Los niños estaban ayudando al jardinero. Estaban sucios de la cabeza a los pies. Se estaban divirtiendo mucho. Don Jesús se sorprendió por lo bien que los niños estaban plantando las flores. Paola fue a verlos, les llevo una jarra de limonada.
-Mis amores-dijo cariñosamente-les traigo agua fresca-les sonrió.
Su risa fue mayor cuando los vio.
-Don Jesús, venga a tomar agua fresca-le dijo sirviendo los vasos y se lo dio.
-Muchas gracias Señora-dijo el acercándose.
-Tengan hijos-le dio el vaso a Diego y después a Sofia.
-Está muy rica-dijo Sofia.
-Voy a seguir trabajando-dijo don Jesús terminando su vaso de agua.
-Necesitan un buen baño traviesos-dijo ella- ¿ya van a terminar de trabajar? -pregunto sonriendo.
-Queremos seguir ayudándole a don Jesús-dijo Sofia.
-Claro que si princesa, pueden seguir haciéndolo-le acaricio la mejilla.
Los dos niños se fueron a seguir ayudando. Toda la mañana se la pasaron muy bien. Mariana y Matías llegaron de la escuela. Matías estaba muy molesto.
-Hola mamá-dijo Mariana. La saludo con un beso en la mejilla.
-Hola mi amor ¿Cómo les fue? -pregunto.
-Mal mamá-dijo Matías.
-¿Qué paso hijo? -pregunto preocupada.
-Entro un nuevo compañero mamá que se la pasa molestando a todos, en especial a mí, hoy me golpeo jugando futbol-le enseño la rodilla-me curé yo solo-dijo al ver la reacción de su mamá-ya casi no me duele, no te preocupes-le sonrió un poco.
-Hijo, lo mejor es que lo ignores.
-Es un idiota mamá-dijo Mariana molesta.
-Hija-dijo con pesar-ya sabes que no me gusta que digan malas palabras.
-Es la verdad mamá-dijo molesta-tengo que hacer tarea, me voy a mi cuarto-se fue.
Paola no entendió la reacción de su hija, pensó en hablar con ella más tarde.
-No te preocupes mamá, lo voy a ignorar-le sonrió.
Matías se fue a su cuarto. Era verdad que tenía que hacer tarea. Paola fue a ver a los niños, ya habían terminado de plantar las flores.
-Vayan a bañarse-dijo Paola.
-Si, señora Paola-dijeron los dos al mismo tiempo, por lo cual se rieron.
Paola se sintió un poco mal, los niños no le decían mamá, pero también entendía que era un proceso largo. A las 2 horas llegó Fernando. Paola le platico lo que sus hijos le dijeron. Él fue a ver a Matías. Tocó y después entro a su cuarto.
-Hola hijo-le sonrió-tu madre está preocupada.
-Si papá, lo sé-le regreso la sonrisa-ya le dije que no se preocupe, que voy a ignorar por completo a Roberto.
-No se trata de ignorarlo solamente hijo, yo entiendo que se tienen que defender y que muchas veces las personas no entienden con palabras, ya una vez llegaste a los golpes con otro de tus compañeros y la verdad no me gustaría que volviera a suceder, aunque también te digo que tienes que defenderte, pero por favor se más inteligente que tu compañero. Quiero ver tu herida.
-En el colegio me curé, estoy bien papá-Matías sabía que su papá era muy protector.
-No está de más revistarte de nuevo-dijo revolviéndole el pelo. Reviso la herida-voy a ir por una pomada para que no se te infecte-salió del cuarto, pero volvió rápido. Limpio la herida con un poco de alcohol, Matías se quejó un poco, después puso la pomada.