un lugar en donde podrás echar a volar tu imaginación;
junto a eddie munson,
o joseph quinn 🎲
- no acepto la copia ni la traducción de ninguna de las historias publicadas en este libro.
🏅#144 en 𝘴𝘵𝘳𝘢𝘯𝘨𝘦𝘳𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨𝘴
🏅#110 en 𝘦𝘥𝘥𝘪𝘦𝘮�...
RESUMEN: Joseph y Alessia se enamoraron durante las grabaciones de Stranger Things. Ahora, están bajo el ojo público y deciden dar un gran anuncio a sus amigos. No obstante, Alessia cambia el rumbo de las cosas sorprendiendo a su prometido.
ADVERTENCIAS (!): lenguaje malsonante, lenguaje sexual semi-explícito.
parte final
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—LAS MOLESTIAS EN MI ESTÓMAGO HACEN que me remueva con incomodidad, soltando un pequeño quejido cuando percibo como la bebé dentro de mi vientre se agita con fuerza. La mano de Joe estaba aún posada en mi tripa de seis meses, pero no se despierta en absoluto ante el movimiento. Resoplo en medio de la oscuridad de nuestra habitación, y con la ayuda de luz de la luna que se filtraba por la ventana miro con ojos entrecerrados el reloj en la mesita de noche. 4:24 am.
Mi esposo soltaba pequeños ronquido a mis espaldas, totalmente sumido en los brazos de Morfeo, al cual últimamente no he visitado gracias a que a nuestra hija le encantaba moverse durante las madrugadas y despertarme. Pasan unos segundos y otra patada viene, provocando que me sobresaltara bruscamente colocando mi mano encima de la de Joe, cerrando los ojos con fuerza para aguantar la agitación del bebé dentro.
Puedo notar los movimientos de Joseph detrás de mi cuerpo, despertando de a poco para luego estirar su cabeza por encima de mi hombro y mirarme con ojos somnolientos.
— ¿Te ha vuelto a despertar? — pregunta con voz ronca a causa de haber dejado de dormir. Asiento en afirmación y él procede a tomar mi cadera y girarme de a poco para descansar sobre mi espalda, para después bajar a la altura de mi vientre y reposar sus labios en el mientras daba suaves caricias por encima de mi camisa de pijama. Esbozo una pequeña sonrisa ante la enternecedora imagen; era algo que veía todas las noches y todos los días, pero jamás dejaba de maravillarme la forma en que su simple voz y sus caricias lograban calmar al bebé dentro de mi barriga.
— No está dejándome descansar — le digo con voz infantil, mostrando un puchero en su dirección. Sus ojos suben hacia mi y esboza una pequeña sonrisa apenada.
— Vamos, princesita... debes dejar a mamá dormir — Joe habla contra mi vientre cubierto por el algodón de la camiseta, mientras que seguía dando suaves mimos con su mano izquierda adornada con el brillante anillo de oro en su dedo anular. Descanso mi cabeza en el respaldo de la cama y subo a acariciar su cabello desordenado, sin dejar de observar como sigue hablando muy concentrado con nuestra hija. — Tu y yo tendremos una conversación seria cuando estés aquí junto a nosotros ¿sabes? — agrega frunciendo las cejas para finalizar y esbozo una risita ante su tono.
