Percy Jackson: El Hijo del Hestia.

El viaje al Oeste empieza.

¡Buenaaaaaaas! ¿Comó estan por aquí?

He regresado con cap de esta historia, y es que, por primera vez en un tiempo, me siento motivado con el Hijo del Hogar, no se porque.

Espero les guste.

-X-

Quirón fue rápido al ordenar a todos regresar a sus cabañas. Llamo a Thalía y a Luke a su lado, mientras Percy ayudaba a Connor y Travis con todos los de Hermes, especialmente los más pequeños. Si noto o no que algunas cazadoras sollozaban mientras entraban a la Cabaña 8, no dijo nada.

Cuando se disponía a caminar hacia la Casa Grande, los fuegos de la fogata se tornaron dorados, rojos, naranjas y amarillos, y luego blancos, en un hermoso espectáculo de colores.

Sabía lo que significaba.

-Mamá-dijo Percy, feliz. Le dio una reverencia.

Aquella noche, Hestia había optado por una edad juvenil más similar a la de Percy. Cualquiera que los viese diría que eran hermanos, no madre e hijo.

-Se ha emitido una profecía-dijo Hestia, balanceándose sobre sus pies de forma intranquila, sin saludos ni nada-. Y Apolo ha previsto que tendrás un papel. Es necesario que participes.

Percy hizo una mueca.

-Zoe es la líder. Y dudo que me escoja.

La réplica de Hestia fue instantánea.

-Lo hará. Si quiere rescatar a su señora, no le queda de otra. Y Apolo ya se lo está haciendo saber.

-¿Su señora?-repitió Percy con cuidado-. ¿La diosa en cadenas es...?

Hestia trago en seco.

-Artemisa fue capturada, hijo.

Bien, Percy conocía los mitos, sabía que muchas veces los dioses eran capturados, a veces por la fuerza (Zeus, Ares, Perséfone), o por engaños (Thanatos, Hera); era, por supuesto, posible. Pero no dejaba de ser sorprendente de escuchar.

-Mientras realizaba una cacería, algo la sorprendió-le conto Hestia en voz baja, como si temiera ser escuchada-. O alguien, más bien. Está en Otrys.

-Pero... Si ella está en Otrys...

-Sí, Percy-asintió Hestia con gravedad-. Atlas, el Titán de la Fuerza y del Poder, General de Kronos, está libre de su carga.

Aquel fue un duro golpe para Percy. Hasta los momentos, el Olimpo llevaba la delantera sobre Kronos, quien aún se encontraba reducido a pedazos en un ataúd en el Princesa Andrómeda. Pero con Artemisa capturada y Atlas libre, la balanza de poder acababa de cambiar.

-¿El Consejo atacara Otrys?-pregunto Percy después de un largo silencio. Esperaba una respuesta afirmativa; un ataque bien coordinado de los restantes once Olímpicos reduciría a Atlas con prontitud, y la balanza una vez más estaría a su favor.

Hestia hizo una mueca.

-Por desgracia, hijo, aún hay en el Consejo quienes niegan que los titanes estén alzándose y consideran que el escape de Atlas es algo sin relación alguna. Confían en que la profecía de Delfos solucione este problema.

De alguna manera, eso no sorprendió a Percy.

-¿En quienes podemos confiar?

-En mí, por supuesto. Apolo, por descontado; hará lo necesario por Artemisa. Atenea, Hera, Poseidón. Tal vez Hades. Los demás dioses niegan la situación.

Aquello era peor de lo esperado, pero Percy tendría que trabajar con ello.

-Una cosa más, mamá-dijo Percy de pronto, al recordar algo que había pasado unos momentos antes. Tomo Anaklusmos y la balanceo de una mano a otra-. Esta espada...