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- ¡Woah! ¿¡De verdad pueden pagar todo esto!? - preguntó Takemichi al mirar los alrededores de la casa

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- ¡Woah! ¿¡De verdad pueden pagar todo esto!? - preguntó Takemichi al mirar los alrededores de la casa.

A dónde quiera que mire había muchas cosas bastante costosas, muchas de ellas sólo las había visto en subastas por televisión y en revistas para ricos. Ni siquiera él con su salario de trabajo de medio tiempo podría pagar absolutamente nada de eso.
Mocchi y Takeomi observaban cansados como el azabache se paseaba por el penthouse, ciertamente ambos tenían mejores cosas que hacer que servir de niñera para el alfa del jefe.

Sanzu también estaba presente, en realidad permanecía en la casa porque no encontraba por ninguna parte tanto al jefe como a Kakucho, incluso saturó de llamadas perdidas el celular de ambos. Pero no le quedó otra cosa más que sentarse a esperar, rogando para que volviera con vida y sin ningún contratiempo; odiaba enormemente cuando el rey hacía eso, a veces salía sin avisarle o siquiera decirle algo, y entonces le tocaba esperar su llegada para reclamarle.
Había pasado más de una hora y media desde que Mikey y Kakucho desaparecieron, Sanzu no hacía nada más que mirar angustiado los segundos sentirse como horas.

Takemichi por otro lado, estaba entretenido recorriendo la casa, aunque había ciertas partes restringidas, como el sótano, el exterior y las habitaciones de cada uno de los respectivos miembros de la organización.

- Tengo mejores cosas que hacer que cuidar el culo del alfa del jefe - Mochizuki rueda los ojos y se da media vuelta con la firme intención de irse.

- espera ¿A dónde vas? Nuestro trabajo era cuidarlo entre los dos - Takeomi lo detiene antes de que pudiera siquiera dar un paso.

- ¿Disculpa? - Mocchi arqueó una ceja y se soltó del agarre de su compañero - no fui quien le pegó en primer lugar, por una vez hazte responsable.
Ya estás grande para huir de tus responsabilidades.

Takeomi sólo murmura en voz baja, mientras el otro alfa sencillamente se marcha en silencio sin decir una sola palabra. Por supuesto, una de las grandes virtudes que tiene Takeomi es que no es capaz de reconocer sus errores y menos responsabilizarse, no por algo uno de sus hermanos está muerto y el otro es un adicto.
La mirada del alfa se dirige hacia Sanzu, que estaba en la sala mirando atentamente su teléfono.

𝓓𝓮́𝓯𝓮𝓬𝓽𝓾𝓮𝓾𝔁 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora