Bala Perdida

VÍNCULO

— ¿Cuándo fue la última vez que tuvo contacto con el oficial Castillo? —la mirada de la oficial Triana se clavaba sobre mi como una estaca inquisitoria, ella estaba de pie frente a mí, el ambiente era muy cálido y húmedo en el pequeño cuarto que estaba haciendo las veces de sala de interrogación, casi podía notar el sudor cayendo de nuestras frentes.

—Este martes a la 1 p.m—respondí sin titubear, aunque la agente Triana parecía ser una mujer intimidante yo ya tenía mucha experiencia hablando con la policía y en realidad si había podido con Castillo ¿por qué no podría con Triana?

— ¿Cuál fue el motivo de su reunión? — siguió preguntando, la mirada profunda de la oficial no me gustaba para nada, era pesada y un poco oscura.

— ¿Estoy en un interrogatorio oficial? —respondí sacando de casillas a la oficial.

— ¿A qué se refiere? —respondió gruñendo Triana.

— Les estoy preguntando agente Triana ¿en calidad de qué estoy en esta estación? ¿Soy testigo o soy me están acusando de algo? — Triana guardó silencio por un momento que pareció eterno y yo me preguntaba si había hecho bien en venir aquí.

— Usted está aquí de manera voluntaria, puede irse cuando quiera—dijo señalándome la puerta con su mano mientras con la cabeza le indicó al par de policías que custodiaban la entrada que podían dejarme salir.

—Entonces supongo que puedo elegir que preguntas responder.

—Tiene que entender que la vida de un oficial está en riesgo—gritó Triana señalándome con su dedo índice— por un momento me pregunté si nuestra investigación era la causa de la desaparición de Castillo, no podría asegurarlo pero tampoco negarlo, aun así no confío en lo absoluto en esta mujer.

—Nada de lo que Castillo y yo hablemos puede cambiar su situación lastimosamente—tomé mi cartera y me levanté de la silla—yo soy la más interesada en que el oficial aparezca, por favor si sabe algo comuníquemelo— salí del lugar dejando a Triana echando chispas y con muchas dudas en mente. Fuera de la estación pude notar como había comenzado a llover fuertemente, lo que impedía que me marchara, mi suerte no podía ser peor, trataba de pedir un taxi escampando en la puerta cuando un mensaje llegó a mi celular.

"Lucas: espero que no tengas mucha resaca"

"Yo: no tengo idea de qué estás hablando"

"Lucas: claro que no, debes tener muchas lagunas mentales"

"Yo: ¿si no me acuerdo no pasó?"

"Lucas: te guardaré el secreto"

"Yo: ¿qué tal el turno en el hospital?

"Lucas: ya estoy por salir ¿por qué? ¿Quieres ir por unas cervezas?"

"Yo: ¡nooo!, no quiero volver a saber de alcohol en un buen tiempo, además estoy atascada por la lluvia, no creo que me mueva de aquí en un buen tiempo"

"Lucas: si no te incomoda y puedes esperarme podría ir por ti y acercarte a tu casa"

Era una propuesta muy tentadora, tomar un taxi en esta ciudad cuando llueve de la forma en la que lo está es prácticamente una misión imposible. Sin embargo, sería algo raro que le pidiera que viniera por mí a la estación de policía.

"Yo: eres muy amable pero en realidad no estoy muy segura"

"Lucas: ¿no quieres que sepa en dónde estás? ¿Qué estás haciendo?"