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Creyó que su vista lo engañaba, quizá estaba teniendo una alucinación debido al estrés y el tabaco y ahora acosaba a una persona que se le parecía; pero está persona resultaba tan parecida a su hermano que era inquietante, no podía ser sólo alguie...

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Creyó que su vista lo engañaba, quizá estaba teniendo una alucinación debido al estrés y el tabaco y ahora acosaba a una persona que se le parecía; pero está persona resultaba tan parecida a su hermano que era inquietante, no podía ser sólo alguien que se parezca y ya, incluso tenía esas desagradables cicatrices en la cara.

- Haru... - le llamó en un intento de creer que no era una visión ni tampoco estaba loco.

Está persona no respondió en un instante, tan sólo toma lo que iba a comprar y paga en caja para salir rápido de allí, Takeomi no quería quedarse con las preguntas en el aire, así que comenzó a seguirlo; olvidó las compras que iba a hacer por las prisas.
Haruchiyo estaba intentando caminar a prisa, la bebé en sus brazos comenzaba a inquietarse al sentir a su "madre" tan alterado. Su alfa le esperaba frente a la tienda de dvd's y tenía que darse prisa, no podía quedarse a discutir con viejos fantasmas del pasado.

- ¡Haruchiyo! - gritó el hombre a sus espaldas.

Sanzu miró por el rabillo del ojo y notó a Takeomi que venía caminando a prisa detrás suyo; no podía caminar tan rápido ahora, así que prácticamente le estaba pisando los talones y no tenía forma de defenderse de él.

"si tan sólo tuviera mi espada" pensó Sanzu al sentir como la mano de Takeomi se iba acercando cada vez más a su hombro.

- ¡Te ordeno detenerte, omega! - gritó haciendo uso de su voz de mando.

Sanzu está vez se detuvo en seco, no podía moverse ni tampoco podía correr, ahora estaba prácticamente indefenso ante su propio hermano.

- Haru - habló Takeomi una vez más - ¿Eres tú de verdad? - lo tomó por los hombros, y cómo harían los padres, comenzó a examinar a su hermano de manera minuciosa de pies a cabeza, resaltando a la vista su vientre de 8 meses que le había llamado la atención en un inicio.

- ¿Qué es lo que quieres? - preguntó con enfado, su día iba bien hasta que su hermano apareció para echarlo a perder.

Takeomi estaba perplejo, no podía creer que esté era su hermano, se veía bastante diferente a cómo lo recordaba; su cabello corto el daba un cierto parecido a cuando iba a la primaria, en aquel entonces usaba un corte de cabello bastante rebelde y parches a los costados, casi igual a cómo ahora mismo. Pero de su corte de cabello no quería preguntar, sino de algo que no pasó desapercibido.

𝓓𝓮́𝓯𝓮𝓬𝓽𝓾𝓮𝓾𝔁 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora