PRÓLOGO

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Dallas

(2 años después)

Baje del auto que había aparcado segundos antes en el sucio callejón de la puerta trasera del bar de mala muerte al que había venido.

—Ya sabes lo que tienes que hacer, te esperaré en el auto—me dijo bajando el vidrio polarizado de la puerta trasera. Asentí como respuesta.

Me acerqué al portón de hierro donde un guardia me observó escrudiñando mi aspecto, le miré desafiante y este de inmediato movió su cuerpo para permitirme el ingreso, busqué en mi abrigo unos billetes y se los pasé sin mirarlo. Una vez dentro pude notar el lugar perfectamente iluminado, esta era una reunión a plena luz del día y jamás había visto este moridero sin las luces neón y la música estrambótica que lo caracterizaba.

Crucé un pasillo de paredes rojas y cuadros de fotografías a blanco y negro, hasta que finalmente llegué al salón principal, las sillas y mesas estaban apiladas, mientras una mujer delgada con un lunar enorme junto al labio limpiaba el suelo con una cubeta y un trapero sucio.

Mis invitados estaban esperando, y al verme concentraron sus miradas en mí.

—Creí que no vendrías Dallas—me dijo uno de ellos, acercándose para ofrecerme un trago de su bebida—di lo que tengas que decir pronto, no nos gusta estar expuestos, no ahora—vi su tatuaje en forma de circulo inconcluso en su muñeca cuando me pasó la botella de ron para que bebiera directamente de ella, él notó que observaba su tatuaje y de inmediato lo cubrió bajando las mangas de su sudadera.

—Sé que las cosas han estado difíciles para ustedes en estos días—pronuncié.

—¿Difíciles?, nos están cazando imbécil—respondió uno de los sujetos presentes.

El Clan, el nuevo grupo que dirige el trafico de armas en este lado del mundo había pagado una campaña ofreciendo cantidades ridículas por cada miembro de El Círculo que fuese asesinado, así que, ahora mismo, tener ese tatuaje en la muñeca era una sentencia a muerte.

—¿Qué buscas Dallas?

—Hombres—respondí tranquilo encendiendo un cigarro—hombres que estén cansados de estarse escondiendo como ratas.

—¿Para qué? —preguntó uno de ellos.

—Estoy formando un ejército.

—¿Con ex miembros de El Círculo?

—Con miembros de El Círculo—aclaré y ellos rieron.

—El Círculo ya no existe, por si no te has enterado—sonreí de medio lado dándole una calada a mi cigarro con calma

—Estamos listo para volver—respondí con calma.

—¿Estamos?, ¿Quién? —preguntaron.

—Un Withman por supuesto—respondió una voz femenina desde la barra del bar. Ahí estaba ella, quien había prometido que me esperaría en el auto. Todos giraron a verle asustados como si fuera un fantasma.

—Digan a todo el que conozcan, que El Círculo está reclutando a sus miembros, todo el que quiera dinero o venganza puede venir con nosotros.

—¿Y qué es señorita, lo que usted planea hacer? —preguntó la chica que supuestamente estaba limpiando el suelo del bar anteriormente.

—Lo mismo que siempre hago—respondió ella bebiendo un trago con calma—buscar a mi hermano.

FIN

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Amigos!!!, hoy termino un viaje que inicié hace tres años, oficialmente Bala Perdida terminó, no puedo creer que al fin  haya escrito esa palabra de tres letras tan dificil de alcanzar. Estoy muy feliz de anunciar que esta historia continuará, si llegaste hasta aquí y me acompañaste en este viaje, muchas gracias. 

No me queda más que esperar que BRILLEN COMO SIEMPRE

Bala PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora