-¿Qué paso Olivia?-preguntó agachandose a su altura.
-Me cai-dijo llorando más bajito-me duele-se quejo.
-Papá-dijo Matías-yo voy por tu maletin a la camioneta.
-No hijo-dijo el tomando a la niña en brazos-aquí debe de haber enfermería, yo voy a llevarla, es un raspón Olivia tranquila princesa-dijo con cariño.
Diego no dijo nada, solo le estaba dando su mano para demostrarle su apoyo. Fernando se fue con la niña y con Diego. Roberto fue a preguntale a sus hijos que había pasado, pero ninguno sabía. Sofia fue a sentarse en las piernas de Paola, ella la abrazo. Fernando no tardó en encontrar la enfermería. Estaba solo y el doctor que atendía los hizo pasar.
-Buenas tardes, mi nombre es Manuel soy el doctor ¿en que les puedo servir?
-Hola, yo soy Fernando, él Diego y la niña es Olivia.
-¿Qué te paso pequeña?-dijo amable.
Olivia tenía miedo.
-Se cayó y se raspo la rodilla doctor-dijo Diego.
-¿Cómo te llamas pequeña?-le pregunto para hacerle platica.
-Olivia-dijo despacito.
El doctor lo anotó en una hoja de registro. Le hizo algunas preguntas de rutina, cuantos años tenía, si era alergia a algo, pero la niña no sabía, pero Fernando si, ya que él era su pediatra.
-Vamos a revisar ese golpe-le dijo sonriendo-póngala en la camilla por favor-le dijo a Fernando.
Fernando camino a la camilla y la sentó.
-Por favor no me suelte-dijo Olivia asustada agarrándole de la playera.
-Tranquila princesa, no te va a pasar nada malo, yo estoy aquí-le dijo con cariño.
-Voy a tocarte despacito-dijo el doctor, lo hizo con mucho cuidado-¿te duele Olivia?
-Si-dijo queriendo llorar de nuevo.
-Voy a limpiarte con alcohol, tienes que ser valiente qué esto arde un poquito-le explico poniéndose los guantes y acercando las cosas que necesaria.
-Señor Fernando ¿porqué no me cura usted?-le dijo viéndolo a los ojos con sus ojitos llorosos.
Manuel escuchó.
-¿Es doctor?-le pregunto confundido.
-Si, soy pediatra, su pediatra-le sonrió.
-¿Porqué no me lo dijo?
-Porqué confío en que usted puede hacer su trabajo muy bien, además no suelo meterme en el trabajo de otros y aquí estoy como un padre de familia, Diego es mi hijo y ella su amiga-dijo tranquilo.
-Si quiere puede curarla usted, la niña le tiene confianza-le dijo sonriendo.
-Esta bien-dijo Fernando.
Tomó el algodón con el alcohol y se lo paso muy lento por la rodilla a la niña. Ella se quejo al instante lo que era comprensible.
-Duele mucho-dijo llorando poquito.
-Ahorita va a pasar si, tengo que dejar limpia la herida para que no se te infecte princesa-dijo el haciéndolo más lento.
Diego le tenía tomada la mano a Olivia lo cual fue un gran apoyo para la niña. Fernando estaba haciendo su trabajo con mucho cuidado para no lastimarla más, en realidad no era un golpe grande, solo que siempre era así de dedicado con cada uno de sus pacientes. Fernando tenía un gran amor por su trabajo y ama ser pediatra. Manuel se dedicó a observa lo, en la gigantesca paciencia que tenía con la niña.