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Algo no le estaba gustando de todo esto, definitivamente no era algo normal que todos los guardias se retiren al mismo tiempo, y sobre todo no era normal no verlos a través de las cámaras

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Algo no le estaba gustando de todo esto, definitivamente no era algo normal que todos los guardias se retiren al mismo tiempo, y sobre todo no era normal no verlos a través de las cámaras.
El peligro de que hubiera una amenaza aumentó más el día que la bebé nació, porque eso significa que no sólo había que procurar la seguridad de Mikey, sino también del cachorro.

Hajime tomó su teléfono y marcó al número del jefe de seguridad, sin embargo nadie contestó. El teléfono no estaba apagado, además siempre pidió encarecidamente que se mantuvieran cerca de sus teléfonos por si ocurría alguna emergencia, por eso le pareció muy raro que nadie atendiera la llamada.

¿Deberé de salir a echar un vistazo? — se preguntaba Hajime al ver desde el teléfono de Kakucho las cámaras de seguridad.

Todo esto era sumamente extraño, pero no creía que fuera necesario todavía alertar a Mikey, él y Takemichi estaban agotados por el haber cuidado de la pequeña desde su llegada a casa. Lo mejor era tratar de resolver el problema a la mayor brevedad posible y evitar molestarlos. 

Si nadie respondía entonces debería de ir personalmente a revisar con sus propios ojos. Sólo llevó una pequeña pistola, confiando ciegamente en la mala reputación que rodeaba a este edificio y creyendo tan ingenuamente que nadie sería tan estúpido para acercarse.

tenía que ser justamente hoy que debo hacer un recuento de los gastos de hospital — dijo para si mismo sin esconder su fastidio, tenía mucho trabajo encima como para encargarse también de reprender a los guardias, pero esto era sólo un gaje de su oficio como empleado de confianza.

Salió al corredor, todo estaba en completo silencio, lo cual ponía todavía más en alerta sus cinco sentidos. Ahora más que nunca sentía que había algo que no andaba bien, pero no deseando armar un escandalo por una corazonada continuó caminando por ese largo corredor. 
Ni si quiera cerca de los baños de empleados había algo sospechoso, Hajime comenzaba a impacientarse, si no encontraba a nadie en los próximos cinco segundos encendería la alarma para alertar a todos. Se detuvo un momento, sólo sacó su teléfono personal y buscó mandar un mensaje de texto a una persona especial, sea lo que sea que suceda hoy no quería irse sin asuntos pendientes encima; cuando terminó de mandar ese mensaje guardó de nuevo el teléfono y de pronto algo a la lejanía llamó su atención.

𝓓𝓮́𝓯𝓮𝓬𝓽𝓾𝓮𝓾𝔁 - 𝓣𝓸𝓴𝔂𝓸 𝓡𝓮𝓿𝓮𝓷𝓰𝓮𝓻𝓼 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora