Pasaron cuatro semanas desde que decidimos ser papás, lo hemos hecho todos los días, Evan dice que quiere estar seguro de que me embarace, iré a quedarme con él hoy, mañana saldremos al viaje y me iré con él en su auto, papá quería que todos fuéramos juntos en un mismo auto, pero no podría soportar tener a Evan y mi padre en un mismo auto durante horas, ambos se han comportado pero no quiero arriesgar esa relación que están formando. No me he sentido mal, no tengo ningún síntoma de embarazo y me está dando nervios, me pare frente al espejo y levanté mi camisa, miré mi vientre y lo acaricié suavemente, estaba emocionada de ser mamá, pero aterrada de la idea de que aún no estuviera embarazada y me daba miedo no poder embarazarme, tocaron a mi puerta y bajé mi camisa.
–Adelante. – dije y Andrew se asomó a la puerta.
–Ya llegó Evan, está con papá esperándote abajo.
–Ya voy, gracias.
Andrew se fue, tomé el libro de embarazo que me dio Evan y lo metí a mi maleta, no quería dejarlo aquí ahora que iba a estar con él, quería que lo leyéramos juntos, saqué mi maleta de la habitación y llegué a las escaleras, iba a bajarla, pero Evan se acercó y la cargó, la bajó y al llegar abajo me acerqué a papá, lo abracé y le di un beso.
–Nos vemos mañana papi.
–Sí princesa. – me acerqué a mamá y la abracé, besé su mejilla cuando nos separamos me miró de forma extraña y después me sonrió.
–¿Qué pasa mami?
–Nada, solo es que te ves diferente.
–¿Diferente? – asintió.
–Mañana nos vemos. – dijo y me abrazó, Evan se despidió y salimos de la casa, Evan subió la maleta a la cajuela y después se acercó a mí, puso sus manos en mi cintura y me besó.
–¿Cómo te has sentido cariño?
–Bien. – le sonreí.
–¿Ningún síntoma aún? – negué mirando al suelo, él me abrazó y besó mi mejilla. – Tranquila, estoy seguro de que muy pronto sabremos algo. – abrió la puerta de el auto para mí y me ayudó a subir.
–Evan ¿y si no puedo embarazarme?
–Si no puedes embarazarte hay muchos tratamientos que pueden ayudar a la fertilidad, ahora tenemos un nuevo sueño cariño y para cumplirlo haré todo lo que este en mis manos. – le sonreí y mis ojos se llenaron de lágrimas – no llores mi amor, todo estará bien, lo prometo. – besó la punta de mi nariz y limpió mis lágrimas, estuvimos unos segundos así hasta que pude calmarme, Evan encendió el auto y arrancó a su apartamento. – ¿Estás lista para mañana?
–Sí, me emociona mucho que vayas con nosotros.
–A mí también me emociona la idea de ir con mi novia a la playa.
Cuando llegamos al edificio bajamos de el auto, Evan tomó mi maleta y subimos al apartamento, Evan me abrazó cuando entramos al elevador y esperamos a que las puertas se abrieran, bajamos y ayudé a Evan a abrir el apartamento con la llave que me había dado para cuando la necesitara.
–¿Tienes hambre cariño? – preguntó Evan.
–Poquita.
–¿Quieres que prepare algo o ordenamos de un restaurante?
–Ordenar.
–¿Qué quieres comer?
–Hamburguesa de pollo.
–Muy bien, ahora llamo.
–Y una malteada de chocolate por favor.
–Está bien, ahora llamo. – asentí y lo besé suavemente, Evan fue a la cocina, me acerqué a la maleta y saqué el libro, me senté en el sillón, Evan salió unos segundos después y se sentó a mi lado, me sonrió. – ¿Qué pasa cariño?
–Quiero que veamos este libro juntos.
–Me parece perfecto.
Me abrazó y depositó un beso en mi cuello, le sonreí, subí mis piernas a su regazo y abrí el libro, comenzaba en la primera semana de embarazo, como se va formando el feto, cada semana mostraba los diferentes cambios en el bebé, tocaron el timbre de el apartamento, Evan se levantó y fue a la puerta, recibió nuestra comida y comenzamos a comer amo las papas que acompañan la hamburguesa, saben deliciosas, la moje en ketchup y comí, amaba esto y la malteada de chocolate, esa era la mejor, suspiré al tomar el primer sorbo y Evan sonrió.
