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Todos regresaron a casa finalmente, más de uno aliviado de que Mikey no tuviera nada serio pero no por eso menos tensos

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Todos regresaron a casa finalmente, más de uno aliviado de que Mikey no tuviera nada serio pero no por eso menos tensos.

- Rindou, por favor quema los dorayakis de la cocina - ordenó Hajime, quien sostenía un empaque de unicel entre sus manos, dentro había una ensalada para Mikey. - y cuida que el jefe no te vea ni que se robe otro dorayaki

Rindou hizo caso, así que se alejó de los demás para dirigirse a la cocina, incluso a él le dolería desperdiciar la comida pero era por el bien del jefe.

- y tú Mikey - Hajime se dirigió al omega y le extendió el empaque que tenía en sus manos - a partir de ahora comerás alimentos como estos

- ¿Alimento para conejos? - preguntó al ver lo que contenía, por supuesto no le gustó nada ver que sólo había lechuga, pollo desmenuzado y huevo duro. Él esperaba algo más dulce como taiyakis o algo más salado como una pizza de queso.

- órdenes de la doctora - reprendió Hajime, por supuesto luego vigilará que realmente se haya comido lo que sería su cena para hoy.

Mientras Mikey peleaba con Koko acerca de su alimentación, Takemichi sintió que en la casa había algo que era diferente, por alguna razón tenía la sensación de que algo estaba faltando en la casa. El ambiente estuvo tranquilo al entrar, los pasillos se sentían tan fríos y silenciosos y el azabache recorrió las habitaciones en busca de algo que estuviera fuera de lo normal.

- Sanzu - pronunció suavemente su nombre, pero sus ojos no eran capaces de mirarlo por ninguna parte.

Revisó en su habitación y todo estaba en desorden, pero no un desorden normal como cuando alguien olvida guardar su ropa, sino uno de alguien que recientemente estuviera buscando algo y al no encontrarlo dejó un desastre en su lugar.
Recordó sus palabras, esa amenaza de querer dejar Bonten no fue una broma después de todo, pero si Mikey se entera podrían haber consecuencias y represalias en contra de Sanzu.

Mientras tanto, Mikey sí que había notado que algo estaba faltando, o más bien alguien le hacía falta.

Por lo general siempre había una persona que saltaba a recibirlo cuando regresaba, cuando se lastimaba había siempre alguien que lo llevaba en un parpadeo al hospital, pero hoy se sintió extrañamente diferente.

𝓓𝓮́𝓯𝓮𝓬𝓽𝓾𝓮𝓾𝔁 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora