ENTRENAMIENTO

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—¿Por qué no te conocí antes? —estaba con Mateo jugando con su pelota de futbol en uno de los rincones de la bodega que hacía de punto de reunión improvisado de El Circulo. Solo había pasado un día desde mi llegada a este lugar y aun me parecía increíble estar frente al hijo de mi hermano, es tan igual a él, me lo recuerda en todo, como habla, la forma como sonríe, su contextura, pero sobre todo, ese brillo en los ojos que él solía tener era como volver al pasado y ver a Darren cuando éramos niños. Quería protegerlo, necesitaba alejar a mi sobrino de toda esta mierda, él debe tener una vida normal, tiene que romper la mala racha de esta familia, nadie va a robar su inocencia, él hará con su vida lo que decida, solo lo que él elija, de eso me encargo yo.

—Estaba un poco alejada de tu padre—respondí pensativa, ni yo tenía idea de por qué lo conocía hasta ahora.

—Él siempre me hablaba de ti—me tomó por sorpresa esa revelación, creí que mi existencia era desconocida por el niño.

—¿Ah sí?, ¿y que te dijo? —estaba realmente intrigada.

—Que eres su mejor amiga en todo el mundo—sonreí al escuchar sus palabras, Darren siempre solía decirme eso cuando éramos niños—él me dio algo que es tuyo—continuó el pequeño— me dijo que lo guardara para ti hasta que pudiéramos regresártelo—Mateo metió la mano en su bolsillo y me mostró algo que sostenía en su palma, era mi collar, el sol que mi hermano me dio el día que se fue, ¿cómo era eso posible?, lo arrojé al suelo con rabia el día del funeral de mis padres cuando mi hermano no llegó, me arrepentí de ello cientos de veces, creí que ya jamás lo recuperaría —No puedo creer que lo tengas—dije sonriente sosteniendo el collar en mis manos—tu padre me lo dio hace muchos años.

—Lo sé, él tiene la luna, jamás se lo quita—coloqué de inmediato de nuevo el colgante alrededor de mi cuello, me puse a pensar sobre ese día en el cementerio, solo pudo obtener el collar de una forma, él si fue, él me dijo la verdad, si estaba allí, no me dejó sola, estaba para darle la despedida a mis padres, solo que yo nunca lo vi.

—Lamento interrumpir, Darren quiere hablar con todos—Emilia había entrado a avisarnos que mi hermano estaba reuniendo a todos para comunicarnos el plan a seguir. Mateo corrió a los brazos de su madre y Paula me hizo señas para que fuera con ella, me despedí del niño y seguí a la morena.

—¿Cómo estás Lux? —me preguntó Paula cuando la alcancé, aún tenía mis reservas con ella, así que me limité a contestar algo cortante.

—Oye, se que esto ha sido difícil, mucha información que procesar, yo solo quiero que sepas que en realidad nunca he querido mentirte y que realmente te aprecio—no sabía que contestar, estaba muy lastimada por todo lo que ella y León hicieron, gracias a Dios no tuve oportunidad de decirle nada, puesto que al llegar al área de comedor improvisado notamos que todo el personal que se hallaba dentro de la bodega ya estaba reunido y que Darren estaba a punto de dar su discurso. Había solos un puñado de hombres, en total contaba unos 30 más los guardias que estaban afuera, éramos tan pocos a comparación del ejercito que vi cuando estuve con Camila, eso me asustó un poco, me hizo sentir vulnerable. Observaba todo tratando de no perder de vista ningún detalle, pude ver a lo lejos a Mason con una chica que no había visto antes, era delgada y estaba mal herida, parecía más joven que él pero por sus gestos entendí que se tenían mucha confianza, he visto su rostro en alguna parte, estoy segura, esa chica es algo particular, tiene cara de niña pero una mirada de asesina que te hace pensar que si la ves fijo te va a clavar un cuchillo.

—Atención todos—mi hermano apareció frente a todos y de repente toda habladuría y murmullo fue silenciado, puse toda mi atención en lo que mi hermano estaba diciendo—necesito que empiecen a empacar, nos marcharemos pronto, iremos al norte, trataremos de salir por la frontera, hay que movernos rápido, lleven solo lo necesario—la gente a mi alrededor comenzó a moverse sin cuestionar ni un solo segundo las ordenes de mi hermano, todo comenzó a verse caótico, se movían cosas de aquí para allá, gente corría y apretaba el paso transportando mochilas, armas y comida.

Bala PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora