Nueva Escuela

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Los trámites para la escuela fueron sencillo, pues a los niños les faltaban muchos documentos que el matrimonio no tenía. La directora entendia lo muy bien, ya que en el colegio había algunos niños adoptados. No tardaron mucho en la escuela y volvieron a su casa, todo el camino estuvieron platicando muy agusto. Fernando manejaba con tranquilidad con la mano izquierda y con la derecha le toca el vientre a su esposa. Al llegar a su casa, antes de bajarse del carro la beso con pasión.

-Te amo mi cielo-le dijo sonriendo, luego beso el vientre de su esposa-te amo mi amor-dijo tiernamente.

-Y nosotros te amamos también-le dijo ella sonriendo.

Fernando se bajo del coche y le abrió la puerta a su esposa.

-¡Papi! -grito Sofia bajando las escaleras para recibirlos.

-Princesa-dijo él emocionado.

-Creo que alguien está enamorada de papá-dijo Paola feliz de ver a la niña tan contenta-me voy a poner celosa-dijo divertida.

-No tienes porqué-dije besándola-yo soy todo tuyo y de mis princesas, pero primero tuyo-sonrío.

-¿Cómo estás mi amor?-dijo tomándola en brazos.

-Bien papi-le beso la mejilla izquierda-hola mami-dijo.

Fernando la acercó a su esposa para que le diera un beso. Los 3 subieron las escaleras para entrar a la casa. Diego estaba en el patio jugando con Zeus, Alma y Robertito. Roberto y Amanda no estaban en la casa. Entraron a la casa. Sofia se fue a jugar cos sus primos. El matrimonio se sentó en la sala junto a los padres de Fernando cuando escucharon un fuerte golpe arriba en las habitaciones.

-¿Qué paso?-dijo Martha asustada levantándose del sillón.

En eso escucharon llorar a alguien.

-Diego-dijo preocupada Paola, también se levantó y subió las escalaras rápido.

Fernando la siguió sin decir nada, igual que sus padres.

-Me duele-dijo Sebastián llorando a gritos al verlos llegar.

-¿Qué te paso?-preguntó Fernando el abuelo.

-Me cai, me tropecé con algo, pero no vi nada, me duele-decía.

-Es un pequeño corte en la rodilla-dijo Fernando agachandose a su lado.

Paola se quedo extrañanda por las palabras de Sebastián, ella tampoco no había visto nada en la puerta ¿y como era posible que el niño se cayera?, busco mejor y vio un hilo casi invisible en la puerta, pegado de lado a lado.

-¿Qué hay en la puerta?-preguntó Fernando el abuelo.

-Es un hilo invisible, con eso cayo Sebastián-dijo ella tranquila.

Paola sabia quien era el responsable de haber puesto ese hilo ahi y no podia ser otro que Diego. Fernando volteo a verla, ya que él también supo que Diego había tenido que ver. Levanto a Sebastián del piso.

-Cuidado amor-le dijo Paola.

Fernando paso el hilo y dejo al niño en la cama.

Martha estaba preocupada, no sabía que había pasado y eso del hilo en la puerta era muy misterioso. Sebastián lloraba demaciado, era un poco exagerado.

-Calmate hijo-dijo Martha consolandolo.

-Abuelita me duele-dijo.

-Tu tío va a curarte hijo, ahorita se te va a quitar el dolor-se sentó cuando a él.

Fernando el abuelo hizo lo mismo. Paola volvió con el maletin y se lo entrego a Fernando.

-Voy a ver a los niños amor.

Paola salió del cuarto, se rio un poco por la travesura de su pequeño, Diego tenia un gran ingenio para eso, pero debía de confrontarlo, pero no lo castigaria y tampoco permitiría que su esposo lo hiciera.

-Diego, hijo ven príncipe, por favor-le pidió tranquila.

Diego fue a verla. Los demás niños se quedaron jugando con el perrito, quien no paraba de correr por todos lados.

-Mande mamá-dijo tranquilo.

Paola y Diego caminaron a la alberca para alejarse de los demás niños. Se sentaron en un camastro.

-Hijo, Sebastián tuvo un accidente en su cuarto ¿tú sabes algo cierto?

