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Eso fue el impulso que necesitaba, ya no se quedaría ni un minuto más en Bonten

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Eso fue el impulso que necesitaba, ya no se quedaría ni un minuto más en Bonten. Era contradictorio que el más leal a Mikey ahora estuviera empacando algunas de sus cosas para marcharse de la organización, pero había llegado a su punto en qué ver a su alfa con otro omega se hizo insostenible.
Normalmente Bonten suele despedir a sus empleados de una forma especial, así se evita que divulguen información crucial, pero a él eso le daba igual, no pensaba ventilar información crucial sino que deseaba ya no ver a Takemichi; su problema era con ese alfa no con la organización.

Por suerte cuando todos fueron al hospital con Mikey, nadie parecía preocupado por quienes o qué dejaban atrás, en sólo unos minutos el edificio estaba vacío y todos los ejecutivos estaban en el hospital acompañando a Mikey.

- odio a ese niño... - dijo en voz alta al sentirse libre de expresarse. - si no existiera sería todo más fácil

No tenía tantas pertenecias de todos modos, con un par de prendas bastaría. Tan sólo se llevó una camisa del alfa como recuerdo, mínimo es algo que Mikey nunca notaría y Takemichi no la extrañaría.
Salió del edificio con normalidad, todo su efectivo sería suficiente para pagarse un hotel por un par de noches mientras pensaba en lo que haría más adelante.

Aunque al vagar por las lujosas calles, notó que olvidó algo importante ¡Todo su dinero estaba en su tarjeta de débito! Era el más cercano a Mikey, el que tenía más acceso a información confidencial de la organización, si ellos se enteraban de su renuncia irían tras él para terminar de despedirlo como dicta la tradición de Bonten ¿Y cómo darían con su ubicación? Fácilmente podrían rastrear los cambios en su cuenta bancaria, saber dónde exactamente fue la última vez que hizo un retiro y si pagaba con su tarjeta Koko lo sabría de inmediato. Significa que a partir de ahora tendría que arreglárselas ganando dinero en apuestas, tal y cómo lo hizo en el pasado para independizarse de su padre.

- parece que tendrá que ser a la antigua - se dijo así mismo mirando su cartera. Una cosa buena sí hizo Takeomi, y es enseñarle todos los secretos de los juegos de azar y las apuestas, no por nada siempre le ganaba a sus ex compañeros de escuela en el poker, incluso llegando a ganarle a alguno que otro hombre rico.
Podría decirse que algo hizo bien ese que decía ser su hermano mayor.

𝓓𝓮́𝓯𝓮𝓬𝓽𝓾𝓮𝓾𝔁 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora