un lugar en donde podrás echar a volar tu imaginación;
junto a eddie munson,
o joseph quinn 🎲
- no acepto la copia ni la traducción de ninguna de las historias publicadas en este libro.
🏅#144 en 𝘴𝘵𝘳𝘢𝘯𝘨𝘦𝘳𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴
🏅#110 en 𝘦𝘥𝘥𝘪𝘦𝘮�...
RESUMEN: Joseph adoraba despertar a su chica por una ronda de ardiente sexo mañanero cuando no tenían que levantarse para ir al set de rodaje.
(!) smut +18
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━━DORMIR ES FANTASTICO.
Sí, realmente era uno de mis pasatiempos favoritos durante mis días libres. Sobre todo cuando el cansancio era tremendo y me lanzaba directo hacia las sabanas para dormir hasta las doce de la tarde del día siguiente.
No obstante, mi sueño se estaba viendo interrumpido por las mañanas por una razón que tenía ojos brillantes y una boca juguetona que se escabullía por la piel de mi hombro para intentar despertarme con suavidad. Esbozo una sonrisa somnolienta aún sin poder abrir los ojos, pero percibiendo la forma en que sus labios trazaban pequeños besos en mi piel y resoplando cuando su respiración caliente llega a mi oído.
— ¿Estás despierta? — ronronea con voz ronca, provocando que mi piel se erice al instante y que el conocido fuego matutino en mi vientre comience a construirse. El tono de su voz me hace saber que está en ese humor, haciendo que las cosquillas en mi mitad inferior se hagan mas intensas.
Mascullo un sonido de afirmación y abro totalmente los ojos, apreciando como los rayos de sol bañaban sutilmente la piel blanca de su espalda, su mirada café es tranquila y juguetona, mirando en mi dirección con interés. Diviso como el collar de plata que cae sobre sus clavículas, la manera en que la barba rodea sus labios y como sus hombros se delinean con fuerza me están estimulando el doble esta mañana.
Siento su gran palma tocar mi estómago desnudo, para luego trazar pequeñas figuras abstractas en la piel. Sus besos vuelven a repartirse a lo largo de mi piel, haciendo su camino hasta mis labios que ansiaban por él. Entierro mis dedos en la parte posterior de su cabeza para hundirlo en mi boca en un caos de lengua y dientes. Era un beso sucio, desordenado, donde ambos podíamos expresar la urgencia que teníamos por sentir al otro.
Sus dientes muerden mi labio inferior y gimo agudamente ante la sensación. Sus aureolas se vuelven oscuras al oírme y lleva sus besos húmedos hasta mi cuello, donde succiona la piel y luego lame con suavidad para alivianar la pequeña picadura. Su cuerpo comienza a inclinarse por sobre el mío con necesidad, sintiendo como el aire en la habitación empezaba a sentirse más pesado.
Un jadeo abandona mi boca en el momento que le da atención a mis senos desnudos, los cuales no me molesté en vestir por haber estado toda la noche retorciéndonos de placer en su cama. Aún cuando estuve derritiéndome por horas bajo su cuerpo, nunca teníamos suficiente del otro.
