de la tarde con toda la familia, hasta que comenzó a oscurecer, nos despedimos, Evan y yo caminamos al auto, estaba frío.
–¿Tienes frío mi amor? – preguntó Evan.
–Poquito. ‐– se quitó la chamarra y me la puso, subimos al auto y tomé la cobija que estaba ahí para cubrirme las piernas, Evan encendió el auto.
–¿Estás lista?
–Sí mi amor. – arrancó directamente a su apartamento.
–Me divertí muchísimo, amé conocerlos a todos.
–Que bueno mi amor, les caíste bien a todos.
–Me alegro mucho, estaba nerviosa por eso.
–Te dije que debías tranquilizarte. – tomó mi mano y depositó un beso en ella, continuó conduciendo. – me encanta que estés conmigo todo el día.
–A mí también me gusta pasar el tiempo contigo.
Continuó conduciendo hasta llegar al apartamento, se estacionó y bajamos de el auto, Evan me abrazó por la cintura, recargué mi cabeza en su hombro y caminamos al elevador, apenas entramos al apartamento, cerramos la puerta y me acerqué a Evan, rodeé su cuello con mis brazos y lo besé, sus manos se pusieron en mi trasero y lo acariciaron suavemente, caminamos torpemente y pegó mi espalda contra la puerta, mi corazón comenzó a latir rápidamente, abrí mis piernas inconscientemente y con su rodilla presionó mi entrepierna causando que mi cuerpo se retorciera de dolor y placer, gemí y mordí su labio inferior causando que soltara un jadeo.
–¿Quieres más cariño? O ¿ya quieres ir a dormir?
–A la mierda dormir, quiero más…ah…ah…
–Vamos a la habitación, ahí tengo algo para divertirnos más esta noche. – le sonreí, tomó mi mano y fuimos a la habitación, me quité la chamarra de Evan y la dejé en el sillón, me senté en la cama mientras mi novio sacaba algo de el armario, unos segundos después volvió con una caja.
–¿Qué es eso?
–Un juguete. – era un consolador, le sonreí, se acercó a mí y comenzó a besarme, rodeé su cadera con mis piernas, me quitó el vestido dejándome en ropa interior, desabrochó mi sostén y me lo quitó, tomó mis senos entre sus manos y tiró su cuerpo arriba de el mío, son su boca atrapó uno de mis pezones y comenzó a mordisquearlo haciéndome gemir.
–Ahh…Evannn…
Chupó, lamió y succionó ambos pezones, rozó su miembro duro con mi entrepierna y me robó un gemido, se sentó y encendió el consolador, lo pasó por mis seños, mi estómago y cuando pasó por mi vientre bajo, mi espada se arqueó y solté un gemido, Evan sonrió sabiendo que había logrado su cometido, siguió bajando hasta llegar a mi entrepierna, lo presionó suavemente y las vibraciones hicieron que me mojara más de lo que ya estaba, me senté y abrí las piernas, comencé a quitarle la camisa a Evan, hasta dejar su torso desnudo, se veía tan sexy, su cuerpo era sexy, pasé mis manos por su abdomen y jadeó, bajó mis bragas suavemente y me las quitó, con el consolador lo rozó por encima de mi entrepierna, gemí, solo introdujo la punta a mi entrepierna y la movió de arriba abajo por los labios de mi entrepierna, gemí y lancé mi cabeza hacia atrás, mordí mi labio inferior y cerré los ojos.
–Mierda…dame más Evan…ah…quiero sentir más.
Introdujo un poco más el consolador y sentí mis paredes vibrar, mi espalda se arqueó.
–Mmmm….ah…ah…
–¿Más adentro? – preguntó.
–Por…ah…favor…
Introdujo completamente el vibrador, solté un grito de placer y clave mis uñas en la espalda de Evan haciéndolo gruñir, empujé mi cadera contra el vibrador y me dejé caer sobre la cama, Evan empujó más el vibrador haciendo que mi espalda de arquera y mi cuerpo se retorciera de placer.
–¡Evan!...más…más…te…lo…ruego…
Subió la intensidad de la vibración, apreté las sábanas con mis manos lo más fuerte que pude, Evan empujó más el vibrador y gemí de placer.
–¿Más rápido?
–Dame…todo Evan…ah…ah…todo…
–Como tú digas.
Subió toda la velocidad de el vibrador, grité de placer, apreté mis piernas y la vibración se sintió más, solté un grito de placer, mi cuerpo se retorcía y de mi boca solo salían gemidos y vulgaridades, Evan presionó más el vibrador y lloriqueé de tanto placer, estaba al bordo, no podía más, Evan se acercó y besó mis labios mientras seguía masturbándome con el vibrador, era completamente excitante, Evan gemía solo con verme, empujó el vibrador por última vez, mi cuerpo tembló con el orgasmo, gemí su nombre y me vine, mi visión se nubló por severos segundos, mi respiración era un desastre, Evan saco el vibrador de mi interior y me besó.
–Bien hecho linda. – sonreí sobre sus labios.
–Eso fue inexplicable… – reímos.
–¿Cómo estás?
–Perfectamente.
–¿Quieres descansar?
–Evan Hoult – lo miré – esta noche acaba de comenzar, así que no pienses que dormiremos temprano.
–Esa es mi novia, sexy, segura, caliente – lo besé, lo jale haciéndolo caer sobre mi cuerpo y enredé mis piernas en su cintura, continuamos besándonos, sus manos recorrieron cada espacio de mi cuerpo, sus besos comenzaron a bajar por mi estómago, mi vientre bajo, hasta llegar a mi entrepierna, abrió mis piernas y se acercó a ella, la lamió y mordió suavemente robándome un gemido, enrede mis manos en su cabello, cuando sentí su lengua en mi centro, tiré de su cabello haciéndolo gruñir y se clavó con más presión en mi entrepierna, mi cuerpo se retorcía de placer.POV EVAN.
Alisa se retorcía entre mis brazos, su espalda arqueada y cuerpo elevado, lanzó su cabeza hacia atrás y gimió, lamí su entrepierna lenta y suavemente robándole un gemido, se veía tan sexy y excitante, me iba a correr en mi ropa interior, la dureza de mi miembro dolía, esta mujer iba a matarme, desabroché mi cinturón y me quité el pantalón, mierda, un preservativo, tuve que dejar su entrepierna y se quejó.
–Maldita sea Evan…ah…¿a…dónde vas?
–Tranquila mi amor, solo iré por un preservativo.
Fui a los cajones y tomé uno, lo abrí, me quité la ropa interior y me coloque el preservativo, Alisa me miró y relamió sus labios deseosa, me acerqué nuevamente a ella.
–¿De frente o de espaldas?
–De las dos. – sonreí.
Tomé el vibrador y lo puse en su espalda baja, quería que sintiera la vibración mientras le daba duro, cuando sintió la vibración gimió, presioné su pelvis con una mano y me enterré en ella de golpe, su cuerpo se contrajo y soltó un grito de placer, comencé a moverme ágilmente, adentro y afuera, rápidamente, cada vez más duro que la anterior, Alisa sólo se retorcía y gemía, sus ojos cerrados y su boca entreabierta, me moví más rápido dentro de ella, después salí de su interior, la tomé de la cadera y la giré boca abajo, el vibrador quedó en su vientre bajo, gimió, la penetré nuevamente, comencé a moverme más rápido, ella solo gemía y lloriqueaba, apretó las sábanas con sus manos.
–Ah…Evan…Más rápido.
Aumenté la velocidad y sentí sus músculos apretarse con el orgasmo, soltó un grito de placer y se vino, su cuerpo tembló, me moví unos segundos más, alcancé mi orgasmo y me vine, salí de su interior suavemente y fui a tirar el preservativo, después volví a la habitación, Alisa seguía de la misma forma tratando de regular su respiración, me acerqué y la cargué en brazos, la besé suavemente y sonrió, la acosté en la cama, nuestras respiraciones estaban hechas un desastre y nuestros cuerpos bañados en sudor.
–Te amo Alisa Adams.
–Y yo te amo más Evan Hoult.
La abracé y ella enredó su cuerpo al mío, nos besamos suavemente.
–¿Estás bien? – le pregunté.
–Muy bien. – sonrió, comenzó a jugar con mi cabello.
–¿Cuántos hijos te gustaría tener?
–Cuatro.
–Número par, me gusta. – se rió y me miró, acarició mi mejilla.
–Emily te quiere mucho, amé verlos jugar.
–Y eso que no nos has visto pelear. – se rió.
–¿Pelean?
–El día que lo conocí lo primero que hicimos fue pelear.
–¿Por qué?
–Porque le dije que yo era mejor futbolista que su papá y ella lo defendió.
–Para Emily su papá es una adoración.
–Lo sé y ella es una princesa para mí hermano, tienen un lazo irrompible.
–Así me gustaría verte un día a ti.
–¿Cómo?
–Como papá de una pequeña niña. – sonreí.
–Y yo a ti como mamá de un niño. – se rió y bostezó – ¿Tienes sueño?
–Sigo un poco agotada de ayer.
–Hay que dormir entonces.
–Buenas noches mi amor.
–Buenas noches cariño.
Se abrazó más a mí y cerró los ojos, me gusta hablar con Alisa sobre hijos, me hace imaginar un futuro a su lado y sé que ella también lo imagina, tener a cuatro pequeños corriendo por todos lados, subiéndose a la cama y brincando para despertarnos, una niña pequeña que me peine con moñitos, me reí ante la idea, quiero una familia con Alisa, eso es definitivo, quiero que ella forme parte de mi presente y de mi futuro, quiero un futuro juntos, una vez alguien dijo ‘no es el tiempo, sino la persona y ahora lo comprendo, Alisa y yo no llevamos mucho tiempo de conocernos pero sé que es ella el amor de mi vida, que es ella la mujer perfecta y correcta para mí.UFFFFF Como que está muy caliente por aquí. Evan y Alisa se están dando cuenta de que quieren llevar esa relación a tener un futuro..
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NUESTRO PEQUEÑO SECRETO
RomanceTercer libro de la saga "Pequeños" Alisa Adams una mujer hermosa, exitosa e inteligente, está cansada de ser la hija perfecta, la que sigue reglas, la responsable, la hija ejemplo, la que vive con miedo de decepcionar a los que ama. Por primera vez...