–¿Te gustó mi amor?
–Me encanta, sabe deliciosa, gracias. – lo besé.
–Compraré más seguido de esas malteadas, algo en especial deben tener. – me reí.
–Me encanta el libro cariño.
–Me alegro mucho, fue el que me gustó más.
–¿Fuiste a escogerlo personalmente?
–Claro que sí cariño, esto es algo importante para los dos.
–Te amo Evan.
–Yo te amo más. – me besó suavemente, continuamos comiendo, Evan tomó una papá y la mojó en ketchup, la acercó a mi boca y me la comí, cuando terminamos de comer, me levanté a tirar la basura, fui a la cocina, sentí una incomodidad en el vientre bajo, pero no presté importancia, fui a la sala y me senté. – Mi amor, mira. – llegó con un monte de libros en las manos, se acercó y los puso en la mesita.
–¿Qué son cariño?
–Libros sobre el embarazo.
–¿Los leíste?
–Sí, ya los leí todos, quería estar bien informado. – me pareció tierno de su parte y le sonreí, las lágrimas se formaron en mis ojos, comencé a llorar. – No llores mi amor.
–Es que me emocioné.
–Tranquila cariño. – me abrazó y besó mi frente, lloré durante unos segundos más, hasta que pude calmarme, nos quedamos sentados viendo los libros, Evan me habló de cosas que había aprendido, el celular de Evan comenzó a sonar. – es de la empresa, debo contestar. – asentí y se fue a contestar la llamada, volvió unos segundos después. – Mi amor, debo ir a arreglar algo antes de irnos de viaje ¿Quieres venir conmigo?
–No gracias, te espero.
–Está bien, vuelvo pronto.
–Ve con cuidado.
Nos besamos suavemente y salió de el apartamento, continué viendo los libros, comenzó a darme sueño y me quedé dormida. Me desperté, tenía cólicos, cuando tenía cólicos significaba que mi periodo se acercaba, y si mi periodo se acercaba significaba que no estaba embarazada, la tristeza me inundó y comencé a llorar, ahora estaba más que segura de que no estaba embarazada, Evan está tan emocionado, los libros que leyó, yo tenía tanta ilusión de cumplir este nuevo sueño que tenemos como pareja, justamente sonó mi celular, era Evan, me limpié las lágrimas y traté de hablar lo más normal.
–Amor ¿Necesitas algo? Voy saliendo de la empresa.
–No gracias – dije en un hilo de voz – ten cuidado en el camino.
–¿Estás bien nena?
–Sí, sí, estoy bien, tranquilo. – quise romper en llanto.
–Voy a casa en este momento. – asentí como si pudiera verme.
–Aquí te espero, te amo Evan.
–Y yo a ti mi amor.
Colgué la llamada y seguí llorando, unos minutos después entró Evan rápidamente por la puerta, me miró y se acercó a mí, tomó mi rostro entre sus manos y me hizo mirarlo.
–¿Qué tienes cariño? ¿Por qué lloras?
–Lo siento Evan.
–¿Por qué mi amor? Me estás asustando cariño ¿Qué pasó? – Solo lloré, no contesté, Evan me abrazó hasta que me tranquilicé un poco para hablar.
–Es que tengo cólicos y…eso significa que tendré mi periodo pronto…– sollocé – no estoy embarazada…
–Amor tranquila, no pasa nada, apenas es un mes que comenzamos a intentarlo, muchas veces no quedas embarazada a la primera, pero no te preocupes, ya verás que muy pronto vamos a tener una buena noticia.
–¿Y si no puedo embarazarme nunca?
–No pienses cosas así mi amor, estás un poco estresada, es normal que no te embaraces rápido, el estrés dificulta las cosas, pero ya verás que todo está bien. – besó la punta de mi nariz y me abrazó, seguí llorando por un poco más de media hora, hasta que pude calmarme.
–¿Quieres hacerte una prueba para salir de dudas?
–No, porque si confirmo lo que pienso voy a estar triste y no quiero estar así en el viaje.
–Entonces llevaré una prueba por si a caso cambias de opinión. – asentí – ¿Qué quieres hacer linda? ¿Quieres seguir viendo los libros? – negué con la cabeza. –¿Quieres ver una película?
–Solo abrázame.
Evan me tomó en brazos, se acostó en el sillón y me sentó sobre su regazo, me hice bonita y me abracé a él, los cólicos no me importaron, no tenían nada que ver con la tristeza que estaba sintiendo en este momento, Evan besó mi frente y acosté mi cabeza en su pecho, Evan frotó mi espada suavemente, hasta que me quedé dormida.POV EVAN.
Me parte el alma ver a Alisa así, estaba tan emocionada y ahora esa emoción se fue dejándola desanimada, yo también estaba emocionado, pero sé que es pronto porque apenas comenzamos a intentarlo, necesitamos más tiempo y a veces la misma emoción te da nervios y esto causa que sea más difícil embarazarse, pero yo estaré con ella en cada paso, no la dejaré sola, le daré la fuerza que ella necesita para poder cumplir con este nuevo sueño, porque lo cumpliremos, cueste lo que cueste, recuerdo que a mamá la ponía feliz comer chocolates, debo comprarle chocolates a mi Ali. La acosté en el sillón y la cubrí con una cobija, besé su frente y salí rápido de el apartamento, fui a la tienda y compré chocolates de todo tipo, compré nieve de chocolate, un ramo de rosas rojas y una tarjeta, pagué y volví al apartamento, en la tarjeta escribí un pequeño mensaje, tomé el ramo de rosas y la tarjeta, me acerqué a Alisa y besé sus labios suavemente, ella sonrió y abrió sus ojos lentamente, se sentó en el sillón.
–Traje algo para ti. – le extendí las rosas y sonrió.
–Las rosas rojas de el amor, la pasión, el respeto, la belleza y el erotismo.
–Te acuerdas. – le sonreí.
–De todo lo que dices.
–Te amo mi amor.
–Yo te amo más – me abrazó – Gracias.
–Por nada, ¿te sientes mejor? – sonrió y asintió – esto también es para ti. – le extendí la tarjeta y la abrió, decía: “Te amo cariño y sé que un día serás una gran mamá.” – sus ojos se cristalizaron al instante y se le escaparon unas lágrimas, las limpié con mis pulgares y me sonrió, me besó con amor.
–Yo también te amo y tú serás el mejor papá de el mundo.
–Hay más sorpresas.
–¿Más? – preguntó sorprendida.
–Sí. – fui por la bolsa donde venían todos los chocolates y la nieve de chocolate. – cuando mamá estaba desanimada, le dábamos chocolate y con eso se alegraba.
–Eres tan lindo. – rompió en llanto nuevamente, me acerqué y la abracé, besé su frente, tomé un chocolate y lo abrí, lo acerqué a sus labios y abrió la boca, le mordió al chocolate, se comió el chocolate entre lágrimas y pucheros, me quedé con ella hasta que dejó de llorar.
–¿Te sientes mejor? – asintió.
–Lo lamento, no quería ponerme así.
–Tranquila mi amor, te comprendo, ya es tarde, debemos ir a descansar, mañana será un viaje largo.
–Está bien. – me levanté de el sillón y la cargué en brazos, la llevé a la habitación, la deposité suavemente en la cama y le quité la ropa, le quité el sostén y le puse una de mis camisas, se acostó y la cubrí con la cobija, me quité la camisa, iba a quitarme el pants cuando se sentó en la cama.Pobre Ali, al parecer no hay bebé a bordo, ambos estaban tan emocionados, pero Evan está apoyando a su novia, el amor puede con todo...
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NUESTRO PEQUEÑO SECRETO
RomanceTercer libro de la saga "Pequeños" Alisa Adams una mujer hermosa, exitosa e inteligente, está cansada de ser la hija perfecta, la que sigue reglas, la responsable, la hija ejemplo, la que vive con miedo de decepcionar a los que ama. Por primera vez...