CAPÍTULO 59

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Desperté y me encontré con la imagen más hermosa de el mundo, Evan estaba acostado en el sillón y tenía a James abrazado y acostado sobre su pecho, los dos estaban dormidos, sonreí al verlos. Evan se movió un poco y abrió los ojos, se puso de pie con James en brazos, mi miró y sonrió.

–Hola mi amor. – habló y se acercó a mí – ¿Cómo te sientes?

–Un poco cansada, pero muy feliz. – me besó suavemente y sonreí, James comenzó a llorar.

–Nuestro pequeño ya tiene hambre.

–Pásamelo por favor.

Me lo dio y besé la frente de nuestro bebé, comencé a darle de comer, estaba hambriento.

–Pobrecito, tiene hambre.

–Papi también tiene hambre. – levantó las cejas pícaramente y me reí.

–Tranquilo tigre, aún no me recupero. – se rió y se sentó a mi lado, me abrazó por la espalda y recargué mi cabeza en su hombro, ambos miramos a nuestro bebito, era tan lindo y tierno. – es hermoso y tan pequeñito.

–Lo sé, se parece a su mamá. – le sonreí y besó mi frente.

–Soy tan feliz Evan, no me arrepiento de ninguna de las decisiones que tomamos.

–Yo también soy muy feliz mi amor, ahora el pequeño James está aquí con nosotros. – acarició su cabecita.

–Hola mi niño. – susurré y tomé su manita – Eres tan lindo, estamos muy felices de que ya estés aquí con nosotros pequeño, te amamos mucho mi amor.

–Te lo dije pequeño, te dije que tenías a la mejor mamá de el mundo. – sonreí.

–Te amo Evan. – lo besé suavemente.

–Yo te amo más fiera. – reí. – Te amamos James. – susurró Evan y acarició su mejilla, sonreímos, mis dos amores aquí a mi lado. – Más tarde vendrá la familia, no los dejaron entrar ayer porque ya era noche.

–¿Vinieron todos?

–Sí, Andrew fue el único que faltó, ya venía en camino cuando dijeron que no podrían entrar y tus papás le avisaron que no podría entrar y mejor esperara a hoy. Y Jen no pudo venir por los gemelos y Emily, pero dijo Ethan que hoy vendrían.

–Tendremos la habitación llena con nuestra familia.

–Sí mi cielo, todos estaban emocionados, incluyendo a tu papá, con decirte que hasta me abrazó.

–¿En serio?

–Sí, aun no soy su yerno favorito, pero ya lo seré. – me reí.

–Ya lo eres, solo que se hace del rogar. – Reímos.

–¿Escuchaste James? El abuelo gruñón me quiere. – me reí por el apodo de papá.

–El abuelo gruñón, si mi papá te escucha, te aseguro que dejas de ser su yerno favorito.

–No puede deshacerse de mí, soy el novio de su princesa y el padre de su nieto. – James terminó de comer y lo ayudé a repetir, se quedó dormido. – Lo voy a acostar para que puedas descansar. – tomó a James en brazos, besó su frente y lo acostó en el cunero – Duerme otro rato mi cielo.

–Mi amor, dormí toda la noche.

–Aún así, debes descansar y reponer fuerzas. – besó mis labios suavemente y se sentó en el sillón que estaba en la habitación.

–Mi amor… – me miró.

–¿Qué pasa mi cielo? – se acercó rápidamente a mí.

–¿Me puedes abrazar? – le hice puchero.

NUESTRO PEQUEÑO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora