CAPÍTULO 56

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CAPÍTULO 56.

Sentí claridad en el rostro, abrí los ojos lentamente, Evan estaba completamente dormido, me levanté con cuidado y me puse su camisa, bajé a la cocina y comencé a prepararle el desayuno, estaba terminando de servirlo cuando entró Evan a la cocina, le serví su taza de café.

–Buenos días mi amor. – le dije.

–Buenos días cariño. – se acercó y me dio un beso, le sonreí y le di su taza de café. – Gracias. – sonrió.

–De nada. – bostezó.

–¿Tienes sueño mi amor?

–Un poco, pero estoy bien.

Pobre de mi Evan, tiene sueño por mi culpa, me levanto muchas veces al baño en la noche y se despierta, a veces no puedo dormir bien y no lo dejo dormir y cuando tengo antojos, se levanta a traerlos.

–Lo siento mi amor.

–¿Por qué te disculpas pequeña?

–Porque tienes sueño por mi culpa, no te dejo dormir bien…

–No mi amor, tú no tienes la culpa cariño.

–Sí la tengo Evan, no te dejo dormir y a veces te despierto por mis antojos.

–Escúchame mi amor, no quiero que vayas a aguantarte de ir al baño para no despertarme o de los antojos para no despertarme, este pequeño – puso sus manos en mi barriga – es de ambos, ambos lo creamos con mucho amor, ambos lo cuidaremos y lo amaremos, tú lo estás cargando en tu vientre mi amor y lo menos que puedo hacer es consentirte.

–Aún así no es justo cariño.

–Alisa Adams, no reniegues. – le arrugué la nariz.

–Me hablaste como cuando mi papá me regañaba.

–¿Tu papá te regañaba? – preguntó levantando las cejas.

–¿Qué te hace pensar que no me regañaba?

–Mi amor, eres su princesa…

–¿Estas diciendo que soy una consentida?

–No, no, no, yo no dije eso. – me reí por la cara de susto que puso.

–¿De qué te ríes?

–Del miedo que tienes a dormir en el sillón.

–Eres mala.

–Mejor siéntate y ahora te doy el desayuno.

–¿Puedo ayudar?

–Que no cariño, bebé y mamá consentirán a papá.

–Está bien, me siento.

Se sentó en la barra, terminé de preparar el desayuno y lo serví, me sentí a desayunar con él.

–Te quedó delicioso el desayuno mi cielo.

–Me alegro mucho de que te haya gustado cariño, lo preparé con mucho amor.

–¿Cuál será el menú para hoy?

–No lo sé, podrían ser hamburguesas o pollo.

–¿Qué se te antoja más a ti?

–Me gustaría pollo con ensaladas y pastas, algo diferente.

–Me gusta la idea ¿Quieres que lo preparemos nosotros o encargamos de un restaurante?

–Prepararlo nosotros.

–Entonces cuando terminemos de desayunar, comenzamos con la lista de compras. – asentí y continuamos desayunando, cuando terminamos, Evan lavó los trastes y fuimos a la sala, nos sentamos y subí mis pies al sillón, Evan me besó suavemente. –¿Estás segura de que quieres que hagamos la reunión hoy?

NUESTRO PEQUEÑO SECRETODonde viven las historias. Descúbrelo ahora