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El melón fue servido en una bandeja, la señora de servicio la depositó en las piernas del omega y después se marchó

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El melón fue servido en una bandeja, la señora de servicio la depositó en las piernas del omega y después se marchó. Sanzu se quedó cerca por si acaso a Mikey se le ofrecía algo más.

El omega de cabellos platinados degustaba la fruta fresca recién cortada en pequeños trozos, incluso por capricho pidió que fuera adornada con pequeños palillos de plástico que tenían diferentes formas. El dulzor de la fruta ocasiona que la bebé en su interior se inquiete y pateara con fuerza, lo que le causa incomodidad pero no quería dejar de comer por el gran antojo que tenía.
Sanzu se quedó cerca, tan sólo por si acaso quería otra cosa, pero de reojo no dejaba de mirar el ahora prominente vientre del omega. Ver a Mikey así le hacía recordar a cuando su madre estaba embarazada.

De manera indiscreta no dejaba de mirarse su propio vientre, hace seis meses que había tenido su primer y último encuentro con Takemichi, es de esperarse que no tuviera ningún cambio fuera de lo ordinario, pero no podía dejar de compararse.
No quería hijos, pero tampoco dejaba de pensar en el hipotético caso de cómo sería si estuviera en el lugar de Mikey.

- oye - habló Mikey - ¿Acaso estás planeando acostarte con mi alfa?

La pregunta lo descolocó por completo, sobre todo porque pensó que quizá por alguna razón él se habría dado cuenta del día en que se acostó con Takemichi, eso ya hace ya seis meses y creyó que nadie más lo sabría.

- no comprendo la pregunta - lo más sabio que podía hacer era fingir demencia y no entrar en pánico.

- no me creas idiota - respondió Mikey acariciando su vientre - se exactamente la forma en que miras a ese alfa frente a mi - acto seguido, el ambiente se vuelve tengo y aunque no es perceptible, un aura oscura rodeó el cuerpo del de cabellos platinados. - y es gracioso si me lo preguntas, tener una aventura con mi alfa te volvería un traidor, justo como las escorias débiles que ejecutas.
Dime algo ¿Serías capaz de ejecutarte a ti mismo por traidor?

Normalmente gritaría de emoción al ver esa mirada sombría y esos ojos fríos, pero ahora tan sólo tenía deseos de correr, correr lejos y no volver.
Mikey lo estaba mirando como quien mira un animal rastrero, incluso su leve sonrisa era incomoda de ver.

𝓓𝓮́𝓯𝓮𝓬𝓽𝓾𝓮𝓾𝔁 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora