un lugar en donde podrás echar a volar tu imaginación;
junto a eddie munson,
o joseph quinn 🎲
- no acepto la copia ni la traducción de ninguna de las historias publicadas en este libro.
🏅#144 en 𝘴𝘵𝘳𝘢𝘯𝘨𝘦𝘳𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴
🏅#110 en 𝘦𝘥𝘥𝘪𝘦𝘮�...
RESUMEN: Durante el receso de primavera, Eddie ha hecho algo horrible al que, se supone, es el amor de su vida.
libro disponible en mi perfil, con un pequeño adelanto a continuación
parte final
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Una joven Cassie de 16 y un joven Eddie de 18 años. En casa de Jonathan. Hawkins, Otoño de 1984.
Punto de vista de Cassie
━━EL RECESO DE PRIMAVERA HABÍA LLEGADO A SU FIN, y las clases volvían a la normalidad, sin embargo, no había visto a Eddie desde el día anterior al baile ni tampoco se molestó en hacer una llamada al teléfono de casa.
Mi pecho tenía una sensación desagradable que no se lograba desaparecer con nada, pero luchaba con evitar que aquello atormentara el resto de mis días. Las vacaciones sin él no fueron tan horribles como lo pensé, de hecho, con Steve nos habíamos hecho muy amigos desde entonces y pasamos agradables ratos juntos durante el receso, saliendo a dar caminatas nocturnas o yéndolo a visitar a su trabajo en Family Video cuando el flujo de gente no eran tan demandante. Estar a su alrededor hacía parecer todo más simple y mucho menos engorroso.
En el caso de Robin, hubo un par de días en los que se me unió a la idea de holgazanear por unas horas en la tienda de Steve, dónde por su cuenta descubrió que no era un idiota que se preocupaba mas por la cantidad de productos que le echaba a su cabello que por aprobar las materias que había fallado mas de una vez, como literalmente le dijo ese día, provocando una gran carcajada de Steve y presumiendo que su cabello era pura herencia del magnífico ADN de los Harrington.
No creo recordar haberme reído tanto durante el año a comparación en como lo hice durante las vacaciones de primavera junto a ellos.
Sin embargo, la realidad cayó como un balde de agua fría sobre mi cabeza cuando me planto frente a la secundaria repleta de estudiantes quejándose de que el receso debió haber durado un poco más, con los cuales concuerdo silenciosamente.
Camino por el frío pasillo esquivando a los cuerpos que se entrometían frente a mi por accidente, con pasos rápidos para llegar a mi taquilla y poder sacar los libros necesarios para la primera clase de hoy. Sin embargo, un conjunto de miradas provocan que mire ligeramente a mi derecha, dando un vistazo a un grupo de chicas que miraban en mi dirección con una expresión extraña. Frunzo el entrecejo con confusión pero decido ignorar, pensando que probablemente sea por qué Steve y yo ahora éramos bastante cercanos y eso descomponía a la mayoría de las animadoras de primer año que suspiraban por él.
Ahogo una risa ante lo ridículo que sonaba en mi cabeza, divisando por fin como llegaba a mi casillero y podía detenerme a colocar el código numérico en el cerrojo. Abro la puerta de metal y hurgo entre mis cosas personales para encontrar el libro de biología que necesitaba utilizar, sintiendo una presencia a mi costado que me provoca desviar mi mirada del interior de la taquilla.
