Mariana y Matías eran hermanos gemelos. Ricardo un compañero de ambos tenia tiempo molestando a Mariana. Matías no quería meterse en problemas, pero tampoco iba a permitir que Ricardo siguiera molestando a su hermana. Estaban en el receso. Matías jugaba futbol con sus amigos. Cuando Ricardo se le acerco a Mariana solo para molestarla.
—Vete Ricardo—dijo ella molesta.
—Marianita la huerfanita—dijo de manera Burlona.
Matías lo escucho y ya no pudo soportarlo más.
—¿Qué dijiste idiota? —le dijo enojado y lo empujo con fuerza.
—La verdad, que son huérfanos—le grito riéndose.
Matías y Mariana sabían que era verdad, que sus padres no eran biológicos, pero que en su corazón si lo eran, pero Ricardo no tenia derecho de burlarse de ellos por esa razón.
—Cállate—le dijo dándole un puñetazo en la boca.
Ricardo se cayó. Matías se le hecho encima a seguir golpeándolo. Ricardo también lo golpeo en el ojo. Una bola de alumnos los estaba animando a seguir golpeándose. Mariana quiso separar a su hermano y Ricardo le dio un codazo en la cara. Al ver tanto alboroto 2 maestro se acercaron y descubrieron que dos alumnos se estaban golpeando salvajemente. Los dos tenían sangre en la cara al igual que Mariana. Quien del golpe tenia lagrimas en los ojos.
—Basta ya—dijo Carlota la directora.
Los maestros los separaron.
—Los dos a mi oficina—dijo muy enojada—los tres—dijo al ver a Mariana también golpeada.
—Ella no tuvo nada que ver—dijo Matías.
—Dije que los tres—respondió.
Fueron a la dirección. Matías sabia que estaba metido en un buen problema.
—Voy a llamar a sus padres—dijo.
—Directora—dijo Mariana—mis papas están muy ocupados en este momento, por favor no los llame—suplico.
—Eso hubieran pensado antes de agarrarse a golpes como si las palabras no existieran.
—Él no entiende con palabras—dijo Matías entre dientes—tiene mucho que molesta a Mariana y ya no lo iba a permitir.
—Nos llama huérfanos—dijo Mariana enojada.
—¿Qué? —dijo la directora—no lo puedo creer Ricardo
—No es cierto, yo no dije nada de eso—se defendió.
—No seas mentiros—dijeron los dos al mismo tiempo.
—Directora se pusieron de acuerdo.
—Basta ya—dijo alzando la voz—voy a llamar a sus padres y estarán castigados—dijo tajante.
Salió de la dirección. Le pidió a su secretaria que les informara a los padres de los involucrados. La directora les dio papel para que se lo pusieran en las heridas. Matías tenía la boca reventada y el pómulo hinchado. Ricardo tenia un ojo morado y la ceja derecha partida. A Mariana le salía sangre de la nariz. En la escuela no había médico, así que después de salir de ahí tendrían que ser atendidos por un profesional de la salud. Los padres de Mariana y Matías fueron los primeros en llegar. Los padres de Ricardo no estaban en el país y no asistirían. Lo cual le dio mucho coraje a Ricardo porqué sentía que no les importaba a sus padres y por eso hacia lo que fuera para llamar la atención. Paola palideció al ver a sus dos hijos en las condiciones en las que estaban. Fernando también estaba preocupado, pero también estaba enojado. Cerró los ojos al verlos.