𝐑𝐎𝐂𝐊𝐒𝐓𝐀𝐑, 𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 | 𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐦𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧 & 𝐣𝐨𝐞 𝐪.

35: 𝐛𝐚𝐛𝐲 𝐝𝐚𝐝𝐝𝐲

RESUMEN: Eddie y Phoebe están listos para enfrentar las consecuencias de ser padres adolescentes.

parte final

━━EL CALUROSO SOL DE VERANO DABA LA BIENVENIDA AL MES DE JULIO, y junto a ello, las merecidas vacaciones que Phoebe y Eddie tanto esperaban. Luego de una ajetreada primera parte del año, la familia Munson estaba instalada en la camioneta desde hace unas horas en un viaje por carretera en dirección a Hawkins, el pueblo que habían dejado hace unos años para mudarse a la bonita y tranquila ciudad de Bloomington.

Decir que todo había ido en ascenso desde ese momento era poco. Phoebe había logrado estudiar enfermería en la Escuela de Salud Pública en la Universidad de Bloomington, y Eddie emprendió su propia tienda de música junto a un par de contactos que había conocido en su antiguo empleo en Tower Records. Aunque compatibilizar la vida de padres jóvenes con sus propias metas personales había sido inmensamente difícil, no se arrepentían de absolutamente nada.

El pequeño Alex era el rayo de luz que iluminaba la vida de todos, y era la principal motivación de sus padres para salir al mundo y poder construir un lugar mejor para él.

—Mi padre llamó y nos invitó a cenar esta noche —, Phoebe le comentó a Eddie desde el asiento copiloto —. Él y Lydia están planeando algo por el cumpleaños de Alex. No tengo la menor idea de lo que se trata.

Eddie sonrió de costado, dándole una mirada fugaz a la chica a su lado.

—Me alegra ver a tu padre finalmente rehacer su vida —, él dijo con suavidad, manteniendo los ojos en el camino en todo momento —. Lydia es adorable, y Alex se lleva muy bien con ella —, añadió con una sonrisita, mirando por el retrovisor al niño dormido en su alzador en el asiento trasero.

Phoebe imitó su gesto, emitiendo un pequeño suspiro:— A mi también. Estuve mucho tiempo asustada pensando que él se quedaría solo. Ya sabes, sin mi y sin Robin —, la rubia se encogió ligeramente de hombros y Eddie frunció la boca en una mueca reconfortante —. Así que... estoy feliz de que se tengan el uno al otro —, finalizó en voz baja y con una sonrisa escurriéndose por sus labios.

El pelilargo al volante estiró su brazo para posar su mano en el muslo desnudo de Phoebe, apretando suavemente la piel que no cubría el lindo vestido de verano anaranjado que hoy estaba utilizando. Sus ojos azules hicieron contacto con los de su prometido y sonrió con calidez, sintiendo como su corazón se calentaba ante su mirada amorosa.

—No puedo esperar a casarme contigo, Pheebs —, él confesó en voz bajita, preocupado de no despertar al niño en el asiento de atrás. La rubia lo observó profundamente y percibió como sus mejillas se calentaron de manera automática; Eddie aún tenía ese efecto en ella aún después de tantos años y él lo sabía.

—Tampoco yo —, ella concordó en un susurro tímido y ojos brillantes. Eddie le dedicó otra sonrisa a dientes completos, y tomó su mano izquierda que reposaba delicadamente cerca de la suya para acercarla a sus labios. Dio un pequeño vistazo al sutil anillo de plata que descansaba perfectamente alrededor de su dedo anular, recordándole que ella le pertenecería en su plenitud en tan solo unos meses.