–Tu papá me dijo que habías ido con Evan porque habían tenido una discusión.
–Sí, pero ya la arreglamos.
–¿Cómo te has sentido? – acarició mi vientre.
–Bien, solo un poco cansada.
–Por ahí me enteré que te quedaste dormida en la cocina.
–Tengo un papá demasiado comunicativo. – dije en un tono alto para que me escuchara y mamá y yo nos reímos. – bueno mamá, iré a acostarme porque tengo mucho sueño.
–Apuesto que sí, hay cena en la cocina por si tienes hambre.
–No gracias mamá, digamos que hoy tu nieto o nieta me hizo comer demasiado.
–Así será cariño, unos días comerás de más y otros no podrás comer nada, pero te aseguro que todo valdrá la pena.
Me levanté y le di un beso de buenas noches, después fui al estudio y entré.
–Papi ya estoy aquí.
–Me alegro hija.
–Ya me voy a descansar. – me acerqué a él y besé su mejilla, me sonrió.
–Solo ten cuidado de no quedarte dormida en la cocina. – se rió.
–Eres malo con tu pobre hija.
–Yo no soy malo, tú tienes la culpa por quedarte dormida en la cocina.
Me despedí y salí de el estudio directamente a mi habitación, al entrar por poco y grito cuando miré a Andrew sentado en mi cama.
–Mierda Andrew, me asustaste.
–Lo lamento hermanita, no era mi intención, necesito tu ayuda.
–¿En qué puedo ayudarte?
–Ella volvió y necesito una idea para acercarme a la mujer que amo.
–Flores.
–Me aventó el ramo por la cabeza.
–Te lo mereces.
–Gracias por tu apoyo.
–Soy mujer y sé lo que se siente.
–¿Y si la secuestro y me la llevó a la playa?
–Claro Andrew eso arreglará todo, no seas imbécil, debes darle tiempo para sanar sus heridas.
–Es que ya no sé que más hacer.
–Dale tiempo, déjala respirar de ti para que pueda curar sus heridas.
–Es que…
–Escúchame bien Andrew, no puedes jugar con una mujer y después pedirle perdón y que vuelva a tus brazos, la vida es así.
–Es que no quiero que la vida sea así.
–No puedes hacer nada para cambiarlo, lo único que debes hacer es pedirle perdón porque la lastimaste y por seguir incomodándola y decirle que le darás el tiempo necesario, déjala estar tranquila y tú busca algo que hacer para cambiar, comienza a trabajar en la empresa, haz algo en lugar de estar llorando por cada rincón de la casa.
–No seas así conmigo.
–Es la verdad Andrew, si sigues molestándola solo la lastimarás más y te lastimarás tú.
–Está bien.
–Lamento ser así contigo, pero alguien debe decirte la verdad, si quieres hacer algo bien, comienza por cambiar tu vida. – acaricié su mejilla y me sonrió tristemente, me abrazó.
–Te quiero hermanita.
–Y yo a ti, pero ya es momento de crecer y aprender.
Se puso de pie y besó mi frente, salió como alma penando de mi habitación, Andrew tiene que entender que el perdón no se gana fácil, fui a el baño a prepararme para dormir, me puse un top y unas bragas para dormir, cuando estuve lista me acosté y no tardé nada en caer dormida. Escuché mi alarma y me desperté, me levanté con mucho cuidado y me paré frente al espejo, desde que me enteré de el embarazo, todas las mañanas me miro en el espejo y tomo una foto para ver el crecimiento de el bebé, me sentía un poco hinchada y mi vientre estaba un poco hinchado, justamente sonó mi teléfono, contesté.
–Buenos días cariño. – dijo Evan.
–Buenos días mi amor.
–¿Cómo amanecieron mis flojitos?
–Amanecimos un poco hinchados.
–¿Te sientes mal?
–No cariño, estoy bien. – cambié a video llamada y la puse para que mirara mi barriga, la acaricié suavemente.
–Te ves preciosa mi amor.
–Te amo.
–Yo te amo más.
–¿Irás a verme temprano o cuando pases por mí?
–Hoy tengo una reunión, así que lo más seguro es que hasta que pase por ti.
–Está bien cariño, te estaremos esperando.
–Tu auto ya está afuera de tu casa, dentro de el auto está tu desayuno.
–No tenías que molestarte mi amor.
–Ayer no te lo terminaste porque peleamos, pero hoy quiero que lo disfrutes mi amor.
–Gracias.
–No hay de que mi cielo.
–Te extrañamos Evan.
–Y yo a ustedes mi amor.
–¿Por qué el tiempo va tan lento?
–Pienso lo mismo.
–No quiero ir a trabajar.
–No vayas cariño.
–Pero debo ir.
–Lo principal es que estés bien mi amor.
–Lo sé, me estoy haciendo una floja completa.
–Es el embarazo mi amor, gastas las energías muy pronto y más que estás un poco baja de peso.
–Con la comida de ayer creo que engordé de más. – se rió. – ¿Te estas riendo de que me pondré gorda? Hoult.
–Claro que no mi amor, y tú no te preocupes con los kilos que subirás, te verás preciosa, pero si quieres perderlos, quizá podemos poner en práctica nuestro ejercicio preferido. – me reí.
–Que sucio eres.
–Te encanta que te hable sucio al oído cariño, pero más te gusta cuando en lugar de hablar, te lo hago. – gemí.
–Te necesito Evan.
–Yo también mi amor, pero muy pronto, ya lo verás.
–Mientras utilizaré a mi amiguito.
–¿De qué amiguito hablas?
–El vibrador. – dije de forma obvia y se rió.
–Querida, esa cosa ya no la encontrarás.
–¿Qué hiciste Hoult?
–Se lo llevó el camión de basura esta mañana.
–Evan.
–Te dije que no lo quería cerca de ti, para eso me tienes a mí que puedo darte con más velocidad que esa porquería.
–Ahora tendré que utilizar mis dedos.
–Me gusta la idea.
–Sabes, tengo que colgarte porque debo atender una fuga de agua. – dije refiriéndome a la humedad de mi entrepierna.
–¿Y por qué me cuelgas? no es algo que no haya visto.
–¿Me estás proponiendo tener sexo por video llamada Hoult?
–¿Por qué no?
–Porque no lo sé. – escuché que tocaron a la puerta – ¿Quién?
–Soy tu papá.
–¿Qué pasa papá?
–Tenemos una reunión en una hora.
–Está bien, ya voy. – se fue papá. – una reunión, no sé si podré soportarla.
–Si no puedes te disculpas y te vas, no debes estresante en nada.
–Es importante la reunión.
–Y más importante eres tú y nuestro bebé, si no te sientes en condiciones de quedarte, no lo hagas.
–Está bien, me voy, te amo cariño.
–Y yo los amo a ustedes.
Le lancé un beso y colgué la llamada, fui al baño y me duché y me vestí, me arreglé y cuando estuve lista bajé a mi auto, desayuné rápidamente cuando llegué a la empresa, dos días sin poder disfrutar mi desayuno, espero que no se convierta en rutina, fui a la reunión y me senté al lado de papá como siempre, era la única mujer en la sala, justamente entraron a la sala Adam y Evan, sin duda era mi Evan por la mirada sexy que me dio, ahora, saludaron a todos y después se acercó Adam a mí.
–Alisa, me alegro mucho de verte. – susurró.
–Yo también me alegro mucho de verlo. – sonrió y después se acercó su hijo.
–Señorita Adams. – dijo juguetón.
–Señor Hoult. – se miraba tan sexy.
Nos sentamos, papá estaba en la cabecera de la mesa, a su lado derecho me senté yo y Evan se sentó a mi lado, los demás se sentaron y comenzamos con la reunión, cada quien tenía un vaso de agua y un plato con galletas, comencé a comer mis galletas mientras escuchaba lo que discutían, hablé cuando fue mi turno de dar mi opinión y seguí comiendo, papá me vio confundido porque nunca comía en la sala de reuniones, era la primera vez que lo hacía, pero no pueden culparme, mi bebé tiene hambre, cuando me estaba acabando las galletas, Evan miró y de forma discreta intercambió nuestros platos, lo miré de reojo y le sonreí, él me sonrió, durante toda la reunión, Evan y yo nos mirábamos y sonreímos disimuladamente, estaba comenzando a cansarme, me removí incómoda en la silla, mi espalda comenzaba a doler, Evan se acercó disimuladamente mientras todos estaban revisando los documentos.
–¿Estás bien? – susurró y le asentí, tomé su mano por debajo de la mesa y su pulgar acarició circularmente mi mano, seguimos con la reunión, duró un poco más de una hora y media, salimos y Adam se tenía que ir.
–Los esperamos en la tarde. – dijo Adam.
–Apenas salgamos de aquí iremos. – contestó Evan.
–Grace está muy emocionada porque dijo que hablarían de algo importante.
–Así es, es algo muy importante y por eso queremos hablar con ustedes. – le dije.
–Entonces nos vemos más tarde. – Adam se despidió de mi con un abrazo y un beso en la mejilla, abrazó a Evan y se fue, Evan y yo nos quedamos juntos, sin estar muy cerca porque los socios seguían ahí, se despidieron unos minutos después y se fueron, solo quedó uno de los socios, era el mayor de todos, se acercó a nosotros.
–Señorita Adams – me saludó con un asentimiento – Señor Hoult. – asintieron ambos – disculpen mi imprudencia pero me alegra mucho ver a una pareja con un amor joven, disfruten que esta etapa es una de las más hermosas de la vida. – nos sonrió.
–Gracias. – le agradecimos.
–Por nada.Amo las llamadas en la mañana, pero Evan tirando al amiguito de Alisa es lo mejor ajjajajajajajaj.
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NUESTRO PEQUEÑO SECRETO
RomanceTercer libro de la saga "Pequeños" Alisa Adams una mujer hermosa, exitosa e inteligente, está cansada de ser la hija perfecta, la que sigue reglas, la responsable, la hija ejemplo, la que vive con miedo de decepcionar a los que ama. Por primera vez...