–Mi amor… – llamé a Ethan.
–¿Qué pasa cariño?
–¿Puedo tener un poco de el helado que me trajiste? – Lo miré con una sonrisa.
–¿Quieres helado?
–Sí, es que con eso se me subirá el ánimo. – lo miré con un puchero y sonrió.
–Está bien, ya vuelvo.
Me senté en la cama y espere a Evan, me trajo el helado y comencé a comérmelo, estaba delicioso, no tardé casi nada en terminármelo, dejé el vaso en la mesita de noche y Evan se acostó a mi lado, lo abracé y besé suavemente, él sonrió y me pegó a su cuerpo, nos cubrimos con la cobija y nos quedamos dormidos lentamente. Sonó la alarma, era hora de levantarnos, el camino será un poco largo, somos siete horas en el auto, tenía muchísimo sueño, Evan se despertó y se sentó en la cama, yo seguí acostada.
–Mi amor, ya es hora de levantarnos.
–Tengo muchísimo sueño cariño.
–Puedes dormir todo el camino, no te preocupes.
Me senté en la cama, suspiré, Evan se acercó y besó mis labios, lo abracé y él correspondió a mi abrazo.
–¿Podemos llevar chocolates? – pregunté haciendo carita de bebé.
–Lo que tú quieras mi amor.
–Gracias.
–Hay que levantarnos ya mi amor.
Asentí y nos levantamos, me di una ducha rápida, me vestí cómoda y tomé nuestras chamarras, mi bolso y metí lo necesario, Evan estaba en la cocina preparando algo para desayunar, tenía el estómago un poco revuelto y no quería desayunar, salí a la cocina y me acerqué a Evan.
–Cariño, es hora de desayunar. – negué con la cabeza – tienes que desayunar mi amor.
–No puedo, tengo el estómago un poco revuelto por los nervios de el viaje.
–Pero debes comer algo mi amor.
–Más tarde.
–Está bien, llevaré café en un termo.
–¿Puede ser chocolate en lugar de café? – arrugó el ceño confundido.
–Lo que tú quieras. – me acerqué y lo besé suavemente, recargué mi cabeza en su pecho y mis ojos comenzaron a cerrarse. – Cariño – besó mi cabeza.
–Mmm.
–No te duermas aún.
–Es que tengo mucho sueño. – me dio el sentimiento y mi labio inferior comenzó a temblar.
–Cariño ¿Qué pasa?
–Tengo sueño. – rompí en llanto y Evan me abrazó.
–Tranquila mi amor, tranquila, hagamos esto, ve al sillón y acuéstate un ratito, mientras preparo todo, cuando esté listo, yo te despierto. – asentí – pero hay que limpiar esas lagrimitas.
Me limpié las lágrimas y me dio un beso en la frente, fui a la sala y me acosté en el sillón, no tardé en quedarme dormida.POV EVAN.
No sé qué tiene Alisa ¿serán cambios hormonales? Como los de el embarazo o serán los de su periodo, también dijo que tenía el estómago revuelto, tiene sueño ¿Será que nuestro sueño se cumplirá? Quizá podría ser, o no, no tengo idea, pero de todas formas debo cuidarla, aunque no sepamos, es mejor estar preparados por si acaso. Preparé su chocolate y lo puse en in termo, llevé galletas, los chocolates que le compré, estaba por despertarla cuando recordé de la prueba, fui a la habitación, desde que planeamos ser padres, compré varias pruebas de embarazo, tomé dos y las metí a la mochila, creo que es todo, no, las botellas de agua, la cobija. Esto de los viajes en familia es complicado, bajé todas las maletas y todo al auto, después subí nuevamente, tomé a Alisa en brazos, abrió los ojos y le sonreí, besé la punta de su nariz, ella me sonrió.
–¿Ya nos vamos? – preguntó.
–Sí, duerme yo te llevo al auto.
Cerró los ojos y asintió, cerré la puerta del apartamento y fui al estacionamiento, utilizaríamos la SUV para que Alisa tuviera más espacio para relajarse, recliné el asiento y la senté, le puse el cinturón y la cubrí con la cobija, le di un beso en la frente y subí al asiento de el conductor, arranqué directamente a la casa de Alisa, ella ni se movió, estaba tan cansada que ni sentía nada, cuando llegué a su casa, Logan estaba subiendo las cosas a su camioneta con ayuda de Andrew, bajé de el auto, abrí un poco la ventana para que le entrará un poco de aire a Alisa, me acerqué a Logan y Andrew, los saludé.
–¿Y Alisa? – preguntó Logan.
–Estaba muy cansada y se quedó dormida, está acostada en la camioneta. – asintió – ¿Necesitan ayuda?
–Sí, por favor, mientras Andrew y yo subimos esto ¿Podrías ayudar a mi esposa adentro?
–Claro que sí.
–Gracias.
Entré a la casa y fui a la cocina, ahí estaba Addison, me acerqué a ella y me saludó con un abrazo.
–Vine a ayudarla.
–Muchas gracias, esto de los viajes es complicado.
–Digamos que me di cuenta de eso hace rato. – se rió.
–¿Y mi hija?
–Está dormida, estaba muy cansada.
–Que raro. – dijo preocupada.
–No se preocupe que yo la cuidaré.
–De eso estoy segura.
Tomé la hielera y la cargué afuera, era lo último que quedaba, ayude a Logan a acomodar todo y apenas estuvieron listos, comenzamos con el camino, las primeras horas conduje en silencio porque Alisa estaba dormida, a las diez se comenzó a remover en el asiento y abrió los ojos lentamente.
–Buenos días flojita.
–Buenos días cariño.
–¿Te sientes mejor?
–Sí, gracias ¿hace cuánto empezamos el viaje?
–Ya llevamos varias horas.
–¿Y por qué no me despertaste?
–Estabas cansada.
–Pero cariño…
–Tranquila mi amor, está bien. – su estómago gruñó y me reí.
–No te rías Hoult.
–¿Tienes hambre nena?
–Poquita.
–Ahí está tu chocolate y también traje galletas.
–Genial, gracias mi amor.
–No hay de que.
–Lamento haberte dejado preparar solo todo en la mañana.
–No te preocupes mi amor, sé que estás cansada. – tomé su mano y deposité un beso en ella. Desayunó mientras yo seguía conduciendo.
–Está delicioso el chocolate cariño.
–Me alegro mucho de que te guste.
–Amo el chocolate. – canturreó – este camino va muy aburrido.
–¿Qué propones? – le dije sonriendo.
–Nada indecente señor. – le arrugué la nariz y se rió – hay que poner música.
–Adelante, todo tuyo el estéreo.
–Genial.
Lo encendió y comenzó a buscar música, le dio vueltas de todo a todo hasta que encontró una canción “Wildfire” por Seafret. Comenzó a cantar, gritó, cantó y bailoteo en el asiento, yo solo podía reír de verla tan alegre, así siguió hasta que se aburrió.
–Esto es muy aburrido.
–Mi amor, acabas de cantar, bailar y gritar.
–¿Me estás diciendo escandalosa?
–¿Qué? No…claro que no.
–Más te vale Hoult, sabes, tengo sueño, mejor dormiré.
–Está bien, te amo.
–Yo también te amo. – se acostó y estaba cerrando los ojos antes de levantarse de nuevo y me miró. – mi amor…
–¿Qué pasa cariño?
–Quiero papas y dedos de queso con ketchup. – la miré sorprendido, se le estaban antojando cosas, ha llorado por cosas simples, cólicos, ahora que lo recuerdo, también hay cólicos en el embarazo, sonreí como nunca lo había hecho, soy el hombre más feliz de el mundo, no tenía duda de que estaba embarazada, su mamá le vio un brillo especial, estoy seguro de que seremos papás, reí. – ¿De qué te ríes?
–De nada mi amor, ahora mismo te compraré todo lo que quieras. – sonrió y besó mi mejilla, seguí conduciendo, busqué en el mapa algún restaurante de comida rápida cerca, había uno a quince minutos de donde estábamos. – Está a quince minutos ¿Puedes esperar un poco? – asintió.
–Mientras comeré chocolates. – tomó los chocolates y se comió unos cuantos, cuando llegué pasé por el drive thru y pedí los dedos de queso y papás.
–¿Qué quieres de beber?
–Limonada. – pedí la limonada, pagué, me dieron la comida y se la di a Alisa, continué conduciendo, Alisa comenzó a comer, tomó un dedo de queso y me dio para probarlo, no estaban mal.
–¿Se te antoja algo más?
–No gracias, ya me has consentido bastante.
–Y siempre lo haré mi amor.
Se comió todo y guardamos la basura en una bolsa, para tirarla más tarde.
–¿Ya te llegó el periodo?
–Aún no.
–¿Cuándo lo tendrás? – revisó su calendario.
–Está atrasado por tres días, siempre me pasa eso cuando viajaré. – dijo desilusionada, no creo que esta vez llegue cariño, de eso estoy seguro, tomé su mano y deposité un beso en ella. – Ya quiero llegar.
–Lo sé cariño.
Unos minutos después Alisa se quedó dormida y continué conduciendo, dos horas después por fin estábamos llegando a nuestro destino, Alisa se despertó y tenía cara de disgusto.
–¿Te sientes bien mi amor? – negó con la cabeza.
–Creo que voy a vomitar.
–Mierda. – salí de la carretera y apenas detuve la camioneta, Alisa se bajó a vomitar, me bajé rápidamente y sostuve su cabello, acaricié su espalda circularmente hasta que dejó de vomitar. – ¿Cómo te sientes?
–Mal, me duele el estómago. – cruzó sus manos sobre su estómago.
–¿Quieres algo?
–Solo necesito unos minutos de aire libre.
–Tómate el tiempo que quieras. – justamente sonó su teléfono, me acerqué y lo tomé – es tu mamá.
–Contéstale tú por favor. – contesté.
–Hola.
–Evan ¿por qué se detuvieron? ¿Están bien?
–Sí, solo es que Alisa necesita tomar un poco de aire.
–¿Se siente mal?
–Un poco.Ahhhhhhhhhhh, Evan está casi seguro de que será papá, amo a esta pareja!!!.
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NUESTRO PEQUEÑO SECRETO
RomanceTercer libro de la saga "Pequeños" Alisa Adams una mujer hermosa, exitosa e inteligente, está cansada de ser la hija perfecta, la que sigue reglas, la responsable, la hija ejemplo, la que vive con miedo de decepcionar a los que ama. Por primera vez...