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Sanzu permaneció con su oreja junto al pecho del alfa, escuchando el latir de su corazón y el aíre de sus pulmones entrando y saliendo; había perdido la noción del tiempo completamente, estaba tan ensimismado en sus propios pensamientos que realme...

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Sanzu permaneció con su oreja junto al pecho del alfa, escuchando el latir de su corazón y el aíre de sus pulmones entrando y saliendo; había perdido la noción del tiempo completamente, estaba tan ensimismado en sus propios pensamientos que realmente no notó cuando se había quedado medio dormido en el pecho del alfa.
El aroma de Takemichi le relajaba y le calmaba, mucho mejor de lo que alguna droga pudiera hacerlo, en su mente sólo estaba la idea de buscar tenerlo sólo para él sin importar nada más.

-Mikey...

Finalmente un golpe a la realidad, había olvidado que esté alfa no era suyo sino del rey, las cosas del rey nunca se tocan ¿Verdad? Sanzu ya no sabía qué pensar, estaba cometiendo un terrible error al estar aquí y había sobrepasado sus propios limites al besarlo. Fue una sorpresa ver que Takemichi no armó un gran escandalo después de ese beso, incluso le pareció ver que lo había correspondido; saber que no fue rechazado ni dejado de lado le hacía sentir muy feliz en el fondo, aunque en el exterior pudiera parecer otra cosa completamente distinta.

-Sanzu...-Takemichi murmura y el mencionado alza la mirada.- ¿Está bien que haga esto? Tú me odias ¿No es verdad?

Sanzu permanece en silencio por un momento, pues ahora mismo lo que sentía era confuso y además tenía el presentimiento de que en algún momento terminaría con una soga en el cuello. Por algo había venido a aquí, había venido para despejar sus dudas y algo tenía muy claro, y es que Takemichi podría ser su persona destinada, quizá siempre lo fue pero había sido tanta su devoción por Mikey que simplemente lo pasó por alto hasta el día de hoy.

-¿Acaso no ha quedad en claro nada? ¿Crees que beso a cualquier persona que se me cruce por el frente?- cuestiona el omega, sintiéndose un poco ofendido por su pregunta.

-¿Por qué yo?- pregunta Hanagaki, notoriamente preocupado.- ¿Por qué pudiendo elegir de entre todos esos alfas quieres que sea yo?

-porque ninguno de ellos tiene un olor tan especial como el tuyo, mugroso idiota-respondió Sanzu, está vez sus insultos no se sentían mal intencionados a diferencia de otras veces; ahora la manera en que lo dijo sonaba muy relajada.

𝓓𝓮́𝓯𝓮𝓬𝓽𝓾𝓮𝓾𝔁 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora