CAPÍTULO 12

8.2K 526 18
                                    

Ya no tenía temperatura, eso me hacía sentir un poco mejor, pero la nariz congestionada era lo peor y los estornudos.

–¿Qué quieres comer?

–¿Lo que yo quiera? – le pregunté sonriendo.

–Lo que usted quiera señora Hoult. – me reí y se rió.

–Pizza de queso.

–Ordenaré pizza entonces.

–Gracias.

–No tienes que agradecerme nada, ya debes tomar el otro medicamento. – dijo levantándose de la cama, volvió con el medicamento y me dio la pastilla, me la tomé. – ¿Quieres algo más?

–No gracias, estoy bien.

–¿Segura?

–Muy segura.

–Ordenaré la comida. – asentí, Evan tomó su celular y llamó a la pizzería, me acosté en la cama sobre mi estómago y cerré los ojos, Evan terminó de hablar y se sentó a mi lado.

–¿Estás cansada? – asentí.

–Mucho.

Sus manos fueron a mis hombros y comenzó a sobarlos suavemente, cerré los ojos y suspiré.

–¿Te gusta?

–Sí, no pares por favor. – continuó sobándome, después bajó a mi espalda, mis ojos comenzaron a pesar y lentamente me fui quedando dormida.

–Ali, despierta linda, ya llegó la comida.

–Por favor no, ahora tengo sueño.

–¿Quieres descansar un rato más?

–Sí.

–Está bien, duerme.

Sentí que se sentó en la cama, me acerqué a él y recosté mi cabeza sobre su regazo, lentamente me volví a quedar dormida.

POV EVAN.

Alisa se quedó dormida sobre mi regazo, no podía moverme porque la iba a despertar, tomé una sábana ligera y cubrí su cuerpo desnudo, se removió un poco, pero siguió durmiendo, tomé mi celular y revisé mi correo, Alisa siguió dormida por unas horas más, se estaba haciendo tarde y no había comido nada, debía despertarla para que comiera, no es bueno que esté con el estómago vacío ahora que tiene las defensas bajas.

–Ali. – la moví suavemente – despierta cariño. – ¿cariño? ¿Qué es eso? ¿Qué pasa contigo Evan? Ella abrió sus hermosos ojos y me sonrió, debajo de los ojos tenía ojeras muy notables, no ha dormido bien y ahora con la gripe se ha de sentir peor, pero yo la voy a cuidar, seré su enfermero como dijo su mamá, supongo que no era tan difícil descubrirnos.


–¿Qué pasa?

–Necesitas comer.

–No tengo hambre.

–Tienes que hacerlo linda, no puedes estar con el estómago vacío cuando estás enferma.

NUESTRO PEQUEÑO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora