un lugar en donde podrás echar a volar tu imaginación;
junto a eddie munson,
o joseph quinn 🎲
- no acepto la copia ni la traducción de ninguna de las historias publicadas en este libro.
🏅#144 en 𝘴𝘵𝘳𝘢𝘯𝘨𝘦𝘳𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴
🏅#110 en 𝘦𝘥𝘥𝘪𝘦𝘮�...
RESUMEN: Joseph y Alessia se enamoraron durante las grabaciones de Stranger Things. Ahora, están bajo el ojo público y deciden dar un gran anuncio a sus amigos. No obstante, Alessia cambia el rumbo de las cosas sorprendiendo a su prometido.
ADVERTENCIAS (!): lenguaje malsonante, insinuación sexual, mucho amor.
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━━LA GIRA DE PRENSA HABÍA COMENZADO. Estábamos en la tercera ciudad de nuestro itinerario junto a todo el elenco y mi ansiedad comenzaba a crecer.
Durante mi corta vida profesional había participado en pequeños roles en películas o shows de televisión, pero ninguno tan importante como este. Realmente era difícil acostumbrarse a la maravillosa vida de Hollywood, es decir, esto era un sueño hecho realidad; pero todos los otros factores que afectan una vez que te pones debajo de la luz pública hacia un inmenso contraste en mi vida personal.
— ¿Todo bien? — siento que Joe murmura hacia mi con preocupación. Salgo de mi trance en un punto muerto de la habitación y lo miro. Ojos grandes, cafés y dulces observan en mi dirección y después hacia mis manos, donde mis dedos jugaban nerviosamente con los anillos adornados en ellos.
— Sí, todo está bien, solo estoy nerviosa, es todo. — respondo con una sonrisa avergonzada. Él frunce los labios y me da una suave caricia en la espalda como consuelo. Apoyo mi mano en el mango de la silla y miro en su dirección con una media sonrisa.
— Relájate, todo saldrá perfecto. — su acento espeso me reconforta. Le murmuro un gracias íntimamente y suspiro cuando su mano apretó levemente la mía. Tenerlo a mi lado me tranquilizaba.
Joe y yo nos habíamos conocido durante las grabaciones de Stranger Things, precisamente en la primera tabla de lectura cuando estábamos a punto de empezar a rodar la tercera temporada. Recuerdo como Joe se acercó a mi y se sentó en el asiento vecino, para después saludarme con una de las más brillantes sonrisas que había visto nunca.
Aún podía sentir esa electricidad inundar mi espina dorsal al recordar cada vez que inocentemente intercambiábamos chistes tontos entre tomas, o las innumerables veces que tuvimos que grabar durante toda la noche con Maya, Natalia y Keery, trayéndome un café cada vez que podía a tal punto que se convirtió en una dulce tradición que calentaba mi corazón. Nuestra química en el show era evidente, pero todo aquello traspasó la pantalla al punto de que caí completamente enamorada del británico que interpretaba a un oscuro metalero con personalidad de oso de peluche.
