Mariana termino de hacer su tarea. Estaba pensando en escaparse de la casa para ir a la fiesta, no se lo dijo a Matías porque sabía que le diría que estaba mal y ella lo sabía, pero consideraba que lo que había hecho no era malo. Paola se quedó dormida un rato. Había llorado durante un largo rato. Fernando estaba acostado con ella, pero él no tenía sueño. Se levantó para ir a ver a los niños. Ellos no estaban en su cuarto. Se habían aburrido y salieron al jardín. Diego estaba viendo como era que tenían que escapar, pero la verdad era que no lo quería hacer, lo hacía por Sofia que no quería tener una nueva familia, pero ella también estaba cambiando su manera de ver a los Molina. Fernando se alarmo al no verlos en su cuarto.
—Diego, Sofia—alzo voz para que ellos pudieran escucharlo— ¿Dónde están?
Los niños no respondieron. Fernando se desesperó un poco al no encontrarlos. Salió al patio.
—Niños—dijo.
—Aquí estamos—dijo Sofia un poco asustada.
Estaban sentados en el césped a un lado de la alberca. Diego estaba leyendo un libro y Sofia estaba dibujando en una libreta.
Fernando llego hasta ellos y se sentó.
—No estamos haciendo nada mal—dijo rápidamente Sofia.
—No te preocupes mi amor—dijo calmado—solo quería saber dónde estaban.
—Estábamos aburridos—dijo Diego bajito.
—Si, supongo que si—dijo él—si quieres podemos meternos a la alberca—les sonrió.
— ¿Podemos? —Dijo sorprendida Sofia—pero no sabemos nadar—se puso triste.
—Claro que si mi princesa y no te preocupes yo te abrazo—dijo sonriente por su reacción—vayan a ponerse el traje de baño, yo también iré a cambiarme.
Los 3 se levantaron y se fueros a sus cuartos. Fernando estaba un poco preocupado porque Diego casi no interactuaba con ellos. Diego y Sofia se cambiaron rápido. Sofia se puso un traje de baño completo color rosa que Paola le había escogido y Diego un short azul con una playera amarilla. Fernando entro a su cuarto sin hacer ruido para no despertar a Paola. Se puso un short negro con una playera blanca. Bajo rápido, los niños ya estaban en el jardín.
—Hijos—les dijo.
Diego sintió un escalofrió y Sofia no supo cómo reaccionar. Fernando se quitó la playera y se metió a la alberca.
—Vengan—los invito—Campeón—lo invito con la mano—princesa ¿Qué pasa? —pregunto desconcertado.
—Tengo miedo—dijo Sofia temerosa.
—No tienes por qué tener miedo mi amor, yo estoy aquí—le sonrió—ven mi amor, siéntate aquí—le señalo la orilla—tú también Diego—Fernando estaba en orilla.
Los dos se sentaron y metieron sus pies a la alberca el agua estaba muy rica, ni fría ni caliente.
— ¿Te quieres meter diego? ¿O tu Sofi?
—Yo no me quiero meter todavía—dijo Diego.
—Yo si—dijo Sofia.
—Ven mi amor—la abrazo metiéndola a la alberca.
Sofia le rodeo el cuello con sus manos.
—No tengas miedo mi amor, no te voy a soltar. Más tarde voy a ir a comprarles flotadores.
— ¿Qué es eso? —pregunto.
—Se ponen en los brazos para que no te hundas—le sonrió.
Sofia también se rio. Diego estaba jugando con sus pies en el agua. Matías los dio desde su ventana, se puso un short y se fue sin camisa a la alberca. Quería acercase a los niños y que lo consideraran su hermano.