CAPÍTULO 33

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–Eres tan lindo.

–Gracias, anda, ve a probarte los bikinis. – me puse de pie y Evan me dio una nalgada.

–Oye.

–¿Te quejas cariño? – me sonrió coqueto.

–Sabes, me probaré los bikinis aquí, ¿no te molesta cierto? No hay una parte de mi cuerpo que no hayas visto, así que no hay problema.

–¿Qué estás tramando?

–Nada, yo soy un angelito.

–Frente a tus papás, pero conmigo eres todo lo contrario querida. – me reí, me quité el sostén y me quité el pantalón, las bragas, quedé completamente desnuda, puse mis manos sobre mi cintura y le sonreí, Evan me miró de arriba abajo. – me gusta ese bikini.

–Pero si no traigo nada.

–Aún así me gusta. – sonreí, comencé a probarme los bikinis, uno era azul, el sostén no tenía tirantes y la pare de abajo me llegaba a media cintura, me di la vuelta, me puse de lado. – se te ve bien.

–Está muy cubierto y está haciendo calor. – Evan sonrió, tomé el negro, era normal. – muy normal – me lo quité y seguí probándome varios, hasta llegar al último, era blanco, era una braga, la parte de arriba era cruzada con una abertura en el centro y la de abajo era una braga que se metía por mi trasero, modelé para Evan.

–Ese es perfecto. – le sonreí, me acerqué a él, Evan me tomó de la cintura y me pegó a él, besó mi vientre suavemente y me sentó en su regazo. – Te amo Alisa.

–Yo te amo más.

–Habíamos quedado que te mudarías conmigo cuando supiéramos de el embarazo.

–Lo sé cariño, pero creo que por lo menos deberíamos esperar una semana después de volver de el viaje, quiero que todo salga bien.

–Está bien, pero solo una semana, no más. – tomé su rostro entre mis manos y lo besé suavemente.

–Gracias por comprender cariño.

–Siempre haré lo que sea mejor para ustedes, pero no te negarás a ir conmigo a darle la noticia a mi familia.

–Para nada, a ellos podemos decírselos apenas vayamos a la cita, es papá con quien tengo miedo.

–Tu debes estar tranquila y si es necesario que hable yo solo con él, lo hago.

–No, no, ustedes dos solos se matan, les daremos la noticia juntos, solo espero que reaccionen bien.

–Relájate mi cielo, todo estará bien.

–Quisiera pensar igual que tú.

–Hoy cumpliré tu deseo en la playa.

–¿En serio?

–Sí, solo que no podremos quedarnos a dormir ahí.

–¿Por qué?

–Primera, porque tu papá se daría cuenta y segunda, estás embarazada y necesitas descansar, no puedes dormir en el suelo.

–Bueno.

Le sonreí y acaricié su mejilla suavemente, Evan me sonrió y me abrazó.

–Te amo tanto Alisa.

–Y yo te amo mucho más. – lo besé suavemente, pero interrumpió el beso.

–Debo vestirme. – dijo y me quejé.

–Está bien.

Me levanté de su regazo y me puse un short que había traído, me acosté en la cama a mirar mi celular, cuando Evan estuvo listo se acercó y acarició mi vientre suavemente.

NUESTRO PEQUEÑO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora