CAPÍTULO 29

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Tenía asco y me dolía el estómago, he comido demasiados chocolates y luego los dedos de queso y papas, de solo pensarlo me dan escalofríos, Evan habló con mamá y colgaron unos segundos después, me giré para entrar a la camioneta.

–¿Mejor? – preguntó Evan y asentí.

–Hay que seguir, quiero llegar ya.

–Vamos.

Me ayudó a subir a la camioneta y cerró la puerta, la rodeó y se subió, continuó con el camino, faltaban quince minutos para llegar, me acosté de lado en el asiento y miré a Evan, él acarició mi mejilla.

–¿Te duele mucho?

–Más o menos, estoy muy inflamada.

–Es por todo lo que has comido mi amor.

Con su mano desabrochó mi pantalón y pude respirar mejor, acarició mi estómago circularmente.

–Ya no volveré a comer así.

–Relájate un poco cariño, para que se te pase más rápido. – Evan tomó una botella de agua y la destapó, me la dio. – bebe agua en sorbos pequeños. – hice lo que me dijo, continuó conduciendo hasta que por fin llegamos a nuestro destino. Bajamos de el auto y nos acercamos a saludar a todos.

–¿Te sientes mejor pequeña? – preguntó mamá.

–Un poco.

–Mejor mañana saldremos a comer. – dijo papá, pues hoy teníamos planeado ir a comer todos juntos.

–No papá, no canceles la comida, vayan ustedes, yo me quedo, estaré bien.

–Yo me quedo con ella. – dijo Evan – ustedes vayan a comer, yo cuidaré de Alisa. – me abrazó Evan por la cintura.

–Teníamos planeado ir todos juntos. – dijo papá.

–Sí papá y podemos ir otro día, por el momento vayan ustedes, yo estaré bien, descansaré un rato y estaré bien, pero ustedes vayan a divertirse, no quiero que se detengan por mí. – Mamá miró a papá y ambos aceptaron dudosos.

–Está bien. – dijo mamá.

–Pero volveremos temprano. – dijo papá.

–Genial, Andrew se divertirá un rato. – mamá y papá lo miraron casi matándolo con la mirada. – No me dejaron terminar, se divertirá sanamente.

–Eso espero. – dijo mamá.

Comenzaron a bajar todo, dije comenzaron porque mamá y yo no lo hicimos, ella me acompañó a mi habitación.

–Mami…

–Dime pequeña…

–¿Dónde se quedará Evan?

–Intenté convencer a tu papá para que los dejara dormir juntos, pero es un viejito delicado y lo dejo en la habitación de la otra esquina de la casa.

–Lo sabía.

–Pero no te preocupes por eso pequeña, tú acuéstate a descansar un rato, estás pálida mi amor, ¿Estás segura de que te sientes bien?

–Sí mamá, ya no me duele nada, solo estoy cansada. – mentira, me dolía el estómago aún y tenía asco, pero no diría nada, son capaz de quedarse y no quiero que pase eso, quiero que se diviertan, me siento mal por Evan porque se quedará conmigo y no irá a divertirse. Me acosté en la cama y mamá me cubrió con la cobija, se despidió y salió de la habitación, unos minutos después entraron papá y Andrew a despedirse y se fueron, Evan entró a la habitación y se acercó a mí.

NUESTRO PEQUEÑO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora