Fanfiction de Darth Maul x Lectora
Capítulo quince: Tu poder

RESUMEN DEL CAPÍTULO: Vuelves a caer en el abrazo de Maul, pero ahora debes aceptar la confusión caótica de lo que sientes y lo que no sientes.
CLASIFICACIÓN: Explícita. Este trabajo es estrictamente para mayores de 18 años debido al contenido sexual. MENORES, NO INTERACTÚEN.
NÚMERO DE PALABRAS DEL CAPÍTULO: 6.9k
CONTENIDO/ADVERTENCIAS ACTIVADORES: Pesadillas, mención de cadáveres, referencia de respuesta traumática muy breve y leve, amenaza, aflicción, angustia y emoción fuerte. Obscenidad: digitación vaginal, sexo PiV, sexo rudo, ataduras y juegos de poder leves. Alabanzas perversas, corrupción perversa. Morder y marcar. Maul dominante y suave.

Capítulo 15
Tu poder
Descansas. Tu cuerpo no puede resistir la oportunidad ahora que te sientes segura, cálida, seca. No estás segura de cuánto tiempo te recuestas en el catre, pero disfrutas del descanso de los brazos de Maul, del hecho de que los dos están juntos y bien. Pero incluso con la comodidad de esta seguridad ahora familiar, hay un entumecimiento punzante que te sacude desde adentro: tus huesos resuenan con una profunda sensación de temor que desesperadamente quieres ignorar. Registras su existencia, reconociendo el desdichado sentimiento solo como conmoción, aunque sabes que te niegas a admitir lo que realmente es. No deseas enfrentar la verdad letal de quién yace a tu lado, de cómo tus sentimientos por él no han cambiado realmente, incluso frente a lo que sabes. Lo que lo viste hacer.
Entras y sales del sueño, tus sueños son vibrantes y erráticos. La imagen de ese océano carmesí se niega a ceder en su claridad, y las olas se empalman con una persecución aterradora. Pasas entre un sueño y una pesadilla. Cuando el mar se desvanece, emerge Farley. El padawan Jedi te persigue por la jungla, pero en realidad no es él. Es su cadáver, sus ojos hundidos, su piel podrida y pútrida. Hay múltiples momentos en los que te despiertas sobresaltada, y tu estómago está atado con un peso repugnante, tu respiración irregular y la piel empapada de sudor. Pero pronto te vuelves a dormir cada vez, la fatiga de tu cuerpo y tus heridas te arrastran hacia las profundidades del sueño.
Y así la prueba continúa una y otra vez.
Sabes que Maul no se queda por mucho tiempo. Puedes reconocer su partida casi de inmediato por la ausencia de su calidez y esa sensación de seguridad, pero estás demasiado agotada para protestar. Y aunque echas de menos la seguridad de sus fuertes brazos cuando se va, hay una parte de ti que se alegra de que no esté aquí para presenciar el verdadero alcance de tu angustia por lo que hizo. Que no puede mirar dentro de tu mente y ver el rostro del joven Jedi muerto que asola tus sueños.
Eventualmente te despiertas y no puedes volver a dormirte. Tu cabeza está mucho menos adolorida ahora, aunque tu cuerpo todavía se siente débil y flácido. Te pones de pie y tus extremidades están débiles, tu estómago se tambalea. Te quitas la túnica que llevas puesta y liberas tu frente del parche de bacta, notando lo bien que ha funcionado la medicina milagrosa. Tu muñeca también se siente mejor, aunque todavía tiene un dolor agudo, pero mucho más apagado; al menos ahora podrás moverla sin estremecerte por el dolor. Ya no te duele tanto el pecho, aunque el recuerdo de ese peso aplastante del río te hace temblar cuando usas el baño, cuando te paras bajo el agua que brota de la ducha. Respiras a través de él, y el vapor caliente es vertiginoso a medida que eliminas cualquier culpa e incredulidad de la que puedas deshacerte actualmente.
Cuando terminas, sales desnuda del baño, maldiciéndote en silencio por no encontrar la ropa para cambiarte antes de ducharte. No tienes la oportunidad de encontrar algo que ponerte antes de escuchar el silbido de la rampa de entrada: Maul debe haber regresado. Qué maravilloso momento. Con una sonrisa sensual, te lanzas rápidamente hacia los compartimentos para dormir, pero antes de llegar al catre te atrapan; casi de inmediato, sientes sus ojos pesados sobre ti, sin duda, le divierte regresar solo para encontrarte desnuda y esperando para él.
