Paola se levantó más temprano que su esposo para bañarse y estar lista para irse al orfanato. Cuando salió de bañarse se le hizo sumamente extraño que su esposo siguiera durmiendo. Paola se cambió.
-Amor-le dijo dándole un tierno beso en la boca-amor-lo movió un poco y volvió a besarlo.
-Mmm-dijo él moviéndose-que rico despertar así-le dijo abrazándola y besándola.
Fernando la jalo un poco para que se acostara encima de él.
-¿Cómo amaneciste amor? -le dijo con mucho cariño.
-Bien-ella volvió a besarlo y sonrío.
-¿Y nuestro bebé te dejo dormir?
-Si amor-dijo poniéndose de pie-dormir en tus brazos me da paz-le cerro el ojo izquierdo.
-Te amo mi cielo-le dijo levantándose para besarla de nuevo.
-Y yo a ti-le dijo ella abrazándolo.
-Qué cursis son-dijo Mariana riendo a carcajadas-parecen novios-se burló un poco.
-Claro-dijo Paola riendo-somos novios.
-Mi novia para siempre-dijo el volviéndola a besar.
-Mariana vámonos a la escuela-le grito Matías desde abajo.
-Ya voy hermano, nuestros papás están de cursis-le grito riendo.
Fernando y Paola se rieron. Ellos también fueron a despedir a sus hijos.
-Amor-le dijo a su esposa-quiero llevarle un peluche a Sofia y a Diego-le sonrío.
-Si mi amor.
Doña mari hizo el desayuno y todos comieron. Fernando quería irse rápido al orfanato, pues por la tarde tenía sus consultas al igual que Paola. Pasarían toda la mañana en el orfanato. Fernando se metió a bañar y después se fueron a la juguetería para comprar los peluches.
-Mira amor-le dijo Fernando con un peluche de tortuga en las manos-este me gusta para Sofia-se lo enseño.
-Si mi amor, esta hermoso, quiero este para Diego-se lo enseño a su esposo, era un balón de fútbol.
-Vamos a pagar-le dijo él riendo.
Pagaron y se fueron al orfanato.
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Diego tenía mucho frío y se despertó. Tenía mucha sed y hambre, ya que lo dejaron sin cenar. Estornudo un par de veces.
Paola y Fernando llegaron muy contentos.
-Buenos días Laura-dijeron al verla.
-Buenos días-dijo un poco preocupada.
-¿Qué pasa? -preguntó Fernando desconcertado.
-Me puedo meter en un problema, pero no me importa, se los tengo que decir.
-Sofia y Diego ¿están bien?-preguntó preocupada Paola.
-Sofia si-habló bajito.
-¿Dónde está Diego?-preguntó Fernando serio.
-El director se enteró de que él se había peleado con Joaquín y ya había hecho varias travesuras y lo encerró en la bodega, lo dejo toda la noche ahí-dijo afligida-y todavía sigue ahí, Luciano todavía no llega, yo intente abrir la puerta, pero no pude, la puerta es de madera gruesa.
-¿Cómo? - dijo Paola.
-No puede ser-casi grito Fernando-yo voy a sacar a mi hijo de ahí, vamos-dijo enojado.
