Como sha les dije... ah, si, hoy, escribí varios caps seguidos, así que aquí estamos.
Espero disfruten.
-X-
Corrieron durante varias horas sin descansar en ningún momento. Más de una vez, tuvieron la impresión de que los seguían, pero quizá solo estaban siendo paranoicos. Cuando volteaban para ver, no había nadie.
Quizá despistaron a los enemigos lo suficientes con todas las vueltas que dieron. Tal vez Annabeth fue honesta cuando ordeno que los dejasen ir. De cualquier modo, cuando por fin se detuvieron, junto a un arroyo de agua helada, se permitieron respirar.
-¿Era Kronos?-pregunto Luke. Se le notaba aterrado-. Pero... el cuerpo de Annabeth...
Percy lo comprendió entonces. Annabeth Chase estaba muerta, pero Kronos estaba muy vivo.
-Annabeth ofreció su cuerpo como anfitriona-dijo Percy-. No se cómo, pero a todos los efectos, ella ya no existe.
Luke no pareció afectado por ello; estaba en paz con el hecho de que sus antiguas mejores amigas eran traidoras. Pero ver a Kronos fue lo que realmente lo perturbo.
-Hay un espía en el campamento-les recordó Nico, mucho más práctico. Él prefería enfocarse en el enemigo que no conocían, más peligroso de cierta forma-. Y ha estado informando a Kronos del estado de nuestras defensas.
-Una quinta columna-Bianca cerró los ojos-. Estamos muy mal. Ese sobrino que Kronos menciono... ¿Saben quién puede ser?
-Hay varios-admitió Percy, aunque de mala gana-. Lelantos, Perses, Pallas, Menecio.
-¿Quizá un hijo de Atenea?-murmuro Luke para sí mismo, ajeno a la otra conversación-. Quiero decir, Annabeth los conocía bien. O quizá uno de los indeterminados...
Percy trago en seco, respirando varias veces. Oro a su madre por apoyo y al instante se sintió revitalizado.
-Hay que ir a la fragua de Hefestos-dijo él-. Necesitamos encontrar a Dédalo. El ejército de Kronos aún está aquí, lo que quiere decir que están tan perdidos como nosotros. El campamento aún tiene esperanza.
Se pusieron en marcha al instante. Luke se sacó la pequeña araña del bolsillo y la dejo en el piso.
Un fuerte rugido iba aumentado mientras más avanzaban. Después de un kilómetro más o menos, desembocaron en una caverna del tamaño del estadio de la Super Bowl. La araña se detuvo y se acurrucó hasta formar una bola. Habían llegado a la fragua de Hefestos.
No había suelo propiamente dicho, sólo un lago de lava que bullía mucho más abajo, a centenares de metros. Una red de puentes metálicos se extendía sobre el abismo. Y en el centro, una inmensa plataforma con toda clase de máquinas, calderas, fraguas y el yunque más grande que he visto en mi vida: un bloque de hierro como una casa. Unas criaturas se movían por la plataforma: una serie de sombras extrañas y oscuras que quedaban demasiado lejos para distinguirlas con claridad.
Entraron, y en poco tiempo ambos estaban empapados de sudor. Hacía un calor infernal. El humo picaba sus ojos, mientras intentaban mantenerse alejados de los bordes. Un carro les bloqueo el camino, y antes de que pudiesen escalarlo, oyeron muchas voces.
Se agazaparon contra el carro.
-Ya casi está listo-dijo uno de los demonios-. Solo falta enfriar la hoja con sangre para fundir los metales.
-Muy bien, muy bien-dijo otro-. Será incluso más poderosa que antes.
Percy los detallo bien.
-Son telkines-murmuro-. Son demonios, diestros en la magia y la metalurgia.
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Percy Jackson: El Hijo del Hestia.
FanfictionUn semidiós que nunca debió nacer..., Una profecía de muerte y destrucción..., Un mundo de dioses y monstruos..., Una oscura sombra de tiempos antiguos. Perseo, el hijo de Hestia, la Diosa del Hogar, con un solo grupo de leales y todo en contra, est...