-Si mamá, fui yo, Sebastián me metió el pie y yo me cai, no quise decir nada para no meterlo en problemas, pero yo le hizo lo mismo-dijo tranquilo-y aceptaré si papá quiere castigarme de nuevo.

-No mi príncipe, no lo voy a permitir, yo vi todo lo que Sebastián te hizo y me dio mucho coraje, por la manera en que lo hizo, estoy muy orgullosa de que me digas la verdad y papá no te va a castigar, anda ve a jugar, por favor no más travesuras por hoy-le dijo en advertencia y beso la frente.

Diego se levantó y le sonrío. Paola le dio una leve nalgada.

-Au mami-dijo sonriendo.

-Travieso-dijo ella divertida.

Diego fue a darle un gran abrazo. Paola también lo abrazo. Deshicieron el abrazo y Diego se fue. Fernando llego hasta su esposa.

-¿Fue él verdad?-dijo amable.

-Si Fernando fue él, me lo confesó en cuanto se lo pregunte, me dijo que lo había hecho por el golpe que Sebastián le dio a él primero, yo sé que no tiene justificación amor, pero ya sabíamos que a Diego haría algo así, por favor no te enojes con él, yo sé que no tenía porque hacerlo, pero ya lo hizo, además, Sebastián empezó.

-Amor-dijo sentandose a su lado-el niño hizo mal, pero también entendió porque lo hizo, pero...

-No Fernando-lo interrumpió-no voy a permitir que lo castigues de nuevo-dijo molesta.

-Calmate mi cielo-le puso su mano izquierda en su pierna derecha-no lo voy a castigar, pero si lo regañare y le voy a dejar claro que eso que hizo fue en venganza y eso está mal-dijo tranquilo.

-Ya lo regañe yo-dijo ella.

-Ya me imagino tu regaño-dijo él sabiendo que su esposa no lo había regañado realmente y solo había hablando con el niño tranquilamente, la conocía demaciado bien.

En general ninguno de los dos eran de enojarse y eran bastante calmados. Fernando era el estricto, pero así como era de severo era de amoroso con sus hijos y no se diga con su esposa, que nunca habían tenido una pelea fuerte y jamás se habían ido a dormir enojados. Se amaban profundamente.

Martha les aviso que la comida estaba lista. Los niños se fueron a lavar las manos, al igual que los adultos. Martha veia a su hijo más cariñoso que nunca con su esposa y Paola también se veía diferente, su vientre estaba un poquito más abultado y los mareos no eran normales. Se emocionó bastante con la idea de ser abuela de nuevo y sobre todo estaba feliz por Paola, ya que cuando perdió a sus bebes se deprimió bastante y Fernando estaba muy preocupado por ella, por un tiempo dejo su trabajo para dedicarse a su esposa y sus gemelos. Todos con su cariño lograron sacarla adelante. Los gemelos llegaron, a Paola se le hizo muy raro que llegarán tarde. Roberto y Amanda llegaron a la casa, pero no comerían ahí, pues a Amanda no le gustó ver que en los días anterior que doña Mari comiendo con ellos, pues era la empleada y no debía de comer en la mesa, su enojo aumento al ver a don Jesús llegar a la mesa y le dijo a Roberto que quería comer en un restaurante. Fernando supo por qué Amanda no quiso comer con ellos, pero no le dio importancia, ellos no trataban mal a sus empleados, al contrario eran parte de la familia. Durante la comida estuvieron platicando. Ya iban a terminar se comer cuando tocaron la puerta.

-Yo voy doña Mari-dijo Paola levantándose.

-Amor no estamos esperando a nadie-dijo Fernando extrañado.

Ella camino a la puerta y al abrirla se llevó un sorpresa, eran sus padres.

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Hola lectores, muchas gracias por su apoyo, me gusta mucho leer sus comentarios tan bonitos para esta historia, si alguno de ustedes quiere ayudarme a escribir algún capitulo o si quieren que escriba sobre algo en en especifico dejenmelo saber y me pongo en contacto con ustedes. Los quiero ❤️❤️❤️❤️❤️

La adopción de Diego y SofiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora