Fernando se levantó primero, no quiso despertar a su esposa, ya que estuvo sintiéndose mal durante la noche y quería que descansara un poco más. Diego se despertó, pero no quiso levantarse de la cama. Mariana y Matías estaban en la cocina desayunando para irse a la escuela.
-Buenos días hijos-saludo sonriente-buenos días doña Mary.
-Buenos días señor-dijo ella.
-Buenos días papá-dijeron al mismo tiempo.
- ¿Y los niños? -pregunto Matías
-Aun no voy a verlos hijo, mamá está enferma-dijo
- ¿Qué tiene? -pregunto Mariana un poco preocupada.
-Tranquila mi amor, ella está bien, la cena le cayó mal.
-Voy a verla-dijo Matías.
-Hijo-dijo-sigue durmiendo, les prometo que está bien-trato de calmarlos.
-Está bien papá, lo mejor es que descanse-dijo él.
-Cuando vengan de la escuela, podrán verla.
-Vámonos a la escuela hermano-dijo Mariana.
-Que les vaya bien-dijo Fernando despidiéndose de ellos.
Los chicos se fueron. Fernando fue al cuarto de Sofia, todavía dormida y fue al cuarto de Diego. Abrió la puerta despacio por si estaba dormido no despertarlo.
-Hola Diego-saludo con la mano al verlo despierto.
-Hola-dijo sin ánimo.
- ¿Qué pasa campeón? -pregunto sentándose en la cama.
-Nada-dijo también sentándose.
- ¿Te sientes mal?
-No-dijo rápidamente.
Diego decía una cosa con su boca y otra con su cuerpo.
-Diego, tu carita dice otra cosa-se acercó a él para después tocar su frente y verificar si no tenía fiebre-no tienes fiebre, pero si estas un poco tibio, voy a ir por mi maletín para revisarte.
Diego no dijo nada, pero estaba asustado. Fernando se sintió un poco dolido, sabia el por qué Diego no quería decirle que se sentía mal. Fernando tardo en volver con él. Recibió una llamada de su abogado.
-Muy bien-dijo preocupado-aquí te espero-colgó.
Tenía una sensación extraña. Ya con su maletín fue a ver a Diego. Cuando entro al cuarto vio que Diego tenía su cabeza agachada.
-Hijo-dijo amablemente-sé que tienes miedo-se sentó en la cama-y sé por qué es tu miedo, pero te prometo que no te voy a inyectar-Diego volteo a verlo-eso solo va a pasar cuando sea realmente necesario-le sonrió.
Diego se calmó un poco. Fernando tomo un bate lenguas y una lamparita para revisar a Diego, se acercó a él.
-Abre la boca hijo-pidió.
Diego lo hizo. Fernando reviso su garganta, también le reviso los oídos, pero no encontró nada fuera de lo normal y llego a la conclusión de que Diego tenía algo psicosomático, que debía de estar preocupado por algo que no quería decir.
-No tienes nada campeón-sonrió-voy a darte unas gotitas para que no te de fiebre-volvió a tocar su frente y estaba igual.
Le dio las gotitas. Sofia despertó y fue a ver a Diego.
- ¿Qué paso Diego? -dijo extrañada.
Los saludo con la mano.
-Nada Sofia-dijo él sonriendo para no asustarla.
-Voy a ver a mamá y ahorita vengo para ir a desayunar.
Los dos sonrieron. Fernando fue a buscar a su esposa quien ya no estaba en la cama. Cuando entro, ella salió del balo.
-Buenos días amor-dijo él con mucho amor.
-Buenos días-se acercó a él para besarlo- ¿Por qué no me despertaste? -con sus manos le rodeo el cuello.
-Quería que descansaras-dijo él poniendo sus manos en su cintura-pasaste muy mala noche.
-Te amo.
-Yo también-dijo el volviendo a besarla.
- ¿Qué pasa? -dijo al verlo un poco preocupado.
-El abogado vendrá por los estudios.
-Pero-dijo ella preocupada.
-Vendrá una trabajadora social.
-Fernando-dijo asustada-nos van a quitar a los niños-dijo con pesar.
- Amor-hablo tranquilo-no lo sabemos, tenemos que esperar para ver que nos dice, por favor cálmate, los niños se asustaran a vernos mal.
-No puedo-dijo llorando-no quiero que se los lleven.
Paola recargo su cabeza en el pecho de su esposo, quien la abrazo. Él tampoco quería que se llevaran a los niños, pero que en caso de que así fuera, lucharía hasta que ellos volvieran a su casa. Después de un rato Paola se tranquilizó. Fueron por los niños para desayunar. Diego al verla supo que algo andaba mal, pero no se atrevió a preguntar nada, no quería preocupar a Sofia. Doña Mary sirvió el desayuno. Paola comió solo fruta, fue lo único que pudo comer. Después de desayunar Sofia y Diego se fueron a su cuarto a jugar un rato. Fernando tuvo que ir a trabajar, no quería dejar a su esposa, pero debía de irse. Se despidió de los niños y su esposa y se fue. Matías y mariana llegaron de la escuela. Fueron a ver a su madre. Platicaron un rato con ella y antes de la comida llego Fernando. El abogado llegaría muy pronto. A los 15 minutos el abogado llego. Fernando les pidió a sus hijos mayores que fueran al parque para que los niños no estuvieran presentes.
-Buenas tardes-saludaron Paola y Fernando.
-Buenas tardes-dijo él-quise venir antes que la trabajadora social.
-Muchas gracias-dijo Paola- ¿cómo está la situación? -estaba preocupada.
-La trabajadora social, va a venir con la resolución del juez, después de que presente los estudios, pero quiero que sepan que el pronóstico no es bueno.
- ¿Qué podemos hacer? -pregunto Fernando.
Paola estada desesperada.
-El proceso sería más fácil si los niños vuelven al orfanato, yo sé que es difícil todo esto, que ya los quieren, pero para que ellos sean sus hijos, tiene que pasar-explico.
-Tenemos que hablar-dijo Paola.
-A las 5 vendrá la trabajadora social-se despidió y se fue.
Paola no quería aceptar el hecho de tener que dejar que los niños se fueran, pero ya los amaba y quería que fueran sus hijos.
-Mi amor-dijo Fernando amablemente-tenemos que hacer las cosas bien, podemos adoptarlo y si de verdad lo queremos, tiene que pasar.
-Lo sé mi amor-dijo ella resignada.
-También tenemos que decírselo a los niños.
-Está bien mi amor.
Fernando se acercó a ella para abrazarla. Hablarían con los niños cuando llegaran, para que la situación no los tomara por sorpresa y se sintieran traicionados. Paola se sentía mal, pero todo lo que estaba viviendo la tenía muy tensa. Fernando también estaba mal, pero quería darle todo el apoyo que su esposa necesitaba.