CAPÍTULO 30

9K 463 12
                                    

POV EVAN

–Mira Hoult, si no me das como me gusta, te aseguro que no vuelves a tocar este cuerpo. – paso sus manos por su cintura, mi Alisa se veía preciosa, estaba embarazada, sí, embarazada, ya tenía la sospecha y estaba casi seguro, pero aún así, cuando vi la prueba positiva, mi corazón se quería salir de la emoción, estaba tan feliz, la amo tanto, amo tanto a mi bebé, los amo tanto, prometo amarlos, cuidarlos y protegerlos siempre, por ellos sería capaz de dar mi vida, haré todo lo que está en mis manos para protegerlos, Alisa bostezó.

–A dormir señorita.

–Pero no quiero.

–Estás cansada mi amor, debes descansar. – me levanté de su estómago y la cubrí con la cobija besé su frente.

–Me dormiré con una condición.

–¿Cuál?

–Que te quedes conmigo.

–Hecho.

–Hay otra condición, bueno dos más.

–¿Cuáles?

–Que hoy en la noche duermas con nosotros. – puso sus manos sobre su vientre.

–Eso es definitivo ¿Cuál es la última?

–Que me acaricies la barriga. – me miró con carita de bebé y sonreí, me acosté junto a ella y metí mis manos por debajo de la cobija, la abracé y puse mis manos en su vientre y comencé a acariciarlo circularmente, me sonrió y sus ojos comenzaron a pesar, no tardó nada en caer dormida, la cubrí con la cobija y besé su frente, cuando iba a quitar mi mano de su vientre, la tomó y la volvió a poner, me tuve que quedar acostado a su lado, miré mi celular un rato y después me quedé observando a mi hermosa novia, dormía tan plácidamente, estaba tranquila, mis ojos bajaron a su vientre aún plano, dentro de ella estaba creciendo nuestro hijo, y lo mejor de todo es que tendré un hijo con la mujer que más amo en el mundo, mi familia se pondrá muy feliz de saber que la familia crecerá aún más, hace unos días festejamos a los nuevos integrantes de la familia y ahora habrá un nuevo pequeño, después de una larga siesta, Alisa despertó, le sonreí y acaricié si mejilla.

–Buenas tardes dormilona.

–Buenas tardes. – se rió.

–¿Cómo te sientes?

–Estoy muy bien, gracias.

–¿Y el bebé?

–También está bien, está muy feliz.

–¿Y por qué está feliz?

–Porque papi le está acariciando la barriga a mami. – besé sus labios suavemente y sonrió.

–Es hora de comer ¿Qué se te antoja?

–Sándwiches.

–¿Sándwiches? – pregunté, creí que pediría algo diferente.

–Sí, sándwiches.

–¿Nada más?

–Sí, pero espera un poco, aún no tengo hambre.

–Mi amor, debes comer.

–Sí cariño, lo sé, pero si como ahora, me dará asco.

–Está bien, entonces esperaremos un poco.

–Estoy aburrida.

–¿Qué quieres hacer? – se levantó y se sentó sobre mi regazo, comenzó a mover su cadera circularmente, despertando mi miembro, cuando lo sintió, gimió.

NUESTRO PEQUEÑO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora