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Ya en el hospital, Mikey continuaba manteniendo la calma a pesar de tener al cachorro a nada de nacer

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Ya en el hospital, Mikey continuaba manteniendo la calma a pesar de tener al cachorro a nada de nacer.

Quienes en verdad necesitaban un calmante eran la manada de alfas afuera de la sala de partos.

- ¿Cómo era que nacían los bebés? - preguntó Rindou a Ran - creo que falté a esa clase

- ustedes - Kakucho llamó la atención de los Haitani - cállense ya

- pareces una locomotora por tantos cigarros que fumas - se burló Ran al ver la cantidad de colillas de cigarros abajo de los pies de Kakucho.

- ¿¡Cómo que sólo el padre o un miembro de la familia puede entrar!? - exclama Hajime, quien estaba desde hace 10 minutos peleando con una enfermera.

- lo siento - se disculpó por quinta vez la enfermera - es por protocolo, no puede haber más de una persona externa en la sala de partos

- ¡Pero yo pagué este jodido hospital! - grita Hajime intentando entrar a la fuerza.

- ¡Y ya le dije que no puede entrar si no está casado con el paciente o si no es familiar directo! - gritó la enfermera tratando de retener al alfa.

Pese a los intentos de Hajime, no consiguió entrar, y ahora en la puerta había dos enfermeros el doble de grandes y fuertes que Koko.

Pese a los intentos de Hajime, no consiguió entrar, y ahora en la puerta había dos enfermeros el doble de grandes y fuertes que Koko

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𝓓𝓮́𝓯𝓮𝓬𝓽𝓾𝓮𝓾𝔁 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora