Percy Jackson: El Hijo del Hestia.

Bienvenidos al Mar de los Monstruos.

Wenas.

Dioses míos, que bloqueo tan horrible tengo con el Mar de los Monstruos y, en especial, este capitulo y el anterior. Es decir, todo lo que fue del Ladrón del Rayo lo escribí tan rápido, y ya tengo muchos capítulos de la Maldición del Titán, la Batalla del laberinto y el Ultimo Olímpico... Pero el Mar de los Monstruos me tiene mal.

Seran mis peores capitulos, lo se.

En fin, disfruten.

Ya en el siguiente empiezan algunos cambios drásticos de la trama. 

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-¡Están en un buen problema!-les dijo Clarisse, sumamente divertida.

-No, en realidad-replico Percy, después de intercambiar un beso con Luke y un abrazo con las chicas.

Luke se recostó contra una pared, en cuanto el tour por el barco concluyo. Era una máquina de guerra impresionante, con una gran potencia de fuego y velocidad. También tenía una gran tripulación, más de dos mil soldados muertos, que los detestaron en el momento que supieron que eran de los Estados Unidos. Todos maldecían, gruñían y silbaban, aunque ninguno entendía lo que decía. Al parecer, incluso en la muerte, la deshonra los perseguía.

-¡Claro que sí!-replico Clarisse, aún más divertida-. Tántalo dijo que no quería verlos de regreso.

-Y como yo le dije, su opinión no es de mi interés-Percy sonaba indiferente-. Es el director, y todo eso, pero es evidente que su mayor preocupación no es el campamento. Eso lo pone en nuestra contra.

Clarisse asintió, cosa que no sorprendió a Luke. Clarisse tendía a apoyar la mayoría de las posturas de Percy.

-El Sr. D, en cambio, dijo que los convertiría en delfines, o guepardos, si se volvían a aparecer. Todo depende de su estado de ánimo.

-¿Él les dio este barco?-pregunto Katie, sin parecer preocupada por la amenaza. El Sr. D siempre amenazaba a todos con convertirlos en un animal, o con la combustión espontánea.

Percy negó.

-Fue Lord Ares. Como sabes, todos los espíritus de un bando derrotado le rinden tributo, como maldición por perder. Clarisse solicito transporte naval y nos dio este barco. Bueno, en realidad, había querido darnos un viejo cachivache de la Confederación, pero me debía un favor y lo disuadí de ello.

-¡Y AHORA TENEMOS EL MAYOR ACORAZADO JAMAS CONSTRUIDO!

-El problema es el idioma-confeso Percy, ignorando a Clarisse-. Están obligados a obedecerla, pero ella habla inglés y ellos japonés, así que he tenido que actuar de intérprete, lo que entorpece un poco el proceso.

-¿Hablas japonés?-pregunto Luke, sorprendido-. No lo sabía.

Percy parecía divertido. Se apoyó en Silene, quien jugaba con sus rizos.

-Se hablar japonés, inglés, latín, griego, español, persa, árabe, mandarín, ruso e italiano, Luke-replico él-. Bueno, y Silene me está enseñando francés.

-Hay que retomar las lecciones-murmuro la chica-. Cuando regresemos.

Luke se sorprendió por aquello.

-¡Han prometido destruir todo lo que yo diga!-exclamo Clarisse. Pero a continuación frunció el ceño-. Aunque no enviaron ese viejo crucero al fondo del mar.

Eso era cierto. El Princesa Andrómeda había recibido suficiente fuego de cañones y explosivos como para hundir treinta buques iguales, pero aunque había dejado daños físicos, el crucero siguió su curso. Por fortuna, era muy lento para perseguirlos.