un lugar en donde podrás echar a volar tu imaginación;
junto a eddie munson,
o joseph quinn 🎲
- no acepto la copia ni la traducción de ninguna de las historias publicadas en este libro.
🏅#144 en 𝘴𝘵𝘳𝘢𝘯𝘨𝘦𝘳𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴
🏅#110 en 𝘦𝘥𝘥𝘪𝘦𝘮�...
RESUMEN: Eddie extraña a su chica y espera ansioso la hora de almuerzo para poder verla, pero comienza a arder en celos cuando la ve juguetear con alguien más.
primera parte
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━━SNOW NECESITABA HUNDIR LA CABEZA EN UNA CUBETA de hielo con urgencia. La noche anterior no durmió lo suficiente por haber estado con sus tarjetas de estudio para preparar el inminente cuestionario que hoy había rendido. Estaba nerviosa, debía mantener sus calificaciones para poder entrar a la universidad el año siguiente, y las materias científicas no era para nada su fuerte. Su semblante era de puro cansancio, con el dolor martillándole los sienes.
Snow cruzó la entrada de la cafetería y el ambiente frenético la aturdió ligeramente. La hora del almuerzo significaba que el lugar estuviera repleto, por lo que la ojiverde optó por caminar a través del espacio y ubicó las primeras caras conocidas frente a ella. Llegó hasta la mesa que estaba conformada por Robin, Oliver y Max, quienes de inmediato notan su presencia.
—¡Hey! ¿Qué tal te fue en el examen de Click? —, el joven pelinegro le pregunta una vez que la nota llegar. Snow le da una mirada perezosa y resopla al mismo tiempo que se deja caer en el asiento a su lado.
—No lo sé, espero no reprobar —, Snow murmura con voz pequeña y apenada. Oliver intenta darle una sonrisa de motivación pero falla en el intento, esbozando una mueca divertida que a Snow le hace gracia.
—Jamás lo haces, mocosa. Estoy seguro que sacarás un diez y nos patearás el culo a todos una vez más —. Oliver bromea en su dirección para luego apretar la nariz de Snow. Ella saca sus manos de un golpe y ríe con jugueteo, para luego chocar ligeramente su hombro con el suyo una vez que se reincorpora en su asiento.
—¿Qué tal va todo con Lucas, Max? —, Snow pregunta con interés hacia la pelirroja de primer año, a la vez que le roba una fritura a Oliver desde su bandeja. Este la mira con diversión y desliza su brazo por el respaldo de la silla de Snow y se acomoda relajadamente en su asiento.
La pecosa se encoge de hombros con desinterés—. No lo sé, desde que está en el equipo de baloncesto se ha vuelto un idiota.
—Bueno... eso es verdad —, Robin opina con una mueca—, pero siempre será Lucas, no creo que esta sexta ruptura entre ustedes sea la definitiva.
Snow y Oliver sueltan sonoras carcajadas ante el chiste piadoso de Rob, quien al ver la mirada penetrante de la ojiazul solo se limita a rodearla con sus brazos y chillar como una niña por su perdón. Max también ríe, negando con la cabeza al ver como sus amigos de años superiores podían actuar tan infantilmente.
