𝐑𝐎𝐂𝐊𝐒𝐓𝐀𝐑, 𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 | 𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐦𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧 & 𝐣𝐨𝐞 𝐪.

05: 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐢𝐭𝐚

RESUMEN: Eddie se siente genuinamente atraído por Olivia, la hermana de Mike. Un día, decide por fin pedirle salir a la chica de sus sueños, pero las cosas comienzan a salir mal por culpa de un ente maligno de otra dimensión.

ADVERTENCIAS (!): lenguaje malsonante, spoiler!s4.

segunda parte

━━ESCUCHO A MIKE TROTAR ESCALERAS ABAJO PARA ABRIR la puerta, por lo que me separo rápidamente de la ventana y me siento en la orilla de la cama escuchando como la voz de Eddie saluda a mi hermano por su apellido. Mi estómago se revuelve y la molestia vuelve a inundar mi pecho rememorando nuestra discusión de hace unas horas. Doy un suspiro y muevo mi cuello ante la tensión que se acumuló rápidamente en mi nuca ante el estrés de la situación.

— ¿Con Olivia? — siento como Mike pregunta confundido en la planta baja. — ¿Para qué quieres hablar con mi hermana?

Abro mis ojos como platos cuando escucho su pregunta. Mi pecho da un salto y maldigo a Munson entre dientes, es exactamente lo que no esperaba que le dijera a Mike.

— ¡Liv! — grita desde el primer piso. Resoplo y me armo de valor para salir de mi habitación y bajar cuidadosamente los peldaños de la escalera. Me dejo ver cuando detengo mis movimientos en el pequeño descanso y veo a Eddie mirar automáticamente en mi dirección con sus manos escondidas en los bolsillos de su campera.

— Eddie quiere hablarte sobre una tarea de literatura. — Mike me explica aún con la confusión presente en su rostro. Me cruzo de brazos y asiento con la cabeza, para seguir bajando hasta llegar al suelo de la sala. Mi hermano me da un vistazo con una ceja en el aire y frunce el ceño. Eddie y él tenían la misma altura a pesar de que fuera menor, lo que me parecía divertido.

— Sí, será rápido. No te preocupes. — le digo a mi hermano secamente esbozando una pequeña sonrisa sin gracia. Mike abandona la habitación encogiéndose de hombros sin interés para caminar hasta la cocina. Una vez que nos encontramos solos me giro hasta Eddie y lo miro con seriedad. — ¿Y bien?

Esboza una mueca ante mi tono indiferente y mira brevemente hasta sus pies antes de levantar la mirada otra vez. El color café en sus ojos era brillante y por primera vez quedo anonadada ante la calidez que reflejaban sus aureolas a pesar de su carate oscuro.

— Venía a disculparme por lo de hoy. — su voz ronca dice con arrepentimiento. — Realmente no quise decir lo que te dije esta tarde. — prosigue mirando alrededor de la habitación desviándose de mi atención. Conozco a Eddie de hace mucho tiempo pero jamás relacionándome directamente con él, sin embargo, solo gracias a este día podía adivinar que esos gestos vagos eran por su inquietud.