Kampe.

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Buenas. Este capítulo es cortito, más de lo usual, pero quería dividir bien las respectivas tramas, asi que por eso queda así. 

Espero lo disfruten.

-X-

Las primeras cuatro horas estuvieron en constante movimiento, pero sin encontrar nada. Pasaron por diversos pasillos, túneles y cámaras de distintas épocas, pero todas no eran más que callejones sin salida. Percy, que estaba bastante versado en historia y arte, les explicaba a qué periodo pertenecía aquel mural, o aquella escultura. Encontraron fuentes son diversos santos católicos, así como pequeñas monumentos que ninguno supo a que pertenecían.

En otros momentos, llegaban a salas con palmeras y arena, como si fuesen playas, y también con bosques y lagos. Una incluso tenía una gran montaña.

Finalmente decidieron descansar en una cámara circular, con muchas columnas y una fuente con tres bases, que tenía la impresión de estar seca mucho tiempo. Había un esqueleto que lucía un raro uniforme blanco, y estaba tirado en una esquina. A su lado había una caja llena de botellas de cristal.

-Es un lechero-dijo Nico. Percy, entretanto, les entregaba sándwiches a cada uno-. No había de esos en Venecia.

Percy nunca dejaría de considerar extraño el hecho de que, técnicamente, los DiAngelo estaban próximos a cumplir ochenta años. Habían nacido en el Reino de Italia, en la ciudad de Venecia, antes de que la Segunda Guerra Mundial estallase... Pero, al verlos tan angelicales, tan lindos y pequeños, nadie lo habría pensado.

Luke examinaba los tres túneles que se abrían en direccione opuestas.

-Este parece romano-dijo Bianca, acercándose. Tenía la boca llena de comida, así que fue difícil entenderla-. Hay muchos mosaicos así en Italia, créanme.

-Los otros tienen grafitis-añadió Luke, para beneficio de Percy, que estaba más lejos.

-Entonces iremos por el romano. Es el más viejo.

-Mientras más viejo, más inestable-les recordó Luke.

-Pero el taller de Dédalo seguramente estará en la parte más vieja, Luke-replico Percy, tras beber un largo sorbo de agua-. Es lógico.

Saco los planos y libros que le dio Malcolm, y los repasaron nuevamente entre los cuatro. Probablemente no servía de gran cosa, coincidieron todos, porque el Laberinto cambiaba cada tanto. Si te descuidabas un segundo, seguramente descubrirías que las puertas habían desaparecido, o de pronto había escaleras.

-Bien, vamos-ordeno Percy, cuando todos se saciaron.

Avanzaron por el túnel romano, pero solo llevaban quince metros cuando las columnas y mosaicos desaparecieron. En su lugar, avanzaban por un pasillo de cemento liso con focos eléctricos funcionales.

-¿Y que sigue ahora, capitán?-pregunto Nico, casi burlón.

-Podemos regresar-sugirió Bianca-. Ir por el túnel griego.

Pero Percy se negó.

-Hay que seguir avanzando. No podemos permitir que el Laberinto nos confunda.

Nico y Bianca asintieron, liderando la marcha con linternas en manos, ya que como hijo de Hades sí que eran bastante buenos orientándose bajo tierra, lo que dejo a Luke y a Percy atrás.

-¿Estas bien?-pregunto Luke, aprovechando el primer momento de privacidad que tenían desde que entraron al Laberinto.

-Sí, claro-Percy frunció el ceño-. ¿Por qué lo preguntas?

-Allá en el campamento, cuando te pregunte por el Inframundo, no parecías estar bien-señalo Luke con amabilidad-. ¿Paso algo?

Percy suspiro hondo. Con que era eso.

Percy Jackson: El Hijo del Hestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora