MOTIVOS

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León

—Acelera maldita sea, hasta esta anciana lo haría mejor que tu— gritaba Leah desde el asiento trasero de la Hummer que habíamos robado mientras tratábamos de salir, aparentemente nos habían dejado huir pero no podíamos ir hasta la bodega que usábamos como guarida hasta asegurarnos de que no nos seguirían, teníamos que abandonar la camioneta y cambiar de vehículo para poder estar seguros. Llegamos al punto de encuentro y pudimos ver el caos producto de que el líder del Círculo estuviese herido, tuve que usar pasamontañas pues según todos yo había muerto, solo un grupo pequeño de personas sabía la verdad y debía mantenerse así, los hombres de Leah eran de confianza pero aun así debía tomar mis precauciones, aunque a decir verdad si ella les había prohibido hablar de mi era casi garantizado que no lo harían, era impresionante el nivel de lealtad que le tienen unos 15 hombres de contextura grande y musculosa, entrenados, asesinos profesionales a la pequeña figura infantil de Leah, ella era su patrona y ellos la seguirían hasta el fin.

Todos teníamos exactamente 5 minutos para salir de ahí cada grupo en un vehículo en diferente dirección y volaríamos los anteriores transportes. Baje del asiento del copiloto y ayude a Leah a cargar el cuerpo inconsciente de Agatha hasta un auto que era más sencillo pero mucho más rápido, noté como Mason fue de inmediato hacia donde Garza sostenía a un Withman ensangrentado, intercambió un par de palabras que fueron inentendibles desde donde yo estaba, hizo una llamada y ordenó que lo sacaran de inmediato de allí, luego vino hasta donde estábamos nosotros y nos fuimos segundos antes de detonar unos explosivos para desaparecer nuestras huellas.

— ¿Cómo está? —dijo Leah preocupada refiriéndose al estado de salud de Withman.

—Estará bien, el doc está listo para atenderlo tan pronto como llegue—respondió Mason sin perder de vista la carretera.

— ¿Qué te dijo? — pregunté intrigado, Mason guardó un segundo de silencio como cuestionándose si debía contestarme y finalmente habló.

—Que nadie en El Círculo puede enterarse que está herido, los hombres no pueden creer que es débil y que llevemos a la mujer a la bodega y la atemos custodiada hasta que él pueda hablarnos.

Ser el líder del Círculo requería mantener una imagen de poderío frente a sus hombres siempre y bajo cualquier circunstancia, Withman era un experto en eso, no inspiraba temor, era más que eso, era respeto, él se había ganado esa reputación y muy pocos tenían las agallas de enfrentarlo, por mi parte yo lo había visto ya susceptible por su lado más débil, su hermana y eso solo me hizo tenerle más respeto pero si otros lo veían vulnerable podrían intentar borrarlo del mapa para quedarse con su puesto y eso no debíamos permitirlo.

Llegamos a la bodega e hicimos exactamente lo que Withman indicó, él por su parte entró caminando apoyado en Garza con rostro de dolor y fue atendido por el doc quien tenía órdenes de guardar en secreto lo que sucedía. Leah y Mason llevaron a Agatha a un rincón de la bodega donde la ataron con cadenas a una silla para después reunimos de nuevo en una mesa que nos hacía de comedor, nos sentamos los tres mientras comíamos latas de atún con pan que era lo único que había en ese moridero y esperamos por horas noticias de Garza quién había entrado al improvisado quirófano donde estaban tratando de extraerle la bala a Withman.

— ¿Qué demonios fue lo qué pasó ahí adentro? ¿No se supone que hiciste el plan perfecto? —dijo Leah en tono irónico y yo sabía perfectamente que más por el fracaso de nuestro plan lo decía porque enfureció con Mason por su comentario en la camioneta, es una chica difícil, seguir órdenes no era precisamente su fuerte y menos si provienen de un hombre como Mason que no pide favores sino da mandatos.

Bala PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora