40: 𝐰𝐚𝐧𝐧𝐚 𝐛𝐞 𝐲𝐨𝐮𝐫𝐬

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RESUMEN: Eddie y su nula capacidad de confesar sus sentimientos le traerán consecuencias que no le agradarán en absoluto.

 


segunda parte [¡leer nota!]

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Después del encuentro entre Vincent y Eddie, el ambiente en la mesa de Hellfire ha estado tenso. 

Desde el desafortunado —e imbécil— comentario de Munson, el pelilargo la intentó contactar a través del teléfono después de la escuela. El muchacho esperaba ansiosamente, recargado en contra de la pared y rodando el cable del aparato entre sus dedos con desconcierto; la línea sonaba y sonaba, pero no habían rastros de que Vincent respondiera el llamado. 

Eddie bufó, indignado. Apretó el mango del teléfono entre sus dedos, y antes de escuchar el último sonido, lo encajó con fuerza en donde pertenecía, con un ruido sordo. 

Carajo. — Munson maldijo entre dientes, mirando a través de la ventana de su remolque para observar el cielo. Estaba anocheciendo, probablemente eran alrededor de las nueve la noche, por lo que no dudó en tomar las llaves de su camioneta y salir corriendo hasta el vehículo. 

Munson, como el hombre hiperquinético que es, bajó las escaleras del porche y en el intento de ganar el mayor tiempo posible, se tropezó con una de las viejas macetas que su tío Wayne conservaba alrededor. Eddie maldijo entre dientes, y a través de sus pestañas pudo apreciar a su vecina Max, quien lo observaba desde el otro lado con una ceja alzada y una expresión que no supo descifrar.

Oh. Hola, Max. ¿Qué hay? —. El chico saludó desde su lugar, de rodillas en el suelo mientras intenta de sacudir su jeans de la suciedad, mostrando una sonrisa nerviosa y disimulando el dolor.

La pelirroja rodeó los ojos burlonamente. No le caía mal Eddie, a pesar de lo insistente que resultó en el pasado para que se uniera a jugar Calabozos y Dragones con el club. Pero no era una mala persona, ella no creía en todas los injustos prejuicios que los pueblerinos de Hawkins le tachaban.

¿Estás enamorado de Vince, verdad?

Eddie tragó saliva, y pudo recomponerse en ambos pies mientras se limpiaba a si mismo del césped en su ropa y miraba a la pelirroja con ojos nerviosos. 

Y-yo, no lo sé. E-es decir. Joder. — las palabras se enredaron en su garganta, sus dedos se entrelazaron en la parte posterior de su melena rebelde con frustración —. Tu la conoces, Max. ¡Es Vincent! la chica mas jodidamente perfecta de este puto pueblo, la única que me trató como alguien decente. Todos la adoran, incluso cuando se junta con los raros como yo. Ella nunca podría fijarse en mi, no soy lo suficientemente bueno para ella. Jamás podría ser bueno para ella.

𝐑𝐎𝐂𝐊𝐒𝐓𝐀𝐑, 𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 | 𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐦𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧 & 𝐣𝐨𝐞 𝐪.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora