Paola despertó antes que Fernando, ella no se había dado cuenta de lo que había pasado en la madrugada. Mariana y Matías se levantaron para irse a la escuela. En el desayuno Matías le platico todo a su hermana y ella se sintió un poco mal por no tener la misma conexión que su hermano con Diego y vería la forma de tenerla. Su madre bajo para saludarlos y ella después fue a ver a Diego, pues el niño se despertaba temprano, pero se llevó una gran sorpresa cuando no lo vio en su cama, fue a su cuarto y tampoco estaba. Bajo un poco desesperada por no saber dónde estaba su hijo.
-Diego no está en su cuarto-les dijo a sus hijos.
Matías se fue rápidamente al cuarto de lavado, Mariana y Paola lo siguieron sin entender qué pasaba. Diego estaba con el perrito en sus brazos, los dos dormían plácidamente.
-¿Qué pasa aquí?-dijo Paola desconcertada.
Se alejaron de Diego para poder hablar.
-Mamá-empezó Matías-en la madrugada Diego fue a mi cuarto para decirme que el perrito estaba atorado en la reja y que quería salvarlo , pero no sabía dónde estaban las llaves para poder salir de la casa y yo lo acompañe, pero no pudimos sacarlo y vine por papá, pero al regresar Diego ya lo había sacado, el perrito estaba herido y Diego preocupado, papá trato de hacer algo por el perro y dijo que hoy hablaría contigo para ver que harían. Diego le dijo que quiere quedarse con él.
-¿Tú papá permitió que Diego se quedará con el perro aquí?-preguntó desconcertada.
-No mamá, mi papá le dijo que no podía dormir con el perrito, pero Diego debió de venirse cuando mi papá y yo volvimos a dormir.
-Si mi papá sabe que Diego lo desobedeció-dijo Mariana-lo va a castigar.
-Si hija-dijo Paola-ya lo sé, pero Diego no debió de desobedecer a su padre.
-Mamá por favor, no se lo digas a papá-suplico Matías.
-Sabes muy bien que no le oculto nada a tu papá, no le gustan las mentiras y a mí tampoco-dijo un poco molesta.
-¿Qué pasa?-preguntó Fernando a sus espaldas.
Mariana y Matías tragaron duro.
-Ustedes deben irse a la escuela-dijo Paola-se les va a hacer tarde-se despidió de ellos.
Matías se fue con pesar, quería defender a Diego y evitar que su padre lo castigará, al igual que Mariana.
-Amor, Matías ya me contó lo que paso en la madrugada, pero entra al cuarto-le pidió.
Fernando entro y se enfadó cuando vio a Diego.
-Hijo-dijo Paola moviéndolo para que despertará-Diego.
-Mmm-dijo abriendo los ojos.
Diego despertó por completo.
-Diego-dijo serio Fernando-¿no te dije que no podías dormido con el perrito hijo?
-Si-Diego rápidamente se levantó del piso dejando al perrito en la sabana-papá-dijo agachando la cabeza.
-¿Y por qué me desobedeciste?
-No quería que el perrito estuviera solo, es muy feo sentir que nadie te quiere-dijo triste.
A Paola se le hizo pasita el corazón al escucharlo, pues sabía que estaba hablando de él mismo. Fernando se agachó a su altura y ella también.
-Si hijo-le hablo con cariño-yo sé que es feo, pero no tenías porqué desobedecerme-le hablo un poco fuerte-en esta casa hay reglas y una de ellas es obedecer a mamá y papá siempre-le hablo más tranquilo.