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Las manos de Manjiro acarician el cuello del alfa, el pulso de su mano temblaba y una idea intrusiva pasó por su mente

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Las manos de Manjiro acarician el cuello del alfa, el pulso de su mano temblaba y una idea intrusiva pasó por su mente.
Trató con todas sus fuerzas de resistirlo, Sanzu era muy leal a él, por algo lo había nombrado como su mano derecha desde los inicios de Bonten, y desde que Kenchin le había abandonado a su suerte el día que Emma falleció.

Por eso se negaba a creer que él sería capaz de arrebatarle lo único de su pasado que le quedaba, lo único que anestesiaba su dolor y tristeza; pero los instintos de omega son traicioneros, él mismo lo sabía de sobra mejor que nadie. Y los perros, a pesar de ser seres leales a sus dueños; por más amaestrado que estuviera el perro, en cualquier momento podría morder la mano de su dueño.

«Va a traicionarte»

Escuchaba la insistente voz de su cabeza, la voz de sus impulsos oscuros. Y entonces, Mikey perdió todo control de su cuerpo, dejando que esos impulsos lo dominen cegado por el peor escenario que su mente pudo haber creado; sus manos tomaron entre ellas el cuello del alfa, su mirada se afiló y entonces ejerció presión sobre esa parte importante del cuello, cortando así la respiración Takemichi.
Por supuesto, el alfa despierta al sentir su agarre, su respiración fue acortada de golpe y poco a poco se iba quedando sin oxígeno.

-¿Q-que?- alcanzó a decir una sola palabra, sus manos agarran con firmeza los brazos ajenos, en un intento desesperado por desprender las manos de Mikey de su cuello, pero maldita sea la hora en hizo que el omega subiera de peso, porque ahora era mucho más fuerte que antes.

El agarre de un omega dominante es tan fuerte como el de un alfa joven.

Mikey, cegado por los celos aprieta con más fuerza el cuello del alfa, hasta que finalmente el rostro de Takemichi se torna de un color morado y finalmente pierde la conciencia. Fue en este momento cuando el omega reacciona y ve con sus propios ojos lo que había provocado.

Por el pasillo se escucha el grito desgarrador de Mikey llamando desesperado a Takemichi, lo cual alerta a los alfas y omega, que corrieron apenas escucharon la voz de su jefe al sentirlo en grave peligro.

𝓓𝓮́𝓯𝓮𝓬𝓽𝓾𝓮𝓾𝔁 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora