CAPÍTULO 41

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POV EVAN.
A

lisa y yo vamos directo a casa de mis padres, Alisa está nerviosa, lo noto porque no puede quedarse quieta en el asiento, se remueve mucho en el asiento, tomé su mano y deposité un beso en ella, Alisa me sonrió.

–Tranquila, todo estará bien.

–Estoy tratando, pero no puedo. – acarició mi mejilla.

Cinco minutos después llegamos a casa de mis padres, apagué el motor, Alisa cerró los ojos y recargó su cabeza en el asiento.

–¿Estás bien mi amor?

–Es asco, por los nervios. – Me acerqué y acaricié circularmente su vientre.

–Todo estará bien mi amor, ya verás que no tendrás porque preocuparte.

–Es que no solo me preocupan tus padres, también el mío.

–Debes estar tranquila cariño, yo estaré ahí para ustedes, no te dejaré sola en ningún momento. – me sonrió y nos besamos suavemente, unos segundos después bajé de la camioneta y la ayudé a bajar, la abracé por la cintura y comenzamos a caminar a la casa, apenas tocamos el timbre, mamá nos abrió con una sonrisa tan cálida como siempre.

–Me alegro de que hayan llegado. – abrazó a Alisa y besó su mejilla, después se acercó a mí.

–Hola mamá.

–Hola pequeño. – besé su frente y me abrazó, nos dejó pasar y fuimos a la sala, ahí estaba papá, se puso de pie cuando nos vio y saludó a Alisa, después me abrazó a mí.

–Tomen asiento por favor. – dijo papá y nos sentamos frente a él, mamá se sentó a su lado, la abrazó y ella recargó su cabeza en el hombro de papá, amo la relación de mis padres, siempre se han visto con tanto amor, un amor puro, tierno, cariñoso, quiero que mi relación con Alisa llegue a un punto así de lindo.

–Bueno, los escuchamos. – dijo mamá, tomé la mano de Alisa y me dio un apretón por los nervios.

–Alisa y yo venimos a hablar con ustedes.

–Así es, queremos darles una noticia y esperamos que les agrade. – Mamá nos miró emocionada, estaba casi seguro de que tenía una idea de por donde iba la noticia.

–¿Qué noticia? – preguntó mamá con una sonrisa.

–Una noticia que nos hizo muy feliz y estoy seguro de que a ustedes los emocionará mucho. – les dije.

–Evan… – dijo mamá, miré a Alisa y asintió.

–¡Estamos embarazados! – exclamé, papá sonrió y mamá…

–¡Sí! – mamá chilló de emoción y se levantó corriendo de su asiento, se acercó a Alisa, Alisa se puso de pie y mamá la abrazó, Alisa le correspondió al abrazó, papá se puso de pie y se acercó a mí, me abrazó.

–Felicidades, es lo mejor que puede pasarles en la vida, un hijo.

–Gracias papá.

Después papá dejó de abrazarme para abrazar a Alisa, mamá se acercó a mí y acarició mi mejilla con una sonrisa, tenía los ojos llenos de lágrimas.

–¿Por qué lloras mamita?

–Porque me alegro de que mis hijos encuentren la felicidad y estén haciendo crecer la familia.

–Te amo mamá.

–Y yo te amo a ti pequeño.

Besó mi mejilla y volvió a sentarse junto a papá, Alisa y yo nos sentamos juntos de nuevo.

–Adam Hoult, te gané la apuesta nuevamente, ya son dos pagos.

–¿Apostaste mamá? – le pregunté riéndome.

–Tenía un presentimiento y cuando dijeron que venían hablar con nosotros lo confirmé, así que aposté con tu padre, sabiendo que iba a ganar por segunda vez, ya solo falta la tercera.

–Que tercera ni que nada, la tercera no, Ellie aún es muy pequeña. – dijo papá y mamá se rió.

–Cariño mío, eres tan tierno e inocente, Ellie ya creció.

–No, no y no, Ellie es mi princesa y al que se atreva a embarazarla le va a ir demasiado mal. – Alisa miró a mi padre preocupada, estaba seguro de que pensó en su padre y como reaccionaría a esto.

–Alisa ¿te encuentras bien? – preguntó mamá.

–Sí, sí, no es nada.

–¿Cuánto tienes de embarazo?

–Un mes.

–Wow, ya van avanzados.

–Un poco. – sonrió Alisa.

–¿Y cómo te has sentido?

–Algunos momentos bien, otros no tan bien, pero vale la pena.

–Vale mucho la pena ¿te dieron todos los síntomas a ti? – dijo mamá.

–Todos, sin excluir ninguno.

–Comprendo lo que se siente.

–¿Y tú familia ya lo sabe? – preguntó papá.

–Mi mamá y hermano lo descubrieron, pero mi padre aún no sabe nada.

–Hablaremos con él dentro de unos días. – abracé a Alisa de lado y ella recargó su cabeza en mi hombro.

–¿Se acaban de enterar de el bebé? – preguntó mamá.

–Nos enteramos en el viaje. – le dije.

–Adam y yo también nos enteramos en un viaje familiar. – dijo mamá sonriendo.

–Nuestro primer viaje familiar. – dije sonriendo.

–Evan y yo planeamos el embarazo, pero no había tenido ningún síntoma ni nada y creí que no estaba embarazada, pero cuando estábamos en el viaje, parece que el bebé quiso que nos enteráramos y mandó todas las señales juntas. – dijo Alisa.

–Que emoción, seremos abuelos por cuarta vez. – dijo mamá emocionada. – cuando nazca el bebé y necesiten ayuda para cuidarlo, nosotros estamos más que disponibles.

–Gracias. – agradeció Alisa con una sonrisa.

–¿Evan te ayuda y cumple tus antojos?

–Todos mamá, así sean en la madrugada, voy a comprárselos.

–Así debe ser cariño, porque ustedes no sufren todos los síntomas, las hormonas, el dolor de el parto. Un embarazo debe ser compartido.

–Sí necesitan apoyo en algo, no duden en pedírnoslos. – dijo papá.

–Gracias. – agradecimos.

–¿Ya escogieron nombres?

–Tenemos varias opciones, Evan y yo decidimos seguir la tradición de que comiencen con la misma letra. – les dijo Alisa.

–¿Y qué letra es? – preguntó mamá.

–La J, tenemos uno de niña y varios de niño.

–¿Qué creen que será? – preguntó papá.

–Yo creo que es un niño hermoso como su papá. – me miró Alisa sonriendo.

–Yo creo que será una niña igual de preciosa que su mamá. – besé la punta de su nariz.

–Hijo, no quiero desilusionarte, pero las mamás tienen un sexto sentido. – dijo mamá.

–Bueno, si es niño no pasa nada, lo vamos a amar igual y tendremos que planear la niña. – nos reímos, nos quedamos un rato más con mis padres, hasta que atardeció, fuimos a mi apartamento a comer, apenas llegamos, Alisa se quitó los tacones.

–Creo que deberías comenzar a usar otro tipo de zapatos, con el embarazo te cansas más rápido y no quiero que vayas a lastimarte

–Lo sé mi amor. – se acercó a mí y me besó.

POV ALISA.


–¿Estás más tranquila con la reacción de mis papás?

–Mucho, me sentí aliviada de saber que les hizo feliz la noticia.

–Te lo dije. – Evan me abrazó y recargué mi cabeza en su pecho, besó mi frente.

–Te amo tanto Evan.

–Yo te amo muchísimo más – me besó suavemente – pero ya es tarde y deben comer – acarició mi vientre – iré a preparar la comida mi amor.

–Yo te ayudo.

–No mi amor, tu ve a descansar.

–Pero estoy bien, no tengo sueño.

–Cariño debes descansar.

–Y tu debes relajarte.

–Muy bien, entonces vamos, pero te sientas mientras yo preparo la comida.

–Cariño.

–Déjame consentirlos cariño, estos días hemos estado separados y quiero consentirlos, aunque sea los pocos momentos que estamos juntos. – besó mi frente.

–Pero siempre nos consientes.

–No importa, me gusta hacerlo.

–Cariño.

–Mi amor, el bebé quiere descansar.

–¿Y tú cómo sabes eso?

–El bebé, me dijo ‘papi quiero descansar y mami no se queda quieta.’ – me reí al escucharlo hablar con una voz de bebé graciosa. – Así que debes descansar, la habitación o la cocina.

–Pues la cocina.

–Entonces vamos.

Evan me abrazó por la cintura y fuimos a la cocina, me senté y Evan comenzó a cocinar, intenté ayudarlo, pero no me dejó, miré un paquete de galletas de animalito, me levanté y lo tomé, me senté en la barra y comencé a comer.

–Mi amor, no comas tantas galletas porque te vas a llenar.

–Sí cariño, ya te pareces a mi mamá cuando salía de la escuela y me compraba un helado. – se rió, comencé a comer galletas de animalitos, Evan se movía de un lado a otro, cuando comenzó a preparar el pollo, olía delicioso.

–Huele delicioso cariño.

–Y espera a que lo pruebes, voy a preparar algo saludable para ustedes. – me lanzó un beso y le sonreí.

–¿Estoy a dieta?

–No mi amor, solo estamos siguiendo las instrucciones de la obstetra, hoy que estás aquí te cuidaré, ya que no puedo cuidarte cuando estás con tus papás.

–Que papá tan responsable. – le dije coqueta – ¿sabes? Te ves sexy de cocinero.

–Sé lo que tratas de hacer Alisa.

–¿Qué trato de hacer?

–Seducirme, pero es tarde y debo terminar la comida para que comas.

–Que mal, yo quería adelantar el postre.

–Primero comes y después vemos el postre.

–Cariño…

–Dime mi cielo.

–¿Tienes cream cheese?

–En el refrigerador.

–Genial.

Me levanté y fui al refrigerador, saqué el cream cheese y le puse a las galletas, comencé a comer y Evan me sonrió.

Amo a Grace y a Adam, su amor sigue intacto como siempre.

NUESTRO PEQUEÑO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora