DULCE VENGANZA PARTE I

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Darren

Conozco a un par de personas que morirían por mí y yo por ellos, les llamo familia aunque no llevan mi sangre. No maldigo mi historia ni nada de lo que pasó, fue como tuvo que ser y de no haber sido no tendría a mis amigos, a mis hermanos.

Hace 10 años

—Nadie conoce el nombre real de su padre, se cuidó siempre de ocultarlo bajo el alias El Diablo y junto a su hermano alias Marqués lideraron El Círculo por años, son muy reacios a contar lo que sucedió pero se lo digo, la cabeza de su padre dentro de la organización cuesta mucho dinero, dicen que los traicionó para irse llevándose una buena cantidad de dinero y casi entregando a su hermano a sus principales enemigos, una mafia naciente llamada la tribu, desde entonces Marqués lo busca para ajustar cuentas.

Garza estaba recuperándose satisfactoriamente en el hospital, sus heridas estaban sanando y él recuperaba su característico estado de ánimo, fue cuando decidí ir a visitarlo, tenía que darle la cara, lo había tratado como un imbécil mientras él estaba jugándosela toda por tratar de conseguir información que me ayudara. Paula no se movía de su lado ni un solo instante desde que lo operaron y se había encargado de contarle todo lo que había pasado conmigo desde que descubrí la verdad. Estaba muy avergonzado y temeroso de la reacción de mi amigo, si bien Paula me había perdonado el asunto con Garza era muy distinto, entendería si no quiere disculparme, es decir casi pierde la vida mientras yo me la pasaba con la maldita que ideó todo esto culpándolos injustificadamente. Mi rabia por Camila había crecido casi como si fuera un cáncer en mi sangre, cada vez que recordaba sus palabras, sus besos, cuando me mentía mirándome a los ojos me daban unas inmensas ganas de vomitar, la quería lejos, a kilómetros de distancia pero no podría hacerlo hasta conocer toda la historia y eso solo lo podría hacer hablando con Esteban.

—Hey—entré saludando a su habitación en el hospital, tenía miedo de llamarlo bro, quizá el ya no consideraba que teníamos ese lazo, así que lo mantuve sencillo y solo lo salude casualmente. El giró a ver hacia la puerta para encontrarme entrando a hurtadillas, como un ladrón con pequeños y silenciosos pasos hasta llegar frente a su camilla, Paula, quien estaba sentada a su lado se levantó para saludarme.

—Será mejor que los deje solos, tienen mucho de qué hablar, estaré afuera si necesitan algo, no rompan nada por favor—dijo Paula medio en broma medio en serio.

— ¿Cómo está? —dije tratando de romper el hielo, él me miraba un poco desconfiado.

—Bien, parece que su novia y sus amigos no lograron matarme—respondió un poco irónico.

—Lo siento Garza, de verdad, ustedes tienen que perdonarme, fui un imbécil.

—Es cierto y aunque me encantaría seguir escuchándolo no tenemos tiempo para eso— Garza estaba siendo bastante severo y no lo culpaba— ¿ella no sabe que estoy aquí verdad?

—Por supuesto que no—me apresuré a decirle—solo estoy con ella porque Paula me convenció de que...

—Lo sé, ella me lo contó—me interrumpió—no debe saber dónde estoy, deben estar buscándome.

— ¿Quiénes Garza? ¿El Clan? —no tardé demasiado en exponerle mis dudas.

—No lo entiende Withman, El Clan es solo una fachada del Círculo para reclutar gente en las universidades y su noviecita los dirige desde hace 2 años—guardé silencio procesando todo lo que me estaba diciendo. Camila aprovechándose del poder que le confería ser la representante general había infiltrado a una organización de traficantes de armas para que reclutaran gente en el campus, me detuve por un momento, creo que a pesar de haber escuchado todo a cerca de ella no quería creer lo peligrosa que podía llegar a ser, era como si me hablaran de una persona totalmente diferente, alguien desconocido, no la mujer que hasta hace poco creía amar.

Bala PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora